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jueves, 24 de enero de 2019

Mojicones de mascarpone y naranja


Después del reto de diciembre, he tenido un periodo de bastante lío que me ha impedido publicar, pero no elaborar, ya que hay que aprovechar el frío para encender el horno. Esta semana os traigo unos mojicones de mascarpone y naranja, tiernos y muy esponjosos, y además, fáciles de hacer. Aguantan bastante bien en una caja de lata, unos 4-5 días, y se pueden congelar, con lo que podéis hacer mas cantidad y vais sacando conforme os las vayáis comiendo, y así,siempre tendréis dulces caseros para los desayunos. Aunque después de las navidades, hay que cuidarse un poco y dejar las tentaciones para los fines de semana.
Y ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes:

100 g mantequilla fundida y fría
150 g queso mascarpone
3 huevos
75 ml zumo de naranja
150 g azúcar
ralladura de naranja
200 g harina
15 g impulsor

Elaboración:

En primer lugar, fundimos la mantequilla al microondas, bien tapada para que no salte en el interior del horno, y dejamos templar.
En el bol de la batidora ponemos los huevos con el azúcar y montamos hasta doblar su tamaño.
Incorporamos el queso y la mantequilla fundida y mezclamos bien.
Añadimos la ralladura de naranja y el zumo.
Incorporamos la harina con el impulsor y homogeneizamos la batida de bizcocho.
Precalentamos el horno a 170ºC y preparamos una bandeja para magdalenas, donde pondremos las cápsulas para los mojicones. Yo he usado unas cápsulas de cartón, especiales para horno, que son mayores y mas altas que las cápsulas de las magdalenas normales. 
Llenamos con ayuda de una cuchara hasta 2/3 de su capacidad y ponemos al horno unos 20-25 minutos, hasta que estén doradas. 
Las sacamos del horno y cuando estén frías, espolvoreamos con azúcar glas. Y ya están listas para comer. 



Como veis, es una elaboración muy sencilla pero de lo más lucida. Quedan muy bien para poner en un desayuno un poco especial, así que no dudéis en poneros manos a la obra, y prepararlas para el fin de semana. Hasta la próxima.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Papas con choco


Hoy os traigo un guiso tradicional de la zona oeste de Andalucía, que es muy fácil de hacer y que ahora que hace bastante frío, por lo menos esta semana, se agradece un plato calentito como este.
En la parte occidental de Andalucía a este cefalópodo, de cuerpo redondeado, patas cortas y carne gruesa se le conoce como choco, pero en la parte oriental de donde somos nosotros, lo conocemos como jibia y ahora estamos en temporada. Los que empiezan a llegar a los mercados no son muy grandes, pero son bastante gustosos y hacen unos guisos la mar de ricos. 
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes:

1 jibia de unos 750 g limpia y troceada
8 patatas medianas
1 cebolla
2 ajos
1 pimiento rojo
1 tomate
100 guisantes
laurel
200 ml vino blanco
1 l caldo de pescado (si  es casero mejor)
Azafrán
Aceite y sal

Elaboración:

En primer lugar, cortamos la cebolla en dados pequeños, rallamos los dientes de ajo y cortamos el pimiento también en cubos pequeños. Los ponemos todo en una olla con aceite y rehogamos.


A continuación, rallamos el tomate y lo añadimos, dejando hacer bien el sofrito, que va a ser a base de nuestro guiso.


Una vez esté listo el sofrito, añadimos la jibia cortada en trozos, y mareamos, para añadir a continuación los 200 ml de vino blanco, dejando cocinar unos 10-15 minutos. En este punto, añadimos el laurel, el caldo de pescado y el azafrán o colorante, y dejamos cocinar otros 15  minutos, para conseguir que la jibia se quede bien tierna.


Una vez casi cocida la jibia, añadimos las patatas en trozos irregulares y los guisantes y cocinamos hasta que las patatas se queden tiernas.



Y ya esta listo este pedazo de plato, que se hace en menos de una hora y que calentito nos reconforta en estos días de frío otoñal.



Espero que os haya gustado y que os animéis a elaborar. No se puede congelar, por las patatas, pero antes de añadirle estas, la base con la jibia y demás si se puede congelar y sacar para añadir solo el caldo y las patatas, y terminar de cocinar. Hasta la próxima.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Roscos de anís


Ya estamos acercándonos a las fechas navideñas y  debemos empezar a pensar en laborar dulces típicos de estas fiestas. Y como hay que ir haciendo pruebas, yo he empezado por los roscos de anís al horno, que se hacen de forma muy parecida a los roscos de vino; si pincháis AQUÍ podéis acceder a la receta.
Son unos roscos muy sencillos de hacer y que además duran mucho tiempo. Solo hay que tener precaución a la hora de manipularos ya horneados, porque son muy frágiles y se rompen con facilidad.
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes:

500 g harina
225 ml aceite oliva 
120 ml anís dulce
ralladura de limón
5 g matalahuva
azúcar para rebozar

Elaboración:

En primer lugar calentamos el aceite de oliva sin que llegue a humear y fuera del fuego le añadimos la matalahuva y dejamos infusionar hasta que el aceite se enfríe.


A continuación, pasamos a una fuente o al bol de la amasadora, el aceite con la matalahuva (si no queréis encontrar estas pequeñas semillas, podéis colarlo), el anís, la ralladura de limón y la mitad de la harina y comenzamos a amasar.



Una vez integrada la mitad de la harina, incorporamos el resto y amasamos hasta que tengamos una masa que se despegue de las manos, pero que no esté dura.
Dejamos reposar la masa unos 20-30 minutos y procedemos a elaborar los roscos. 
Tomamos porciones de unos 30 g y ponemos en un plato.


Hacemos bolas con las porciones de masa y les hacemos un agujerito en medio. Y vamos poniendo en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Hacemos todos los roscos antes de comenzar con el horneado.


Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos unos 25 minutos. Estos roscos no se doran, se quedan blanquitos, así que tenéis que dejar  ese tiempo para que estén bien cocidos.
Una vez fuera del horno, se pasan por azúcar, ya que por si no os habíais dado cuenta, no llevan nada de azúcar en la masa.
Una vez emborrizados, se pasan a un plato y se dejan enfriar del todo antes de guardar en una caja de lata, donde se conservan como recien hechos mas de un mes. Aunque están tan ricos, que  dificilmente superarán la semana.




Ya podéis empezar con estas elaboraciones prenavideñas, ya que siempre es bueno ir haciendo pruebas para ver que es lo que mas gusta en casa. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Trenza de pan dulce a la canela


La receta que traigo hoy es una trenza de pan dulce a la canela, receta dulce, aunque no tanto, que además se puede congelar, con lo que podemos hacer un par de ellas y congelar en trozos para tomar en los desayunos de los fines de semana. En este caso, las preparé justo el día antes de que entrara el frío y se me pasó de fermentación un poco, ahora que hace mas fresco, necesitará mas tiempo para fermentar, pero será mas fácil controlar la fermentación. No es difícil de realizar, aunque es un poco laboriosa, ya que lleva doble fermentación, estirado, relleno, cortado y trenzado. Pero no os asustéis, seguid leyendo y veréis como al final todos estos pasos son sencillos de realizar.

Ingredientes:

500 g harina
200 ml leche
ralladura de naranja o limón
50 g aceite oliva
50 g azúcar
25 g levadura fresca
2 huevos
25 g azúcar moreno+10 g canela

Elaboración:

En primer lugar ponemos la harina en la amasadora, con el gancho amasador e incorporamos el aceite, la leche templada, el azúcar, la ralladura de naranja o limón, la levadura y los dos huevos batidos.
Amasamos en tres periodos de 5 minutos con descanso de unos 2 minutos entre amasado y amasado. Una vez transcurrido ese tiempo, dejamos reposar unos 10 minutos antes de pasar a la mesa enharinada.
Boleamos en la mesa y ponemos en un bol con aceite, dejando fermentar hasta que doble su tamaño.
Una vez doblado, pasamos de nuevo a la mesa y desgasificamos. Estiramos en un rectángulo con ayuda de un rodillo y ponemos la mezcla de azúcar y canela a modo de relleno. Enrollamos como si fuera un brazo de gitano y partimos a la mitad. A cada mitad le hacemos tres cortes a lo largo y trenzamos, sellando bien los bordes.
Pintamos con huevo y dejamos fermentar de nuevo hasta que doble su tamaño.
Horneamos a 170ºC (horno precalentado), y cocemos unos 20 minutos. Si comienza a dorar en exceso por arriba, bajad la temperatura del horno a 160ºC.
Una vez horneado, dejamos enfriar antes de servir. Una vez esté bien fría, podemos cortar y congelar. Cuando se descongela queda como recién hecha y haciendo mas cantidad, aprovechamos mejor la energía que se consume al hornear.













Espero que os haya gustado y que os animéis a hacerla, no es difícil y está estupenda. Hasta la próxima.

jueves, 25 de octubre de 2018

Gulash checo



Esta semana os traigo un guiso de ternera, gulash. Es un plato que comimos cuando viajamos a Praga la pasada primavera y que desde entonces se ha convertido en uno de los favoritos de casa. No es un plato difícil de elaborar pero si lleva bastante tiempo. Lo bueno es que esta mejor de un día para otro y además, soporta bastante bien la congelación, así que podéis hacer mas cantidad y congeláis para otras ocasiones. En la República Checa lo suelen comer con un tipo de pan hervido, pero a mi particularmente no me gustaba demasiado y por eso no he buscado la receta para hacerlo como lo tomaban allí.

Ingredientes:

2 cebollas
pimentón dulce
harina
1 kg ternera para guisar 
2 cervezas tipo checo (total 1 litro)
mantequilla
aceite
sal

Elaboración:

Cortamos las cebollas en juliana y las ponemos en la olla con aceite de oliva y un poco de mantequilla, y las dejamos hacer hasta que estén bastante blanditas. Hay que ponerlas a fuego lento con un poco de sal y moverlas de vez en cuando para evitar que se quemen.


Una vez bien pochada la cebolla, añadimos una cucharada de pimentón dulce y una cucharada de harina y mareamos a fuego lento para que no se nos queme el pimentón.


Incorporamos la carne y sellamos bien. 



Añadimos las cervezas y dejamos que comience a hervir. Bajamos el fuego y dejamos hacer a fuego medio bajo de 2 y media a 3 horas, moviendo de vez en cuando. Si veis que se queda con poco liquido podemos añadir un poco de caldo.


Una vez que haya pasado ese tiempo, rectificamos de sal, y apartamos del fuego, dejando reposar de un día para otro para tomarlo.


La salsa se queda espesita y bastante trabada, y está muy bueno con puré de patatas, ya que vamos poniendo salsita en el puré y nos queda un plato de rechupete.


Espero que os haya gustado y os animéis a hacerlo, es muy fácil y esta de rechupete. Hasta la próxima.

lunes, 8 de octubre de 2018

Fartóns


Hoy os traigo  una receta  mas veraniega que otoñal, ya que aquí aun estamos de playeo. Hoy ha empezado a refrescar, pero a mediodía aun teníamos unos 26ºC, que sin aire hace que la playa aun apetezca. Por ese motivo me he decidido a elaborar fartóns, unos dulces de origen levantino que se consumen acompañados de una buena horchata fresquita.
El fartón es un dulce típico del municipio valenciano de Alboraya (España) y consiste en un bollo alargado blando, dulce y absorbente que se moja en horchata, una bebida refrescante obtenida a partir de la chufa. Aunque en el levante se asocie a la horchata, al ser un bollo ligero y esponjoso, que se elabora con aceite de girasol y no con manteca, es muy apropiado para consumir con bebidas calientes como el chocolate a la taza o incluso con café con leche, siendo un dulce ideal para desayunos o meriendas.

Ingredientes:

250 g harina
50 ml agua o leche
50 g azúcar
25 g levadura fresca
1 huevo
50 ml aceite de girasol
pizca de sal
Azúcar glas

Elaboración:

La elaboración de estos fartóns es muy sencilla, ya que no necesitan prefermento y la fermentación es rápida. Lo que si hay que tener en cuenta es que se utiliza el doble de levadura que se usa de forma habitual, lo usual son 25 g de levadura fresca por 500 g de harina, y aquí, son 25 g de levadura por 250 g harina.
En primer lugar templamos la leche o el agua y diluimos la levadura. Ponemos en la amasadora la harina, la levadura diluida, el huevo y el azúcar y  amasamos bien.
Pasados unos 5-7 minutos, incorporamos el aceite y la pizca de sal y seguimos amasando hasta obtener una masa que se despegue de las paredes, aunque queda un poco pegajosa.
Pasamos la masa a una mesa enharinada y dejamos que doble su tamaño.
Una vez fermentada, cortamos en porciones de unos 50 g y boleamos ligeramente.
Con ayuda de un rodillo vamos estirando cada una de las porciones, de forma que se nos quede un rectángulo de masa bien fina pero que no se rompa. Para poder hacerlo con mayor facilidad, enharinamos la mesa.
A continuación, enrollamos la pieza estirada de la masa por el lado mayor haciendo una especie de rollo y los ponemos separados en una bandeja de hornear.
Dejamos fermentar un poco (esta vez no llega a doblar) y horneamos a 170ºC unos 10-12 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
Mientras se hornean, preparamos la glasa que los va a cubrir. Ponemos azúcar glas en un cuenco y añadimos un poco de agua, mezclando bien hasta obtener una gasa espesa.
Recién salidos del horno los pintamos generosamente con esta glasa y cuando estén fríos, volvemos a pintar con glasa y dejamos secar.



Como veis es un dulce muy sencillo de hacer y está muy rico. Para ser los primeros han tenido bastante éxito. Y aunque el verano se este yendo y el fresco empieza a abrirse paso, podemos tomarlos con chocolate caliente. Así que ya no hay excusas para no lanzarse a elaborar estos deliciosos fartóns. Hasta la próxima.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Caponata siciliana de berengenas


Después de mas de dos meses sin publicar, vuelvo a retomar con mas ganas que nunca las recetas de cocina del blog. Este verano ha sido de descanso, de disfrutar de los niños, de playa y como no, de cocinar, fotografiar y guardar para tener material para este ultimo trimestre del año. Y empezamos con un plato vegano y muy apropiado para la época otoñal, caponata siciliana de berengenas, ya que el otoño es el tiempo de esta hortaliza; a pesar de que gracias a los cultivos bajo plástico, podemos encontrarla a lo largo de todo el año.
La caponata siciliana es un guiso de verduras cuyo principal ingrediente son las berengenas. Es muy fácil de hacer y mi versión es menos calórica que otras que circulan por ahí, ya que yo no frío la berengena, sino que la dejo pochar en muy poco aceite.
La caponata  es un guiso clásico de la cocina siciliana elaborado principalmente con berenjenas, apio, tomates, aceitunas, cocinados en aceite de oliva y acompañado de alcaparras. Existen multitud de variantes de este plato a lo largo de Sicilia e Italia, siendo un guiso que se sirve como acompañamiento o incluso, como salsa para pasta.
Y ahora vamos con los ingredientes y la elaboración de este rico plato.

Ingredientes:

2 berengenas
1 cebolla
1 diente de ajo
2 ramas de apio
100 aceitunas verdes en rodajas
alcaparras
4 tomates triturados
vinagre
comino
aceite y sal

Elaboración:

En primer lugar pelamos y cortamos las berengenas en dados pequeños y las ponemos en una olla con un poco de aceite y un poco de sal. Dejamos cocinar hasta que estén bien blanditas. Yo suelo ponerlas a fuego medio y las tapo para que se pochen bien.
Sacamos las berengenas y las reservamos.
Cortamos la cebolla y el ajo muy pequeño, y el apio en daditos.
Ponemos un poco mas de aceite en la olla y rehogamos la cebolla y el ajo. Añadimos a continuación el apio y seguimos pochando.
Una vez estén hechas las verduras, añadimos las aceitunas cortadas en rodajas y un puñado de alcaparras (a vuestro gusto) y damos unas vueltas. Incorporamos el tomate triturado, una cucharadita de comino y unos 30-50 ml de vinagre (si no sois muy fans del sabor de este, ponéis un poco menos). 
Dejáis reducir a fuego medio hasta que tengamos una salsa espesa. En este punto, añadimos de nuevo las berengenas, rectificamos de sal y dejamos cocinar unos 5-10 minutos para que la berengena se impregne de los sabores de la salsa. Y ya esta lista la caponata.
Es un plato que se toma templado o frío. Esta muy bueno acompañada de un buen pan tostado, como una especie de bruschetta, que es la versión italiana de nuestras tostas.



Espero que os animéis y hagáis este plato. Es una delicia y para nosotros ha sido todo un descubrimiento. Y ya iré subiendo las recetas de las elaboraciones que he realizado este verano. Hasta la próxima.

lunes, 16 de julio de 2018

Torta de millo de Guitiriz (a mi manera)


Hoy, tras 10 días en los que he estado descansando del blog, pero no de vacaciones, volvemos a la carga con una receta gallega, esta vez típica de la provincia de Lugo, una torta de maíz o millo de Guitiriz. Realmente, es una versión de la receta que encontré en un blog, La Cocina de Frabisa,  muy completo, ya que no solo contiene recetas dulces, sino que también tiene un apartado dedicado a menús semanales, recetas gallegas y mas. Si queréis echarle un vistazo solo tenéis que pinchar sobre el nombre y os enlaza directamente con su pagina de inicio.
Esta torta de millo se elabora con manteca de vaca, pero como aquí es mas difícil de encontrar, la he hecho con mantequilla y he de decir que esta muy rica. Es un bizcocho mas seco de lo normal, por la harina de maíz (que no es maicena), pero esta muy rico con leche y además, si os queda, aguanta muy bien 2-3 días en una caja de lata.
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes: (para un molde de 15 cm de diámetro)

65 g harina de maíz (no maicena)
75 g harina de trigo
3 huevos medianos
115 g azúcar
5 g impulsor
100 g mantequilla
Aroma opcional (yo añadí ralladura de limón)

Elaboración:

Separa las claras de las yemas y bate las claras a punto de nieve y reserva.
En una batidora, bate la mantequilla  con el azúcar hasta que estén bien mezcladas.
Añade de una en una las yemas, integrando bien cada una de ellas antes de añadir la siguiente.
Incorpora las harinas y el impulsor y mezcla con ayuda de unas varillas.
Incorpora las claras a punto de nieve con ayuda de una espátula y con movimientos envolventes para que no se nos bajen.


Precalentamos el horno a 170ºC y preparamos el molde, engrasándolo y cubriendo de papel de hornear la base. Vertemos la masa en el molde.


Horneamos a 170ºC unos 10-15 minutos, y cuando empiece a dorar la superficie, bajamos la temperatura a 150ºC y dejamos hornear otros 15-20, o hasta que esté listo. 
Sacamos del horno, pero hay que esperar hasta que este casi frío para desmoldar, ya que se nos puede romper.


Una vez bien frío, pasamos a un plato de servir y espolvoreamos con azúcar glas. Y ya está listo para merendar.
Espero que os gusten estas recetas gallegas que hemos hecho para el blog, ya que, debido a que Edu vive ahora por esas tierras, estamos intentando elaborar aquellos platos que hemos probado allí y nos han gustado. Hasta la próxima.