sábado, 30 de abril de 2016

Albóndigas veganas-Reto Cocinillas


De nuevo nos encontramos con Lorraine Pscale y el reto Reto Cocinillas-Lok@s por Lorraine, y este mes toca salado. Elegir este plato ha sido duro, ya que los votantes estaban repartidos entre este plato y los huevos a la escocesa. Yo por mi parte, voté a los huevos, pero finalmente se eligió por mayoría estas albóndigas veganas elaboradas con garbanzos.


De entrada, como en casa tenemos poca experiencia con la comida vegana, no vamos mas allá del hummus, tapenades o cualquier otra cosita sencilla, en cuanto comenté el plato a elaborar, me miraron como si me hubiera vuelto loca y me dijeron que no pensaban probar, que era un plato raro y que los experimentos, para la cocinera, así que no me quedo otra que preparar poca cantidad, solo para un tapeo.
Y, aunque me prometí que solo yo iba a probar el plato, como tengo poca voluntad, dejé que lo probaran para que me dieran su opinión, y me quedé sin albondiguillas. Vamos, que con todos los peros que les habían puesto al plato, luego resultó ser una delicia, picantito, con las albóndigas muy tiernas y ricas. A este publico casero les voy a dar para el pelo, ya no les enseño mas la receta, cierro la cocina, elaboro y ellos a probar, que si no me lían.
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes:
Albóndigas:
300 g garbanzos cocidos (yo use del cocido)
sal
1 ajo
media cebolla
5 g pimentón
un poco de leche
pan rallado
Salsa:
5 g comino molido
5 g cúrcuma
30 g semillas de calabaza
150 g tomate triturado
5 g salsa de chile picante
50 ml vino blanco
Cerezas deshidratadas 

Elaboración:

Como vengo haciendo ultimamente, antes de pasar a a explicación de la elaboración, os pongo un collage con fotos del proceso para que lo visualiceis mejor.


En primer lugar tenemos que cocer los garbanzos o utilizar garbanzos en conserva. A mi gusta mas usar garbanzos cocidos en casa, y cuando pongo cocido, añado de mas y los congelo. De esta manera, puedo preparar hummus casero que a mi hija le encanta.
Ponemos en la picadora los garbanzos, la cebolla y el diente de ajo y trituramos hasta obtener una pasta.
Lo pasamos a un bol y le añadimos la sal y el pimentón y mezclamos bien. Yo he añadido un poco de leche porque se me quedó muy espeso.
Añadir tres cucharadas de pan rallado y mezclar bien. Hacer bolitas con ayuda de las manos.
Preparar una sartén con aceite y cuando esté caliente empezar a freír las albóndigas, moviendo con suavidad que se rompen fácil. Dorarlas un poco y sacarlas sobre papel absorbente. Reservar mientras hacemos la salsa.
Para la salsa ponemos una sartén con un poco de aceite y añadimos la cúrcuma, el comino y las pipas de calabaza y rehogamos bien.
Añadimos el tomate triturado y la salsa de chile (si lo queréis picante) y dejamos hacer. Añadimos el vino blanco y reducimos un poco la salsa. Yo no he añadido sal porque, para mi gusto, no le hace falta, pero si al probarla, la encontráis sosa, añadir sal antes del vino. Dejamos hacer unos 3-4 minutos.
Incorporamos las albóndigas y las cerezas (Lorraine utiliza dátiles, pero yo no tenía) y dejarlas en la salsa unos 5 minutos, moviéndolas con mucho cuidado que se pueden romper.
Servir caliente acompañado de arroz o pasta, ah, y de un buen pan, que la salsa está de mojar pan.




Una vez mas, se puede comprobar que las recetas que esta cocinera realiza, son sencillas en su elaboración, lo que nos ahorra tiempo, pero a la vez, muy trabajadas en sabores, ingredientes y presentación, lo que las hace aptas para comidas con invitados.
Aquí os dejo el enlace con tod@s l@s participantes del mes de abril.
https://www.facebook.com/notes/reto-cocinillas/participantes-reto-abril-2016/1085629521479612
Yo esta vez preparé poca cantidad, pero prometo repetirla para todos mis comensales. Nos vemos el mes que viene visitando el mundo dulce de Lorraine Pascale. Hasta la próxima. 

lunes, 25 de abril de 2016

Vasitos de pomelo y yogurt-Reto Alfabeto dulce


Logo Reto Alfabeto Dulce Cook the cake
Nos encontramos de nuevo ante una nueva edición del reto Alfabeto Dulce, esta vez con variaciones en su dinámica ya que se ha terminado con la primera temporada y la segunda se presenta con novedades, un ingrediente principal y un secundario que deben estar integrados en la receta elegida.

Al descubrir los ingredientes de este mes, Lady Fingers o bizcochos de soletilla y pomelo, he estado dando vueltas a la elaboración a realizar, pero una vez me aclaré las ideas, estas fueron fluyendo en dirección correcta y el postre elegido ha sido todo un éxito en casa, para repetir.
Lo mas difícil, a mi modo de ver, era integrar el pomelo, así que me lancé al mercado por si observándolos, me daban alguna idea. Y así fue, se me encendió la bombillita y me decidí por integrar el pomelo en el postre en forma de mermelada. Elegí pomelos amarillos, azúcar morena y, tachan, tachan, mermelada de pomelo lista para usar.
A estas alturas, no sabia como la integraría, pero con las tostadas está de vicio.
Después vi que hacer los bizcochitos era muy fácil, y me puse manos a la obra. Y el resto, hasta montar el postre fue pan comido. Tengo la yogurtera de Lidl, y tenía yogures cremosos en marcha, así que ya solo quedaba poner manos a la masa y empezar a montar el postre.
En primer lugar, elaboré la mermelada de pomelo.

Ingredientes:
2 pomelos amarillos (600g limpios)
300 g azúcar moreno.

Elaboración:


Mezclamos los pomelos limpios con el azúcar y dejamos reposar unas 5-6 horas para que esta se disuelva antes de cocinar.
Ponemos al fuego y cuando comience a hervir, bajamos el fuego y cocemos hasta que se reduzca a la mitad el líquido que suelta la fruta.
Una vez cocido, pasamos por la batidora, y dejamos templar.
Envasamos en botes de cristal y tapamos, dejando enfriar del todo antes de guardar en la nevera.


Sale amarillita, con un sabor muy rico a pomelo, no muy dulce, pero a mi me ha gustado mucho y en las tostadas con aceite, está especialmente buena. Muy recomendable.

Ahora vamos con la preparación de los Lady Fingers.

Ingredientes:
2 huevos
50 g azúcar
50 g harina

Elaboración:


Precalentamos el horno a 180ºC mientras elaboramos nuestros bizcochitos.
Separamos claras de yemas y ponemos las claras a montar a punto de nieve. Cuando estén casi listas, añadimos la  mitad del azúcar y montamos bien firmes.
Montamos las yemas con el resto del azúcar hasta que estén blanquecinas.
Añadimos las yemas montadas sobre las claras y mezclamos con ayuda de una espátula.
Añadimos la harina tamizada y mezclamos bien para evitar grumos con una espátula haciendo movimientos envolventes para evitar que se bajen las claras.
Preparamos la bandeja de horno con un papel vegetal y cargamos una manga pastelera con una boquilla redonda.
Disponemos los bizcochos en el papel haciendo tiras separadas entre ellas para que al hornear no se nos peguen.
Espolvoreamos con azúcar glas y pasamos al horno unos 8-10 minutos.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre la  bandeja del horno. Templados, separamos del papel y pasamos a una bandeja hasta que se enfríen del todo. Después podemos guardar en una caja de lata. Yo los dejé al aire para que se secaran bien, ya que los quería duros para aportar textura al postre.


Y ahora vamos a montar el postre.

Necesitamos 1 yogurt natural cremoso (casero o tipo griego) con o sin azúcar (si no lleva se la añadimos) para cada dos copas, mermelada de pomelo y los Lady Fingers.


Ponemos los bizcochos troceados en el fondo del vasito.
Añadimos una cucharada generosa de mermelada de pomelo.
Cubrimos hasta la mitad con el yogurt (unos 75 g), terminamos con un poco mas de mermelada y rematamos con un bizcochito.
Dejamos enfriar en la nevera unas 2 horas y ya está listo para comer.




La verdad es que no solo tiene buena pinta, sino que están muy ricos y es un postre muy fácil de hacer, ya que se puede utilizar cualquier tipo de mermelada comprada, es si, que sea de calidad; los bizcochos también se encuentran en cualquier super y el yogurt natural es algo muy común. Así que no hay excusa para no lanzarse a preparar estos vasitos con los que dejareis a vuestros comensales con la boca abierta.


Nos vemos en el siguiente reto del  Alfabeto Dulce, a ver con que dos ingredientes nos sorprenden. Hasta la próxima.

lunes, 18 de abril de 2016

Muffins de chocolate y centeno


Buenas a todos. Con esto de los retos da la sensación que este blog está perdiendo un poco su esencia, que era la de hacer elaboraciones dulces, sencillas y resultonas para que las podáis hacer en casa, y ahora parece que solo me dedico a los retos. Pero no es así, ni mucho menos. Llevo un mes de abril un poco liado, entre campeonatos de volei y viajes, y por esa razón, solo han aparecido las recetas de los retos, pero he ido haciendo e investigando en varias elaboraciones que os iré detallando en sucesivas entradas.
Ahora vamos con unos muffins de chocolate y centeno que no llevan azúcar refinada, sino que están endulzados con miel. Las cantidades que os pongo de miel, si os gusta mucho el dulce, queda un poco escasa, pero tanto en casa como en los ensayos del teatro, gustaron tal cual. Si preferís hacerlos mas dulces, incorporáis mas miel o añadís azúcar moreno, os dejaré las equivalencias para que no os liéis.
Y ahora vamos con la elaboración, si os gusta innovar y las recetas diferentes, os aconsejo que intentéis hacerlas.

Ingredientes:
100 g harina de centeno
80 g harina trigo (normal o integral)
60 g cacao puro sin azúcar
8 g levadura química
2 huevos
160 ml leche de soja
110 g miel (para mas dulces poner 150 g miel o 150 g azúcar moreno)
110 ml aceite girasol




Elaboración:

Ponemos todoslos ingredientes solidos en un bol y mezclamos bien.
Ponemos todos los ingredientes líquidos juntos y batimos con las varillas hasta que tengamos una mezcla homogénea.
Añadimos los solidos en tres veces, integrando bien entre vez y vez.


Precalentamos el horno a 170ºC y preparamos una bandeja de cupcakes con cápsulas de papel.
Rellenamos con ayuda de un dosificador de helados hasta 2/3 de la capacidad de la cápsula.


Horneamos unos 15-20 minutos hasta que al pinchar con una aguja, esta nos salga limpia.


Dejamos templar en la bandeja y después pasamos a una taba hasta que se enfríen del todo. Pasamos a un plato de servir y listas para degustar. Son unos muffins de cacao y centenos, ricos en fibra, con miel y muy buenos para tomar en el desayuno. Además aguantan muy bien la congelación, así que si los hacéis, podéis congelar y sacar conforme las vayáis terminando.





Espero que os haya gustado esta entrada. Tengo varias recetas en espera, así que supongo que estaré de vuelta prontito. Hasta la próxima.

domingo, 17 de abril de 2016

Apfelküchle-Reto Cocinas del Mundo destino Suiza


Nos encontramos ante un nuevo destino del reto Cocinas del Mundo, en esta ocasión Suiza, país centroeuropeo, reconocido internacionalmente por su turismo de montaña y como no, por su industria quesera, el chocolate, las navajas suizas, los bancos y los relojes.



El país destino de este mes ha sido elegido por una tocaya, La Cocina de Mar, que tiene un blog muy chulo que podéis visitar pinchando el enlace. Ella sera nuestra anfitriona en Suiza.
Suiza es una república federal dividida en 26 cantones, con cuatro idiomas oficiales y sede de diversos organismos internacionales como la UEFA o la Cruz Roja.
Debido en parte a su neutralidad, es un país multicultural, cuya gastronomía se ve influenciada por aquellas nacionalidades que la habitan. Sin embargo, podemos encontrar un denominador común entre todos sus cantones y es el uso del queso en sus platos típicos como la Fondue o la Raclette, y el uso de la patata, como es el caso de los Röstis.
Desde el punto de vista de su repostería, es muy común el uso del chocolate en sus postres y tartas, pero en este caso, yo traigo uno de los postres que se consumen en el cantón de Zurich, Apfelküchle o buñuelos de manzana, que suelen ser servidos con Vanille-Eis o helado de vainilla. Después de indagar sobre gastronomía suiza y de descartar lo típico con queso o patata, y tras pasar unos días en Zurich, un suizo me recomendó este postre, me explico como lo hacen en su casa y aquí lo tenéis. Es super sencillo y está muy rico, quizás para la operación bikini no es muy recomendable, pero, una pequeña indulgencia siempre viene bien.
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes:
2 manzanas (he usado una granny smith y una golden)
100 ml agua con gas
50 ml leche
pizca de sal
5 g levadura química
125 g harina
10 g azucar

Elaboración:

En primer lugar preparamos la pasta para rebozar las manzanas. Mezclamos todos los ingredientes, excepto las manzanas y con ayuda de las varillas hacemos una pasta homogénea sin grumos y dejamos reposar unos 10-15 minutos.
Preparamos una sartén con aceite, un plato con papel absorbente y un plato con azúcar y canela para rebozar.
Pelamos las manzanas y las descorazonamos. Cortamos en rodajas de unos 4-5 mm.
Calentamos el aceite, pasamos las rodajas de manzana por la pasta, y ponemos a freír cuando el aceite esté caliente. 
Vamos friendo por tandas, procurando que no se nos quemen y dándoles la vuelta para dorarlas por ambas caras.
Una vez doradas, las sacamos de la sartén con ayuda de una espumadera y pasamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Templadas, rebozamos en canela y azúcar y las pasamos al plato de servir.


Espero que con este montaje os sea mas fácil visualizar los pasos de la elaboración.


La verdad es que están muy ricas solas, pero en Zurich nos las sirvieron con helado de vainilla y nos comentaron  que también se pueden servir con una crema de vainilla, que por la explicación debe ser similar a unas natillas o crema inglesa.


Como veis, la manzana queda muy blandita y jugosa, a pesar de estar cruda, y no es un postre muy aceitoso, quedan unos buñuelos crujientes por fuera y jugosos y blanditos por dentro.
Y hasta aquí mi aportación al reto Cocinas del Mundo con destino Suiza. Deseando emprender viaje de nuevo. Hasta la próxima.

domingo, 10 de abril de 2016

Kozunak-Reto Reposteras por Europa


Hoy empieza mi participación en el reto Reposteras por Europa, en el cada mes se visita un país europeo y se elabora una receta dulce típica del país a visitar.


Como podéis comprobar, tiene un logo precioso, y aunque a esto de los retos me voy apuntando tarde, esto es adictivo y cada vez hay ganas de mas. Este es mi quinto reto, y cada vez estoy mas enganchada.
Bueno, ahora centrándonos en el reto Reposteras por Europa, este mes vamos a visitar Rumanía, que es un país ubicado en Europa Central, en la frontera con el mar Negro. Limita con Hungría y Serbia al oeste, Ucrania y Moldavia al noroeste y al este, y con Bulgaria al sur. .Rumanía es el noveno país más grande de la Unión Europea por área, y cuenta con la séptima mayor población con más de 19 millones de habitantes. Su capital y ciudad más poblada es Bucarest, que es la décima ciudad más grande de la Unión Europea.
De entre su gastronomía, en este reto hemos de elaborar un plato dulce, los cuales, en muchas ocasiones, expresan instantes festivos. El que yo he elegido, es uno de los más populares fuera de sus fronteras el Cozonac o Kozunak, (un pastel dulce), se consume pricipalmente en época navideña, aunque también es consumido para Año Nuevo y por Pascua. Los hay con diferentes rellenos, chocolate, nueces, semillas de amapola, etc, y es laborioso de preparar, aunque no es muy difícil, como vereis mas adelante.
Y ahora, vamos con la elaboración.

Ingredientes:
250 g harina
75 g azúcar
25 g mantequilla
1 huevo
65 ml leche
15 g levadura fresca
ralladura naranja
2 cucharadas cacao+ 2 cucharadas azucar (relleno)




Elaboración:

Ponemos en la amasadora todos los ingredientes, excepto los del relleno y amasamos como de costumbre hasta que tengamos una masa homogénea y lisa que se despegue de las paredes.
Pasamos a mesa enharinada y dejamos reposar 10 minutos.
Pasamos a un bol engrasado y tapamos con un paño. Dejamos fermentar hasta que doble su tamaño.
Una vez fermentado, pasamos de nuevo a la mesa, desgasificamos y dividimos en cuatro partes. Reposamos unos 5 minutos y estiramos con ayuda de un rodillo cada uno de los trozos, procurando que se nos queden unos rectángulos lo mas parejos en tamaño.
Mezclamos las dos cucharadas de cacao con las de azucar y rellenamos cada uno de los rectángulos. Enrollamos como si fuera un brazo de gitano y después, enrollamos de dos en dos, volviendo a enrollar de nuevo hasta tener una sola pieza. 
Pasamos a un molde rectangular y dejamos fermentar de nuevo hasta doblar.
Con el collage que he preparado, quedará mas clara la explicación anterior.


Precalentamos el horno a 180ºC, pintamos con huevo batido y espolvoreamos con azúcar. Ponemos en el horno unos 20 minutos, con cuidado ya que se suele tostar por la superficie. Para evitar esto, una vez dorado, tapamos con un papel de aluminio.
Sacamos del horno y templado desmoldamos y dejamos enfriar antes de consumir.


Queda como una especie de pan dulce, pero no demasiado. Recién hecho está muy esponjoso, y conforme han ido pasando los días, lo estamos tomando tostado, y casi que lo preferimos así. Pero esta bueno de las dos formas.


Yo lo preparé este año para celebrar la Pascua, en lugar de hacer una mona. Aquí no hay costumbre de monas y vamos cada año cogiendo costumbres de diferentes lugares, pero este Cozonak ha venido para quedarse y lo repetiremos, sin esperar a Pascua de nuevo.



En el corte se aprecian as capas con el cacao y el trenzado. Es muy curioso y merece la pena el tiempo que se le dedica a la elaboración. Espero que os haya gustado, ya que yo he disfrutado un montón investigando sobre los dulces típicos rumanos y sobre sus costumbres. Nos vemos el mes que viene en algún lugar de Europa. Hasta la próxima.

martes, 5 de abril de 2016

Hamburguesa de rape con bollos caseros-Versioneando a Carme Ruscadella


Un mes mas estamos de nuevo con el reto Cooking the Chef. Después de nuestro viaje a tierras orientales, culinariamente hablando, volvemos a  aterrizar en España y esta vez de la mano de una cocinera conocida internacionalmente por su buen hacer y su profesionalidad en la cocina. Es una cocinera muy sutil tanto en sabores como en presentaciones, de las cuales se podría decir son la alta costura de la cocina española.



Carme Ruscadella es una de las cocineras más innovadoras que nos encontramos actualmente, convirtiéndose en la primera 'chef' española en conseguir tres estrellas Michelín. Autodidacta y vanguardista, siempre está cerca de la cocina mediterránea y dirige el restaurante Sant Pau, en la localidad barcelonesa de Sant Pol de Mar donde nació en 1952. Es esta una zona considerada como el paraíso del color, gracias a sus cultivos de hortalizas, legumbres y frutas. Y ese abanico de tonos los ha conseguido plasmar Carme Ruscalleda en los platos que pinta cada día en su restaurante, un local que vio la luz en 1988, cuando ella y su marido, Toni Balman, decidieron convertir un viejo hostal de 1881 en restaurante. Aunque la pasión por la cocina no le entró de un día para otro, cuando era niña siempre estaba "incordiando" entre los fogones y comenzó a hacer sus pinitos en una charcutería familiar elaborando chacinas.
Su forma de trabajar se basa en la lectura, observación y experimentación con la cocina, interpretando a su manera platos tradicionales,  respetando los alimentos y sus temporadas. Sus platos son verdaderas mezclas de aromas, sabores, texturas y color, que la hicieron acreedora de tres estrellas Michelín, con lo que se convirtió en la primera chef española en conseguirlas. Además, su establecimiento forma parte de la exclusiva y lujosa cadena de restaurantes y hoteles Relais & Chateaux.  Además, a las tres estrellas de ‘Sant Pau’ se suman las dos concedidas por esta célebre guía en 2007 al local que la chef posee en Tokio a imagen y semejanza de su restaurante catalán, donde la fusión entre la cocina mediterránea y la japonesa da lugar a creaciones mágicas.

La cocinera Carme Ruscalleda, en Sant Pol de Mar, donde se ubica su restaurante Sant Pau.


Esta es una de las fotos que mas me gustan de esta chef, frente al mar que es una de sus grandes pasiones y que a mi me encanta.
Y ahora vamos con mi elección. De entre las recetas de Carme Rusccadella he elegido la de hamburguesa Soft y la he acompañado de bollos de masa madre, también con su receta. Tanto la hamburguesa como los bollos han tenido mucho éxito en casa, a pesar de que he variado un poco la receta para adaptarla al gusto de mis comensales. 

Ingredientes (bollos masa madre):
15 g leche
8 g levadura fresca
225 g harina
125 ml agua mineral
5 g sal
5 g aceite

Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes en la amasadora con el gancho y amasamos hasta obtener una mas que se despegue de las paredes de la batidora. 
Pasamos a mesa enharinada y dejamos reposar 10 minutos.
Hacemos una bola y ponemos en un bol a fermentar hasta que doble de tamaño.
Una vez fermentado, pasamos de nuevo a mesa y formamos los bollos. Con estas cantidades salen 3 bollos de unos 125 g cada uno.
Boleamos y ponemos en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Aplastamos un poco con las manos enharinadas y dejamos doblar de tamaño.
Espolvoreamos con agua y esparcimos por encima unas semillas de sésamo negro.
Precalentamos el horno a 200ºC y ponemos los bollos unos 10-15 minutos vigilando que no se nos quemen.
Una vez horneados, sacamos del horno y dejamos enfriar en una rejilla.



Ingredientes (hamburguesa):
600 g de rape limpio
5 g sal
1 g pimienta negra
medio puerro
1 cucharadita de maicena
Tomate
Espinacas baby frescas
Mostaza
Panecillos masa madre

Elaboración:

Picamos bien el pescado con ayuda de una picadora, o a mano, si tenéis paciencia y salpimentamos.
Rehogamos suavemente el puerro cortado muy pequeñito y mezclamos con el pescado.
Añadimos la maicena y formamos cuatro hamburguesas, o con la mano o ayudados de un molde para ello.
Reposamos en la nevera unas 2-4 horas.
Hacemos ligeramente a la plancha para marcar la superficie y las terminamos al horno a 190ºC unos 5 minutos.



Y ahora procedemos al montaje de las hamburguesas. Cortamos el tomate en rodajas muy finas, preparamos las hojas de espinacas y abrimos los panecillos.
Untamos la base con mostaza, añadimos la hamburguesa y disponemos el tomate y las espinacas, y ya están listas para desgustar.


Nunca había elaborado hamburguesas de pescado, y creo que es una forma muy interesante para que los niños tomen pescado de forma sana, ya que no lleva rebozados, el pescado va muy picado y todo además, llevan algo vegetal. No son difíciles de hacer, quizás la única dificultad radica en que en mi caso particular, se me han desmoronado un poco, pero después las hemos reconstruido y han quedado como si no hubiera pasado nada.



Como se ve en la foto, están muy apetecibles y jugosas y constituyen un plato único si la acompañamos de una ensalada de quinoa o un tabulé. Y hasta aquí mi participación en el reto de marzo de Cooking the Chef que como siempre ha sido un placer y como todos los meses, deseando que llegue el reto del mes que viene. Hasta la próxima.