sábado, 30 de junio de 2018

Tarta Larpeira



Con un poco de retraso debido a la llegada de mis hijos a pasar el verano en casa después de un curso escolar superado con éxito, os traigo la tarta larpeira, una delicia gallega, en honor a la tierra de adopción de mi hijo que se suele preparar para San Juan, y es un estilo a nuestra Coca de San Juan. Es sencilla de hacer y no excesivamente laboriosa, la hice bastante rápido; el calor ya sabéis como afecta a las masas fermentadas y la crema pastelera la hice al microondas, que no es lo suyo, pero que quedó a mar de rica y muy fácil  de hacer.
Y ahora vamos con la receta, que aunque haya pasado San Juan, se puede hacer cuando se quiera.

Ingredientes:

120 g harina
90 g leche
10 g levadura fresca
120 ml leche
100 g azúcar
50 ml anís
ralladura de limón
100 g mantequilla
1 huevo
15 g levadura fresca
300-320 g harina
500 g crema pastelera

Elaboración:

En primer lugar preparamos un prefermento que podemos hacer la noche antes y guardar en la nevera, o como fue mi caso, hacerlo un par de horas antes y dejarlo al calorcito que hace estos días. Ponemos 120 g de harina con los 10 g de levadura fresca y unos 90-100 ml de leche en un bol. Mezclamos bien y dejamos reposar al calor hasta que haga burbujas.
Una vez este listo el prefermento, en el bol de la amasadora ponemos la harina con el prefermento, el azúcar, el huevo, la ralladura de limón, el anís, la leche y la levadura. Amasamos unos 8-10 minutos y le incorporamos en trocitos la mantequilla. Volvemos a amasar unos 8 minutos y dejamos reposar unos 10 minutos. Amasamos de nuevo otros 10 minutos, pasamos a mesa enharinada, boleamos y ponemos en un bol engrasado y dejamos doblar de tamaño.


Mientras va levando podemos preparar la crema pastelera. Ponemos en un bol apto para microondas 40 g de maicena, 75 g de azúcar y ralladura de naranja. Añadimos 500 ml de leche y mezclamos bien para que no nos queden grumos y añadimos un huevo batido. Mezclamos bien y ponemos al microondas 3 minutos a máxima potencia. 
Sacamos y mezclamos bien de nuevo. Si aun no está espeso, volvemos a poner al microondas, esta vez solo 2 minutos. Volvemos a sacar y volvemos a mezclar. Y así repetimos esta operación hasta que la crema espese. En mi caso fueron necesarios periodos de 3 minutos-2 minutos-2 minutos y ya la tuve lista. Pero todo depende del microondas y la potencia que tenga.

Una vez la masa haya levado, la volvemos a pasar a la mesa enharinada y desgasificamos. 


Estiramos de forma suave con ayuda de un rodillo y pasamos a la bandeja donde lo vamos a hornear.


Le hacemos unos cortes en diagonal con ayuda de un cuchillo afilado, sin llegar a la base y rellenamos los cortes con la crema pastelera con ayuda de una manga con boquilla rizada. 



Dejamos que fermente de nuevo y precalentamos el horno a 180ºC. Pintamos con huevo batido y espolvoreamos con azúcar por encima.


Horneamos unos 30-35 minutos a 180ºC, si se dora en exceso, ponedle un papel de aluminio por encima.
Una vez horneada, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.


Está deliciosa, muy parecida a la coca de San Juan a la que estamos acostumbrados por estas tierras y solo hay que tener la precaución de guardar en la nevera de un día para otro, ya que al llevar crema pastelera, esta puede estropearse. Aunque está tan rica y tan tierna, que seguro no durará mucho en vuestra casa. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

domingo, 17 de junio de 2018

Trid de pollo de corral-Cocinas del Mundo en Marruecos



En el reto de este mes de junio con las chicas de Cocinas del Mundo hemos viajado hasta Marruecos, país  vecino, solo nos separa un estrecho, pero a veces gran desconocido. Sin embargo, muchas de sus recetas, adaptadas a nuestra cocina, están muy enraizadas en nuestras costumbres.



Y no solo habla de cuscus o de tajine, hablo de recetas ancestrales como el turrón, o diversas ensaladas de verduras asadas.
La cocina de Marruecos suele basarse en cuatro platos básicos, el cuscús (elaborado con sémola de trigo) y que participa en muchos platos marroquíes, la bastela denominada también 'pastilla' o 'bastilla', el cordero y un guiso elaborado con carne de pollo, limones encurtidos y aceitunas. 
La cocina marroquí comparte muchos elementos en común con la cocina mediterránea y por esta razón abundan las verduras, siendo una de las mas usadas, la berenjena.  Las ensaladas pueden ser taktouka, de verduras cocidas, o con hojas de lechuga frescas y aliñadas. Una de las ensaladas más populares se elabora con tomates, cebollas y atún. Entre las frutas se encuentran los cítricos, destacando los limones (forman parte de un ingrediente muy marroquí como son los limones encurtidos). Los frutos secos, en especial los dátiles, siendo Marruecos es uno de los grandes productores de frutas de la zona mediterránea. La cocina marroquí emplea también diversas preparaciones de aceitunas, en platos como el meslalla, como en ingredientes de algunos tajines, en ensaladas. Se emplea el aceite de oliva aunque en algunas zonas del sur se suele emplear el aceite extraído de las nueces del argán.
Las especias se emplean en la cocina marroquí de manera casi extensiva e intensiva. Mientras algunas especias son productos de importación, otros ingredientes tales como la menta, las olivas de Meknes, las naranjas y los limones de Fez proceden de los cultivos locales. Se ofrecen las especias en los zocos.
Marruecos es el país de las especias, siendo las más comunes en los platos marroquís la canela, el comino, la cúrcuma, el jengibre o la pimienta negra). Se emplean también mezclas de especias realizadas por los comerciantes y denominadas Ras al hanut.  La cantidad de especias utilizadas para esta mezcla es muy diversa y se menciona desde quince hasta treinta y cuatro especias, el conjunto suele ser de color rojo o amarillo (dependiendo de los componentes). 
Y ahora vamos a proceder a la explicación de este trid de pollo de corral, que yo he customizado un poco, añadiendo algunas frutas secas en la salsa.

Ingredientes:

4 contramuslos de pollo de corral deshuesados
2 cebollas
azafrán
1 cucharada de Ras el Hanut
1 l de caldo
orejones, ciruelas pasas y pasas

Elaboración:


En primer lugar troceamos la cebolla en juliana y la ponemos a pochar en una olla. Como ya sabéis, yo utilizo la olla de hierro fundido. Una vez este bien blandita, incorporamos el pollo, en mi caso he utilizado contramuslos limpios, pero podéis utilizar un pollo troceado.
Doramos el pollo y añadimos el azafrán y el ras el hanut. Mezclamos bien y añadimos el caldo de pollo caliente. Dejamos que rompa a hervir y ponemos a fuego medio hasta que el pollo este tierno y la salsa se haya reducido como a la mitad.
Añadimos las ciruelas pasas y los orejones y dejamos unos 5-10  minutos mas.

Apartamos del fuego y preparamos las trides que son una especie de pan plano elaborado con 200 g de harina, 120 ml de agua, sal y un poco de aceite de oliva. 
Mezclamos los ingredientes en un bol y dejamos reposar unos 30 minutos.
Hacemos bolas y estiramos con un rodillo. Calentamos una sartén sin grasa y cocemos las trides.




Ponemos las trides troceadas en una fuente, ponemos el pollo por encima y rociamos con la salsa, y ya a comer.




Y este es el delicioso plato que hemos traído de nuestro viaje culinario a Marruecos. Espero que os guste tanto como a nosotros y nos vemos en el próximo destino. Hasta la próxima.

lunes, 11 de junio de 2018

Clafoutis de cerezas


Hoy os traigo un postre delicioso y además de temporada, un clafouti de cerezas. El clafouti es un pastel francés elaborado con cerezas y cubierto con una masa líquida que se hace con huevos, leche, harina y azúcar. En mi caso he querido elaborar un clafouti vegano y apto para celíacos, por lo que no he añadido ni huevos ni leche y ni harina de trigo.
Se sirve frío con una bola de helado de vainilla, ya que no es muy dulce. Yo lo he hecho con harina de maíz ( maicena) y con leche de soja, pero se puede elaborar con harina de arroz y cualquier bebida vegetal que consumáis en casa.

Ingredientes:

300 g cerezas deshuesadas 
70 g maicena
50 g azúcar
10 g impulsor
150 ml leche de soja
vainilla

Elaboración:

En primer lugar lavamos bien las cerezas y con ayuda de una horquilla de moño nueva las deshuesamos con cuidado. Da igual que se rompan un poco, pero tampoco queremos hacer un puré de cerezas. Esta es la parte mas complicada, pero con paciencia, al final conseguimos las cerezas deshuesadas.
Ponemos las cerezas en una fuente engrasada y hacemos las masa.
En un bol ponemos todos los ingredientes y lo mezclamos bien  con ayuda de unas varillas.


Vertemos la masa sobre las cerezas y precalentamos el horno a 170ºC. Horneamos el clafouti unos 25-30 minutos, cuidando que no se nos queme la superficie.
Una vez horneado el pastel, lo sacamos del horno y dejamos enfriar antes de pasar a la nevera. Este pastel no se desmolda, se va cortando en porciones y se sirve con una bola de helado de vainilla.




También puede elaborarse con frutos rojos como arándanos, frambuesas o moras. Esta delicioso y es super fácil. Y con las cerezas de temporada ya no tenemos excusa para no prepararlo. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

martes, 5 de junio de 2018

Noddles de calabacín y zanahoria a mi manera


Un mes mas volvemos con las chicas de Cooking the Chef y con un chef nacional, que al ser de los últimos del curso suele ser mas sencillo, Elena Arzak, de la que me ha costado encontrar una receta adecuada a mi nivel, pero finalmente, busca que te busca, encontré esta receta tan sencilla de noddles vegetales, que esta deliciosa y además es facilita.

Elena Arzak tiene una larga tradición familiar gastronómica, que se remonta hasta sus bisabuelos, quienes ya tenían una taberna y casa de comidas. Siempre tuvo clara su vocación gastronómica, por lo que al finalizar sus estudios de bachiller, comenzó su formación en diferentes escuelas de hostelería, tanto nacionales como internacionales. Después continuó con su formacion, realizando diferentes stages en restaurantes de reconocido prestigio tanto en España como en Europa.
Actualmente dirige el Restaurante Arzak con su padre. La historia del Restaurante se remonta a finales del siglo XIX,  cuando sus bisabuelos establecieron una bodega de vinos y taberna en el pueblo de Alza. Siguió siendo taberna hasta que empezaron a regentarla sus abuelos, que la convirtieron en casa de comidas. 
Su madre entró a formar parte del restaurante familiar en 1967, aportando innumerables mejoras tanto en el servicio de sala como en el estilismo y la decoración de la misma, mientras que su padre evolucionaba dentro de la gastronomía vasca hasta crear su propia cocina.
A mediados los años 70 comienzan a llegar los premios y reconocimientos que convierten al Restaurante Arzak en un referente de la gastronomía nacional e internacional.
En el restaurante se dedica un gran esfuerzo a la investigación culinaria y tanto Elena como su padre dirigen un equipo con el que intentan descubrir nuevos secretos para aportarlos a su gastronomía. Este equipo es el responsable de que el Restaurante Arzak se haya convertido en un referente a nivel mundial. El laboratorio intenta encontrar un punto de equilibrio entre vanguardia y tradición, disponiendo de las más modernas instalaciones, así como de un Banco de Sabores con más de 1.000 productos e ingredientes con los que investigar e innovar.

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Y ahora vamos con nuestra elaboración.

Ingredientes:

2 calabacines
4 zanahorias
300 g contramuslo de pollo limpio y deshuesado
100 g cacahuetes tostados
30 ml aceite de sésamo
salsa teriyaki


Elaboración:

Lavamos las verduras y las hacemos láminas con una mandolina o con un pelador.
Cortamos el pollo en dados. A mi me gusta macerarlo en el aceite de sésamo y la salsa unas 2-3 horas.
Ponemos un wok o una olla al fuego y ponemos el pollo macerado y los líquidos que haya soltado.
Una vez que se dore ligeramente, añadimos la zanahoria y salteamos. Cuando esté a medio hacer, incorporamos el calabacín y los cacahuetes. 
Saltear todo hasta que las verduras estén ligeramente al dente. Rectificamos de sal y servimos. Podemos añadir mas salsa teriaki o de soja suave.




Es un plato muy sencillo de elaborar y muy rápido. Además no es pesado y para estas fechas que se acercan, es un plato muy apetecible. Si queréis ver los platos del resto de mis compañeros de reto solo tenéis que pinchar AQUÍ. Espero que os haya gustado y nos vemos la próxima.

lunes, 4 de junio de 2018

Pan Hokkaido sin amasado


Esta receta de pan sin amasado os va a gustar un montón porque es muy sencilla de elaborar, no hay que tener especial cuidado con la masa, no se necesita una amasadora, se hace en un bol mezclando los ingredientes con ayuda de una cuchara y el resultado final es un pan no muy dulce, estilo pan de leche con poca grasa y con la única particularidad de que es necesario comenzarlo la noche anterior. 

Ingredientes:

25 g harina (masa de arranque)
180 ml leche (masa de arranque)
masa de arranque
150 ml leche
25 g levadura fresca
100 g azúcar
pizca de sal
450 g harina de fuerza
60 ml mantequilla fundida
1 huevo

Elaboración:

En primer lugar preparamos la masa de arranque mezclando los 25 g de harina con 180 ml de leche y poniendo al fuego hasta obtener una papilla con textura de crema pastelera. Apartamos en un bol y dejamos enfriar por completo antes de empezar con la elabración final.

Una vez bien fría pasamos a elaborar la masa de pan hokkaido. En un bol ponemos la leche con la levadura y la diluimos bien. A continuación añadimos la masa de arranque bien fría y el resto de ingredientes y mezclamos con una cuchara. Dejamos tapado que empiece a fermentar y entonces lo ponemos en la nevera de 12 a 24 horas.








Una vez pasado ese tiempo en frío, sacamos de la nevera y dejamos que se ponga a temperatura ambiente.
Pasamos a mesa enharinada y pesamos la masa.



Como veis, la mía pesaba 1 kg, así que como hay que partirla en tres trozos iguales, en mi caso fueron porciones de unos 333 g.


Boleamos cada pieza y estiramos con un rodillo lo mas rectangular posible. Doblamos los laterales y los bordes hacia dentro y enrollamos en un sentido, haciendo algo así como un brazo de gitano. 





Hacemos lo mismo con las otras dos piezas y ponemos en un molde rectangular. Y dejamos fermentar hasta que doble su tamaño.



Pintamos con huevo batido y precalentamos el horno a 230ºC. En mi caso, como me pasa casi siempre, el molde se me quedó pequeño. 
Lo ponemos al horno, 10  minutos a 230ºC (si se dora en exceso, cubrirlo con papel de aluminio), después bajamos el horno a 170ºC y horneamos unos 30  minutos más.
Cuando esté cocido, lo sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar, ya que está muy tierno.



Es un pan delicioso, no excesivamente dulce, muy apropiado para tostar en los desayunos o para usar como tosta en platos salados. Es muy parecido a las medias noches, que como sabéis están muy ricas tanto dulces como saladas. Además, se puede congelar y al sacarlo esta como recién hecho. Es un pan dulce tan fácil que casi cualquiera podría hacerlo aunque no tengáis mucha experiencia con masas levadas. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.