jueves, 25 de febrero de 2016

Torta de chocolate y frambuesa-Reto Afabeto Dulce


Este año me estreno en un nuevo reto, en este caso el Reto Alfabeto Dulce. Son un grupo de blogeros que se reunen todos los meses para elaborar un plato cuyo ingrediente principal se elige según una letra del alfabeto. Una vez elegida la letra, uno de los blogs es elegido para determinar el ingrediente del mes, y una vez los blogeros participantes conocemos ese elemento, se elabora un plato dulce en el que predomine ese elemento. Os voy a poner el logo del reto y el enlace donde podéis conocer todos los detalles, por si estáis interesados. La verdad es que esto de los retos engancha, yo ya participo en tres, este, el de Cooking the Chef (ya voy por mi quinta participación) y el reto Bake the world, con el que al igual que este, me estreno este mes. 


Podeis conseguir información sobre este reto pinchando aqui, Reto Alfabeto Dulce. Parece que hay una forma de enlazar la foto al enlace web, pero mi torpeza es tal, que no lo he logrado. Intentaré buscar como se hace para posteriores retos. 

Este mes la letra que tocaba era la X, muy dificil para encajarla, ya que es muy dificil encontrar un ingrediente, ya no solo que empiece por X, sino que la contenga. Sin embargo, Kim que fue la blogera elegida por sorteo para decidir el ingrediente principal y autora del blog Mango & Cerezas, se lo ha currado muy bien. Y ha investigado, averiguando que el nombre azteca del chocolate es Xococlat, con lo que este ha sido el ingrediente elegido, el chocolate. 

Y ahora vamos con la receta, una torta de chocolate con frambuesas, muy jugosa y con mucho sabor a chocolate, y con un contraste entre el ácido de la frambuesa y el amargo del chocolate que la hace especialmente apetecible para adultos. Quizas para niños, sería recomendable usar chocolate con leche en lugar de negro, aunque mi sobrina Carmen con solo 4 años, se la comía como si nada. Así que dependiendo de los gustos en vuestras casas, podéis usar un tipo de chocolate u otro.

Ingredientes:
2 huevos
250 g yogur natural
250 g queso de untar
140 ml aceite girasol
220 g harina
40 g cacao puro
230 g azúcar
15 g levadura química




Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes líquidos en un bol y mezclamos bien con unas varillas o con una batidora.
Tamizamos sobre la mezcla anterior la harina, el cacao y la levadura y mezclamos bien. A continuación, incorporamos el azúcar y homogeneizamos. Es una batida muy sencilla que se puede hacer a mano sin necesidad de usar una batidora, aunque si la tenemos con el accesorio batidor, nos va a resultar mas sencillo de realizar.


Precalentamos el horno a 170ºC y engrasamos un molde de 26 cm, cubriendo el fondo con papel de hornear. De esta forma, evitaremos que se nos pegue y será mas sencillo el desmoldeado.


Ponemos la masa en el molde y pasamos al horno.


Tenemos en el horno 20 minutos a 170ºC, y despues bajamos la temperatura del horno a 150ºC y dejamos unos 40 minutos mas. Tarda casi una hora en hornearse ya que al llevar mucho cacao es un bizcocho muy húmedo, tipo brownie. No sube demasiado, con lo que es mas facil añadirle la cobertura de chocolate y disponer las frambuesas sobre la torta de forma bonita.



Una vez  esté la tarta bien fria, fundimos unos 150 g de chocolate negro en el microondas y lo añadimos por encima, disponiendo a continuación las frambuesas por encima de la torta.



Y aqui esta mi aportación al reto Alfabeto Dulce del mes de febrero. Me ha encantado participar en este reto y espero con ansias el ingrediente del mes que viene. Hasta la próxima y espero que disfruteis haciendo esta torta. 

Tortillas de maiz-Reto Bake the World


Con estas tortillas de maíz inauguro mi participación en el reto Bake the World. Con este reto lo que se pretende es conocer los diferentes tipos de panes que existen en el mundo, que son incontables, eligiendo cada mes uno en particular invitando a cada uno de los bloggeros participantes en el reto a reinterpretar el pan elegido. 
Yo los había estado siguiendo durante varios meses sin atreverme a tomar parte en el, pero me decidí tras ver el reto del mes de enero, Pan Payés, que es un pan que nos encanta y del que he hecho algunas de las versiones que los diferentes participantes daban en sus blogs. Así que dicho y hecho, me puse en contacto con las administradoras del blog y aquí esta mi humilde participación en el reto del mes de febrero, al que han correspondido unas sencillas, pero no por ello menos deliciosas Tortillas de Maíz.

La tortilla de maíz es el símbolo más antiguo de la cultura culinaria de México . Sin importar la clase social a que se pertenezca, este tipo de tortilla junto a los frijoles y el chile constituye la dieta básica del 94 por ciento de los mexicanos, lo que significa que se producen unos 12 millones de toneladas al año. Para este reto, las he combinado con mi particular versión de guacamole casero, ya que si un oriundo de ese maravilloso país que es México conociera mi receta, se echaría las manos a la cabeza.
Volviendo a la historia de las tortillas de maíz, su origen es tan antiguo como la historia del propio cereal. Se cuenta que Quetzalcóatl bajó al Mictlán, lugar de los muertos, y allí tomó unos huesos de hombre y de mujer y fue a ver a la diosa Coatlicue. Esta diosa molió maíz junto con los huesos, y con esa pasta se creó a la humanidad. Las evidencias que se han encontrado para ubicar los primeros cultivos de maíz datan del año 7000 a.C. y la  elaboración y consumo de la tortilla tiene una antigüedad similar.

Y ahora vamos con la elaboración tanto de las tortillas de maíz como del guacamole.

Ingredientes:
2 tazas de harina de maíz PAN (se puede comprar en Carrefour)
2 tazas de agua templada
5 g sal

Elaboración:

Para estas tortillas hay que utilizar una harina de maíz especial, yo usé de la marca PAN, no maicena. Es una harina precocida, estilo polenta y la hay mas blanca y otra mas tostada. Yo compré la blanca, pero son iguales en tamaño del grano, solo varía el grado de tostado.
Ponemos la harina en un bol, añadimos la sal y el agua templada y mezclamos bien hasta formar una masa que no se pegue en las manos.
Dejamos reposar unos 10 minutos y preparamos una sartén antiadherente.
Cortamos la masa en unos 10-12 trozos, dependiendo del tamaño de nuestra sartén y hacemos bolas. Reservamos.
Preparamos dos bolsas de congelar abiertas y ponemos una sobre una mesa, encima colocamos una bola, la cubrimos con la otra bolsa y aplastamos por parejo con una bandeja de hornear de cristal para poder observar como se va extendiendo y redondeando de forma casi mágica. 
Cuando este muy fina, y tengamos la sartén bien caliente, la separamos de la bolsa y la pasamos a la sartén, donde damos unos golpes de dentro hacia afuera para que se hagan bien y se abombe un poco. A mi esta parte me salió regular, pero han sido las primeras y nos han gustado tanto, que no serán las ultimas.
Una vez están hechas por un lado, les damos la vuelta con ayuda de una espátula y dejamos hacer por a otra cara.
Al principio es un poco lioso, pero una vez le coges el truco, se hacen rápido.



Aun cuando no están del todo perfectas, salieron muy ricas y acompañadas de mi "guacamole" fue un aperitivo perfecto para celebrar que mi hija había venido a pasar el fin de semana y como es mejor que yo haciendo fotos, fue ella la que tomo las fotos para este reto.

Y ahora vamos a por mi "guacamole", que es muy fácil de hacer y está muy rico.

Ingredientes:

3 aguacates medianos maduros
1 tomate grande
1 cebolla dulce mediana
sal
zumo de limón
1 cucharada de extracto de chile

Elaboración:

Ponemos en una picadora el tomate y la cebolla con el zumo de limón y la sal y picamos bien. 
Pasamos a un bol y mezclamos con el extracto de chile.
Pelamos los aguacates y los chafamos con ayuda de un tenedor.
Mezclamos el aguacate con la picada de tomate y cebolla y mezclamos bien. Tapamos con un papel film y reservamos en la nevera hasta la hora de servir.
Cuando lo vayamos a servir, lo movemos bien para integrar todos los sabores y servimos con las tortillas de maíz que elaboramos anteriormente.






Espero que os guste esta participación en el reto Bake the World. Os voy a dejar su logo y pinchando aquí, podéis conocer todos los detalles. 
Hasta la próxima.


domingo, 21 de febrero de 2016

Magdalenas veganas


Tras las galletas de la semana pasada, esta semana he decidido optar por unas magdalenas caseras pero en su versión vegana, es decir, sin huevo ni leche animal. Ni que decir tiene, que no aprecias ni en su sabor ni en su elaboración el hecho de que sean veganas, con lo cual, podéis hacerlas en casa aun cuando ninguno de vosotros practique esa opción de alimentación. 
Es verdad que circulan muchas recetas por internet de dulces veganos, pero en muchas ocasiones utilizan ingredientes difíciles de encontrar en ciudades pequeñas. También, a veces, utilizan algunos sustitutos del huevo que no son del todo naturales. Para estas que os traigo aquí, utilizaremos ingredientes que se pueden encontrar en cualquier super de barrio y muy fáciles de hacer. Y con la particularidad de no ser diferentes a las caseras que llevan huevo y leche de vaca, así que aunque no seáis veganos, os animo a hacerlas, son un gran descubrimiento.

Con estas cantidades han salido 16 magdalenas de unos 30 g por unidad. Nos aportan 294 Kcal/100g y por unidad, encontramos un aporte calórico de 92 Kcal. 


Ingredientes:

150 g harina trigo
60 g maicena
85 g azúcar
170 ml leche de soja
40 ml aceite de girasol
10 g levadura química
30 g harina de garbanzos (opcional)
Ralladura de limón














Elaboración:

Mezclamos el aceite con la leche de soja y mezclamos bien con ayuda de unas varillas. Para esta receta no hace falta utilizar batidora, a mano se puede hacer perfectamente.
Añadimos el azúcar y la ralladura de limón. También podéis usar una naranja, que ahora estamos en temporada.
Mezclamos bien y tamizamos las harinas, excepto la de garbanzos, con la levadura sobre los líquidos y mezclamos hasta integrarlas del todo en la mezcla.
Mezclamos la harina de garbanzos con un poco de agua para hacer una pasta. Este preparado da un poco mas de cuerpo a las magdalenas, pero si no tenéis este tipo de harina, podéis omitir este ingrediente.
Añadimos esta pasta a la batida anterior y mezclamos bien. Dejamos reposar mientras se calienta el horno a 170ºC.


Preparamos una bandeja de cupcakes con cápsulas de papel. Esta vez he usado unas cápsulas con un animal print la mar de monas.


Rellenamos las cápsulas con ayuda de una cuchara o un dosificador de helados hasta unos 2/3 de su capacidad. Ponemos un poco de azúcar por encima.


Horneamos entre 20-25 minutos, y si una vez cocidas, se os quedan blanquitas; la falta de huevo hace que no se doren demasiado por encima; podéis poner el grill a 200ºC unos 2-3 minutos, con un cuidado extremo, ya que se nos pueden quemar.


Las dejáis enfriar y ya están listas para tomar. Están muy ricas y jugosas. Además, esta receta no es solo para veganos, las personas con intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína del huevo también las pueden tomar, ya que son libres de estos dos alérgenos. Así que no hay excusas para no ponerse manos a la obra con estas deliciosas magdalenas.





En la foto anterior se puede observar como están de esponjosas. Espero que os haya gustado esta incursión n la cocina vegana. Para mi han sido un descubrimiento, ya que no he necesitado ningún ingredientes especial. El próximo 25 hago doblete con los retos de Bake the World y Cook the Cake. Los compartiré y espero que os gusten. Hasta la próxima.



domingo, 14 de febrero de 2016

Galletas de centeno y avena


Después de un par de semanas con muffins volvemos a las galletas, en este caso unas galletas muy especiales ya que están elaboradas con aceite de oliva y harina de centeno y avena, lo que las hace muy ricas en fibra. Son saciantes y muy sanas, no podemos pedir a unas galletas. Quizás un poco de chocolate no les vendrían mal, pero yo las he abierto y tal como veis en la foto, me las tomé con mermelada de uva y mango, una autentica delicia. Estas mermeladas son caseras y elaboradas por mis amigos Rafa y Antonio de Casa de Avío. Son unas mermeladas caseras diferentes, con sabores muy originales elaboradas en Almería. Visitad su página web en el enlace que os dejo y echad un vistazo a sus elaboraciones, no solo tienen mermeladas, también elaboran aceites aromatizados, compotas, jaleas, dulces caseros etc. Merece la pena una visita a su página y perderse entre todo lo que ofrecen, intentando decidir que probar primero. Sus elaboraciones son exquisitas y con unas mezclas sorprendentes, no dejéis de probarlas. En esa misma página podéis realizar los pedidos o informaros de los puntos de venta.
Y ahora vamos con las galletas de esta semana.

Con estas cantidades han salido 24 galletas que oscilan entre 20-25 gr, las cuales nos aportan 90 Kcal por unidad y 425 Kcal/100 gr.

Ingredientes:
80 g aceite oliva suave
150 g azúcar moreno
1 huevo
110 g harina de centeno
60 g harina de trigo
55 g avena en copos
5 g levadura química
Ralladura de naranja
Zumo de media naranja



Elaboración:

Precalentamos el horno a 180ºC.
Ponemos en un bol todos los líquidos y mezclamos bien.
Añadimos el azúcar y la ralladura de naranja.
Incorporamos las harinas y la levadura y mezclamos bien. Añadimos la avena y se nos tiene que quedar una masa un poco pegajosa. 
Formamos bolas con las manos de unos 20-25 g de peso. Nos enharinamos las manos para ayudarnos a formar las galletas y ponemos sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear.




Ponemos en el horno unos 15-20 minutos, teniendo cuidado de que no se nos doren demasiado. Al ser galletas con harina de centeno y ser esta harina de color oscuro, la masa es mas oscura de lo normal, por lo que hay que vigilarlas para evitar que se nos pasen en el horno. Una pista de que están horneadas se puede apreciar en la superficie de las galletas, ya que se cuartean un poco cuando están listas.


Una vez horneadas, las pasamos a una rejilla y dejamos que se enfrien  del todo antes de guardarlas en una caja metálica donde las podemos conservar. Quedan crujientes por el borde y blanditas en el interior, una verdadera delicia.





Os animo a que las preparéis, si no con harina de centeno, con harina integral. Son muy sanas y muy ricas en fibra. Además son fáciles de hacer y se conservan durante mucho tiempo bien guardadas en una caja hermética. Y como ligera indulgencia para el café son una delicia. Ya os contaré los retos a los que me he apuntado este mes. Voy a participar en el reto Alfabeto Dulce y en el reto Bake the World, por supuesto también en el de Cooking the Chef. Os iré dando pistas. Hasta la próxima.

domingo, 7 de febrero de 2016

Muffins de chocolate


Hoy vuelvo con los muffins de chocolate que hacen en Ikea. Bueno, como los de Ikea no se si serán, porque al igual que con los de arándanos, no los he probado nunca, pero son del estilo, aunque supongo, sin pecar de soberbia, que estos estarán mas ricos. Por lo menos es lo que opina mi sobrina Carmen, que se los ha comido casi todos. Y es que a pesar de ser tan chica, el chocolate le puede.
Esta receta la he sacado, como la mayoría, de Internet, pero como casi siempre suele pasarme, la he adaptado a mi forma de cocinar. Me gusta sustituir siempre que se pueda la mantequilla por el aceite de girasol o de oliva suave, ya que es mas sano. Aun así, se queda una masa mas espesa que la de las magdalenas, y esto le da una textura muy jugosa a estos muffins. Además, al llevar pepitas de chocolate, en este caso de chocolate con leche, quedan como húmedas por dentro sin estar poco cocidas, o sea, textura como de brownie.
Y ahora pasamos a la elaboración, que es muy fácil y se puede hacer tanto a mano como usando una batidora, ya que no requiere que se monten los huevos como en las recetas de bizcochos normales. Esta textura del producto junto con el tamaño, diferencia los muffins de las magdalenas.

Hemos obtenido 10 unidades de 45 g cada una, las cuales nos aportan 410 Kcal/100g, y suponen un aporte calórico de 175 Kcal por unidad.

Ingredientes:

1 huevo
85 g leche desnatada
50 ml aceite de girasol
90 g azúcar moreno
140 g harina
1 sobre levadura química
20 g cacao en polvo
100 g pepitas de chocolate




Elaboración:

En primer lugar, mezclamos todos los líquidos y batimos bien, usando una batidora o a manos.
Tamizamos sobre esa batida la harina, el cacao y la levadura y añadimos el azúcar.
Mezclamos bien y añadimos las pepitas de chocolate, las cuales mezclamos con la ayuda de una espátula.


Preparamos una bandeja de horno y precalentamos el horno a 170ºC.  Ponemos las cápsulas en los huecos y rellenamos con ayuda de una cuchara hasta dos tercios de su capacidad. Yo he usado unas cápsulas de cartón muy monas porque eran para mi sobrina, y al ser de cartón, si no tenéis bandeja, son lo suficientemente rígidas como para mantener la forma.


Además son muy monas y las hay de dos tamaños, estas de la foto que son mas pequeñas y otras un poco mas grandes. De las pequeñas, me salieron 10 unidades.
Las ponemos en el horno 15 minutos a 170ºC y 20 minutos a 150ºC, hasta comprobar con ayuda de un palillo que están bien cocidas.


Como llevan mucho cacao, entre el polvo y las pepitas, quedan muy brillantes, pero si queréis otra terminación, podéis espolvorearlas con azúcar glas.

Ahora os voy a poner un serie de fotos de los muffins donde apreciar la buena pinta que tienen.




Y ahora un par de fotos del corte donde se aprecia lo jugosas que han quedado.



Aunque parece que les falta cocción, la parte que parece mas húmeda es debido a las pepitas de chocolate que llevan. Espero que os gusten y hasta la próxima.

viernes, 5 de febrero de 2016

Mar y Montaña


Vuelve el reto de Cooking the Chef y este mes han tenido la genial idea de hacer un homenaje a uno de los chef mas importantes de nuestro país, Joan Roca,  co-propietario junto a sus hermanos del mejor restaurante del mundo, El Celler de Can Roca
Después de investigar el tipo de cocina de este afamado restaurador y comprender, cosa que fue relativamente fácil, que no iba  a estar a la altura de ninguna de las maneras, cayó en mis manos un ejemplar de su libro "Las mejores recetas de mi madre" y entonces vi la salvación. La cocina de su madre si que estaba a mi alcance y entonces empezó la segunda parte de mi reto, que elegir. De entre varias, y una vez descartados los postres, elegí una receta curiosa en mi entorno, de hecho, cuando la comenté, dio lugar a unos comentarios que casi prefiero no reproducir. Pero la decisión estaba tomada y este fin de semana me lancé. Y he de reconocer, aunque suene un poco soberbio, que el resultado ha sido de mojar pan. De hecho, sobró un poco y casi hay peleas por ver quien se llevaba el tupper. Así que, tendré que repetirla e incorporarla a mi repertorio.

Y ahora os dejo el enlace donde podréis ver todas las recetas que participan este mes de enero, http://cookingthechef.blogspot.com/2016/02/joan-roca-cooking-the-chef.html. Espero que os gusten tanto como a mi.

Ingredientes:

300 g de jibia limpia
300 g de cabecero de lomo picado en máquina
150 g guisantes
1 cebolla
1 tomate
4 ajos
1 huevo
10-12 almendras crudas y peladas
1 rebanada de pan
pan rallado
1 vaso vino blanco
2 vasos de caldo de pescado
aceite de oliva
sal y pimienta negra


Elaboración:

Separamos las patas del cuerpo de la jibia y troceamos el cuerpo en trozos regulares.

Picamos las patas muy pequeñas y mezclamos con la carne de cerdo. Aunque la receta original utiliza una mezcla de cerdo y ternera, en casa nos gusta mas usar el cabecero de lomo de cerdo para las albóndigas, ya que es un tipo de carne muy jugosa por la grasa que lleva entreverada.

Salpimentamos la mezcla y añadimos un huevo batido, mezclando bien con ayuda de una cuchara.

Añadimos un par de cucharadas de pan rallado e integramos bien.

Preparamos una sartén con abundante aceite y ponemos a calentar mientras preparamos las albóndigas.

Ponemos un plato con vino blanco y nos mojamos las manos ligeramente para formar las bolas de carne. Las redondeamos con ayuda de las manos y ponemos en un plato.

Las freímos en aceite bien caliente, dorándolas bien, apartamos en un plato cubierto con papel de cocina para absorber el exceso de aceite y reservamos.

Una vez hechas las albóndigas, procedemos a preparar nuestro guiso de mar y montaña.

En el aceite de freír las albóndigas, freímos la rebanada de pan, dos dientes de ajo y las almendras, reservando en un mortero.

En una sartén honda, ponemos un poco de aceite de oliva y añadimos la cebolla junto los dientes de ajo restantes muy bien picados. Sofreímos y a continuación, añadimos el tomate pelado y cortado pequeñito.

Sofreímos a fuego lento, y yo suelo añadir una cucharadita de azúcar a este tipo de sofritos, pero es opcional. 

Una vez tengamos hecho nuestro sofrito, añadimos el cuerpo de la jibia cortado en trozos y damos unas vueltas. Añadimos un poco de sal y mareamos. Ponemos el vaso de vino y los dos vasos de caldo de pescado y dejamos que rompa a hervir.

Añadimos las albóndigas y ponemos a fuego lento unos 10-15 minutos. Transcurrido este tiempo, añadimos los guisantes y cocemos otros 10-15 minutos a fuego lento.

Mientras hacemos la picada de lo reservado en el mortero y pasados los 10-15 minutos, lo añadimos a la olla.

Removemos con cuidado de no romper las albóndigas y dejamos a fuego lento otros 10 minutos.Y ya esta listo para comer.

El resultado, tal y como se ve en las fotos, tiene un aspecto delicioso y además del aspecto, tengo que corroborar que está exquisito. Es una combinación, que a mi me resultaba un tanto extraña, y en casa ni os cuento, pero que tuvo tal éxito, que están deseando que la repitamos.


Queda una salsa de toma pan y moja, y aunque lo acompañamos de ensalada, con unas buenas patatas fritas, debe estar de vicio.



Espero que os guste tanto como a mi. Hasta la próxima