martes, 31 de mayo de 2016

Pastelitos de zanahoria y crema versioneando a Lorraine Pascale-Reto Cocinillas


Otro mes mas que va llegando a su fin y con el una nueva entrega del  Reto Cocinillas, Lok@s por Lorraine. Y este mes es de los que me gustan ya que toca versionear una receta dulce. Y no una receta cualquiera, sino la del pastel de zanahoria, una de mis favoritas y que he realizado en un montón de ocasiones, con recetas parecidas a esta que os traigo aquí.
En la versión El Horno de Mar del pastel de zanahoria con fritanga de queso de Lorraine Pascale, como se daba la circunstancia que estábamos solos en casa y no pensábamos recibir visitas, he reducido las cantidades a la mínima expresión, con objeto de hacer un pastel pequeño, que en mi particular versión, en lugar de ir relleno con un frosting de queso, va cubierto de una crema de queso elaborada con queso mascarpone y azúcar moreno, ligeramente batidos, con objeto de hacer mas ligero el pastel. Y el resultado ha sido muy satisfactorio, bizcocho esponjoso y crema ligeramente ácida, que da un punto diferente al pastel.
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes:

55 g azúcar moreno
55 g aceite girasol
1 huevo
55 g harina
2 g impulsor
2 g canela molida
1 g jengibre
50 g zanahoria rallada
50 g queso mascarpone
25 g azúcar moreno

Elaboración:


En primer lugar batimos el huevo con el azúcar hasta montarlo. Debe quedar bastante esponjoso.
Sin dejar de batir, añadimos el aceite a hilo fino, como si estuviéramos elaborando un mahonesa.
Tamizamos los solidos, excepto la  zanahoria y mezclamos bien.
Incorporamos la zanahoria y mezclamos con una espátula.
Precalentamos el horno a 170ºC y preparamos un molde pequeño rectangular, engrasándolo y cubriendo la base con papel de hornear, pera facilitar el desmoldado.
Ponemos la mezcla en el molde y horneamos unos 20 minutos hasta que este cocido.
Una vez fuera del horno, dejamos templar antes de desmoldar.
Desmoldamos y dejamos enfriar antes de adornar.
Preparamos la crema, mezclando el queso con el azúcar y batiendo ligeramente, no mucho, para que la mezcla quede espesa. Guardamos en la nevera hasta el momento de adornar el pastel.
Una vez bien frío el bizcocho, cubrimos la superficie con una capa espesa de crema y cortamos en pequeñas porciones individuales, adornando cada una de ellas con media nuez. También podríais usar nueces pecanas, como Lorraine en su receta, o cualquier otro tipo de fruto seco caramelizado como almendras o avellanas.
Y ya está listo para comer, con una pinta espectacular y un sabor delicioso.




Espero que os guste esta versión del pastel de zanahoria, en la que solo he variado la crema, para aligerar la receta y que no resulte muy pesado. Además, con el verano ya encima, hay que cuidar lo que tomamos para no estropear la operación bikini.
A continuación pinchando aquí, podreis bichear por las versiones de este pastel que han hecho mis compis de reto.
Nos vemos en junio. Hasta la próxima.

lunes, 30 de mayo de 2016

Magdalenas de arroz


Con esta entrada llevo un poco de retraso ya que estas magdalenas están elaboradas sin gluten y mi idea inicial era haberlas subido el pasado 27 de mayo, día en que se recuerda especialmente aquellas personas que son celíacas y por tanto son intolerantes al gluten. Pero diferentes motivos hicieron que tuviera que posponer la entrada para hoy lunes. De todas formas, siempre estais a tiempo de elaborar estas deliciosas magdalenas, ya que los celíacos lo son todos los días del año, no solo el 27 de mayo.
Estas magdalenas están elaboradas con harina de arroz y harina de garbanzo, ambas sin gluten y fáciles de obtener en cualquier supermercado. Además de utilizar este tipo de harinas, debemos ser precavidos a la hora de usar el impulsor químico, ya que a veces este puede llevar gluten.
Y ahora sin mas rollo, vamos a las magdalenas. De sabor son mas finas y delicadas que las de harina de trigo, pero se ponen duras antes, así que debéis guardarlas bien cerradas y por 2 o 3 días como mucho, ya que se endurecen bastante. De todas formas, un poco duras están muy ricas mojadas con chocolate o como base de un pudding o pan de calatrava.

Ingredientes:
190 g harina de arroz
75 g harina de garbanzos
3 huevos
150 ml leche de soja
15 g impulsor químico
225 g azúcar
100 g mantequilla (o 75 g aceite suave)
Ralladura de limón

Elaboración:


En el bol de la batidora ponemos la mantequilla a temperatura ambiente junto al azúcar y batimos bien.
Incorporamos los huevos de uno en uno y vamos batiendo hasta que se integren. No os preocupeis si la mezcla está como cortada, es normal.
Añadimos la leche y las harinas tamizadas junto al impulsor.
Incorporamos la ralladura de limón y homogeneizamos la mezcla.
Preparamos una bandeja de magdalenas con sus cápsulas de papel y precalentamos el horno a 170ºC.
Ponemos una cucharada de la mezcla en cada cápsula y horneamos 15 minutos a 170ºC y 10 minutos a 150ºC. 
Podemos poner un poco de azúcar antes de hornear para que la superficie quede mas dorada y crujiente.
Sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar.


En estas fotos se puede observar la superficie tostada y un poco caramelizada, gracias al azúcar que ponemos antes del horneado.


Tal como se observa en la foto inferior, el corte es muy esponjoso y apetecible.


Y ahora me despido, esperando que esta receta os guste tanto a celíacos como a aquellos que no lo son. Hasta la próxima.

domingo, 22 de mayo de 2016

Bizcochitos de dátiles


Entre reto y reto sigo elaborando e investigando con objeto de ampliar mi recetario. Esta vez os traigo unos ricos bizcochitos con dátiles, ricos en fibra. y completamente veganos. En realidad, a pesar de llamarlos bizcochitos, están cocinados en unas cápsulas planas de Ikea. Están bien, pero tienen un pequeño problema, al hornearlas se abren ligeramente y no quedan muy estéticos. La solución pasa por ponerlos en los moldes usados para los cupcakes, pero los que yo tengo son pequeños. así que la próxima vez que los utilice tendré que idear algo para que queden mas bonitos.
Esta receta podéis realizarla en un molde de bizcocho o con cápsulas de magdalenas, ajustando el tiempo de elaboración. Para el bizcocho, y usando estas cantidades, se aumenta el tiempo de horneado en unos 10-15 minutos, pero como siempre os digo, esto depende de cada horno.

Y ahora, después del rollo, vamos a la elaboración. Como en anteriores posts, he creado un collage con las fotos de los diferentes pasos de la elaboración, de forma que sea mas visual y fácil de seguir.

Ingredientes:

220 g harina
90 g copos de avena
1 sobre de impulsor
150 g azúcar moreno
180 g leche de soja
125 g aceite girasol
100 g dátiles picados





Elaboración:


Ponemos los ingredientes líquidos y mezclamos bien.
Añadimos el azúcar, la harina y el impulsor y batimos hasta homogeneizar.
Añadimos los copos de avena y los dátiles troceados y mezclamos con una espátula.
Preparamos el horno, calentando a 170ºC y ponemos la masa en las cápsulas o en un molde.
Horneamos a esta temperatura unos 20-25 minutos, bajando la temperatura del horno a 150ºC pasados unos 15 minutos. 
Sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar.


En las fotos que vienen a continuación, se puede observar el corte de los bizcochitos. A pesar de que son ricos en fibra y no llevan huevo, son esponjosos y suaves al paladar. Muy ricos y adecuados para recuperar fuerzas. Y los dátiles que llevan en su interior son un plus, ya que este fruto es rico en minerales, en especial hierro. 



Espero que os hayan gustado. Este tipo de recetas veganas nos muestran que no añadir huevos ni leche de origen animal a las elaboraciones dulces, no nos impide elaborar deliciosos bizcochos y postres. Hasta la próxima.

domingo, 15 de mayo de 2016

Gai Pad Metmamuang (pollo con anacardos)-Cocinas del Mundo


Este mes en el reto Cocinas del Mundo, tenemos como blog anfitrión al blog Acibecheria, y el país elegido ha sido Tailandia. Después de visitar dos países europeos en mis primeros retos, esta vez hay que volar lejos de nuestras fronteras, hacia Oriente, a un país con una gastronomía diferente a la nuestra, pero que en casa gusta un montón, con lo que hemos disfrutado cocinando y degustando. 


La gastronomía tailandesa es conocida por ser picante, especiada y por mantener un equilibrio en el uso de los cinco sabores fundamentales en cada uno de sus platos, o en general en todas sus comidas. Estos sabores son: picante, agrio, dulce, salado y amargo.
Aunque popularmente es considerada como una cocina única en todo el país, lo cierto es que es más preciso describirla como la gastronomía correspondiente a las cuatro regiones principales de Tailandia. Cada una de estas regiones comparte además platos similares a los de países vecinos. Los currys del sur, por ejemplo, hacen uso de la leche de coco, mientras que en los platos del nordeste incluyen a menudo zumo de lima.
La comida tailandesa es también conocida por el uso de especias y hierbas frescas, así como la salsa de pescado. Es una cocina muy popular en otros países, sobre todo en Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Estados Unidos o Canadá.
El plato elegido para el reto de este mes ha sido una elaboración con pollo y anacardos, un poco picante y muy sencilla de realizar. Lleva ingredientes fáciles de encontrar en nuestros supermercados y se hace rápido. Solo hay que tener la precaución de marinar el pollo unas 4-5 horas para que coja mas sabor.

Y ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes:

600 g pollo deshuesado (pechuga o contramuslos)
100 g anacardos fritos y salados
1/2 cebolla en juliana
1 ajo
1/2 pimiento rojo
2 cucharadas salsa de soja
1 cucharada de maicena
1 cucharadita salsa chile picante + 2 cucharadas salsa de soja + 2 cucharadas salsa de ostras + 1 cucharada azúcar moreno + agua

Elaboración:


En primer lugar troceamos el pollo y ponemos a marinar con la salsa de soja y la maicena durante unas 4-5 horas.
Preparamos la salsa con la soja, el chile, la salsa de ostras, el azúcar y un poco de agua y reservamos.
Ponemos una sartén con un poco de aceite y salteamos el pollo hasta dorar. Sacamos y reservamos.
En esa misma sartén, doramos los anacardos y apartamos.
Ponemos una sartén o wok con un poco de aceite y salteamos los ajos muy picados, la cebolla y el pimiento rojo.
Añadimos el pollo y los anacardos junto con la salsa y dejamos reducir un poco.
Apartamos y servimos en una fuente. Y ya esta listo para comer. Un plato rápido de elaborar, ligero y sano.




En casa nos ha encantado y lo hemos servido con arroz jazmín, que queda muy aromático y va muy bien con este tipo de elaboraciones.
Bueno, ya estamos de vuelta de nuestro viaje, pero tenemos la maleta preparada para el próximo destino. Buen viaje y hasta la próxima.

martes, 10 de mayo de 2016

Hornazo Manchego-Reposteras Europa


Volvemos al reto Reposteras por Europa, y esta vez estamos de aniversario, en concreto, celebran el segundo aniversario del reto. Y para ello han decidido que los participantes visiten España, pero de una manera un tanto peculiar. Debíamos visitar una comunidad autónoma vecina a la nuestra. Yo vivo en Andalucía, región que limita con tres comunidades, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia. Después de investigar, y de comprobar lo rica que es la repostería en estas comunidades, me he decidido por un hornazo manchego.
El hornazo es un dulce manchego que se consume en el llamado día del hornazo, que se celebra un domingo después al de Resurrección. Hay quien dice que sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando los clérigos insistían en que los fieles celebrasen la Resurrección de Cristo. Fue una costumbre que se extendió por Sierra Morena y por todo el Campo de Calatrava.
Los no creyentes dicen que es una tradición mucho más antigua que se debe a que la Pascua coincide con el Equinocio de primavera, de ahí que se coloquen huevos en el hornazo como símbolo del resurgir de la vida.
Yo no he colocado huevo en el mio, pero me ha quedado de vicio, crujiente por fuera, con una corteza dorada, y muy tierno por dentro, de hecho, por el tamaño, pensé en congelar la mitad, pero no hubo tiempo, se acabó antes de darnos cuenta.
Y ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes (prefermento):
75 g harina
100 ml agua
15 g levadura fresca 

Elaboración:


Mezclamos la levadura con el agua templada y la diluimos bien.
Ponemos la harina en un bol, le incorporamos la mezcla anterior y mezclamos con ayuda de una cuchara y reservamos, en la nevera una noche entera, y si queremos hacerlo mas rápido, lo ponemos al calor de la cocina o al sol.

Ingredientes:

Prefermento
300g harina
30 ml aceite oliva
10 g matalauva
2 huevos
80 g azúcar
10 g levadura fresca

Elaboración:


En primer lugar calentamos el aceite y cuando esté caliente, apagamos el fuego y añadimos a matalauva y dejamos enfriar, tapado con un plato.
Ponemos los huevos con el azúcar y montamos como para un bizcocho.
Añadimos el aceite (podéis colar la matalauva y no añadirla) con la matalauva y mezclamos bien.
Ponemos el prefermento en la mezcla anterior.
Finalmente, añadimos la harina y amasamos hasta que tengamos una masa que se despegue de la pared de la amasadora.
Pasamos a la mesa y dejamos reposar 10 minutos antes de pasar a un bol engrasado, donde fermentaremos el hornazo.
Dejamos fermentar hasta que doble su tamaño.
Desgasificamos y cortamos en dos porciones con las que haremos dos piezas. Hacemos dos bolas y pasamos a la bandeja donde las hornearemos.
Dejamos fermentar de nuevo hasta casi doblar su tamaño, pintamos con huevo batido y espolvorearmos con azúcar antes de hornear.
Calentamos el horno a 170ºC y horneamos unos 20-25 minutos. Si vemos. que se dora rápido, bajamos la temperatura del horno a 150ºC y aumentamos unos 5 minutos el tiempo de cocción.



Como se puede observar, el alveolado de la miga quedó muy bien. Además, no esexcesivamente dulce, por lo que es ideal para acompañar tanto un desayuno  o merienda como para servirlo con jamón para una cena ligra y sana. Es una receta para repetir y de hecho, la tuneé un poco y elaboré unas tortas finitas que también estaban muy ricas.


O sea, una receta muy versatil con diferentes terminaciones. Espero que os haya gustado y os animéis a elaborarla. Hasta el próximo viaje, que espero nos lleve a un pais europeo con una amplia carta de recetas dulces. Ya tengo la maleta lista. Hasta la próxima.

lunes, 9 de mayo de 2016

Cookies de melaza


A pesar de que con los retos del mes ya voy servida, ya que salgo a receta por semana, estas cookies me enamoraron desde que las vi en una revista. Son sin gluten, sin huevo ni leche, aptas por tanto para celiacos, veganos, intolerantes a la lactosa o al huevo y están muy ricas. Además, no llevan azucares refinados, sino que están elaboradas con melaza o miel de caña. Son fáciles de hacer y admiten variantes, así que no se le puede pedir mas a una receta dulce. Bueno, que engorden poco, y estas no son muy light, pero si muy sanas.
Voy a intentar subir mas recetas al mes independientes de los retos, pero no siempre lo consigo ya que si no es por una cosa, es por otra y al final me voy liando. Pero, aquí va esta receta, que ha quedado muy rica.

Ingredientes: 
*las cantidades es por tazas (no importa el tamaño de esta, solo respetar la misma medida siempre)
2 tazas de harina de almendras
1/2 taza de harina sin gluten (yo he usado de espelta)
5 g levadura química
5 g canela
1/4 taza de coco rallado
1/2 taza de nueces picadas
1 1/2 tazas de melaza o miel de caña (podéis usar miel)
5 ml vainilla

Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes sólidos en un bol y mezclamos bien con ayuda de una espátula.


Añadimos los líquidos y mezclamos hasta obtener una masa un poco pegajosa pero compacta.


Guardamos en la nevera un par de horas para que nos sea mas fácil moldear las galletas.
Cuando las sacamos de la nevera, preparamos una bandeja de horno con papel vegetal y encendemos el horno a 170ºC.
Nos manchamos las manos con harina sin gluten y hacemos unas bolitas con ayuda de una cuchara. Ponemos en la bandeja y aplastamos con la mano un poco.


Ponemos en el horno durante 15 minutos y cuando las sacamos, dejamos templar unos 10 minutos antes de poner en una bandeja para que se enfríen totalmente.
Quedan blanditas al salir del horno, pero frías, quedan muy crujientes.




Debido a la melaza, quedan con un sabor a tostado muy rico y con un color dorado muy apetecible.
Espero que os hayan gustado y os animéis a hacerlas. Hasta la próxima.

jueves, 5 de mayo de 2016

Bacalhau à Braz


Un mes mas volvemos con el reto Cooking the Chef y un nuevo cocinero, esta vez internacional, del otro lado del océano, Argentina, aunque es tan viajero y tiene unos orígenes tan diversos, que casi podría decirse que que su cocina no se limita a su país de origen, sino que abarca recetas de casi toda América del Sur y como no, cocina europea, sobre todo portuguesa.

Chakall, el chef latino que conquista al mundo gracias a su efervescente personalidad

Chakall un chef diferente a todos los que había visto con anterioridad, de hecho yo no lo conocía. Aun así, me resulta muy estimulante participar en este tipo de retos, ya que aumento mis conocimientos sobre diferentes chefs, tanto nacionales como internacionales, y sobre sus cocinas.
En cuanto empecé a investigar sobre Chakall, descubrí que es reconocido internacionalmente gracias tanto a sus programas de cocina como a sus libros, dejando aparte, claro está, sus restaurantes de Portugal o Alemania.
De entre los vídeos que nos recomendaron en la newsletter, en casa nos pirramos por el bacalao, y como este cocinero tiene restaurante en el país vecino, mi idea fue buscar una receta de bacalao. Solo encontré una y como parecía sencilla y con pocos ingredientes, me decanté por ella, después e consultar en casa. Mis comensales, o sea, mi familia, son los primeros que opinan sobre el plato elegido. Y ha sido todo un éxito. Muy sencilla de hacer, puedes dejar casi todo preparado y terminar momentos antes de sentarte a la mesa, 

Y ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes:

300 g migas de bacalao en su punto de sal
1 cebolla
2 dietes de ajo
2 patatas
4 huevos
150 ml nata
aceite
perejil picado (para adornar)

Elaboración:


En primer lugar pelamos y cortamos las patatas en bastones y freímos en abundante aceite calientae hasta que estén doradas.
Sacamos a un plato con papel absorbente y reservamos.
Pelamos la cebolla y cortamos en juliana.
Pelamos y picamos lo ajos.
Ponemos en una sartén antiadherente un poco de aceite y hacemos la cebolla y los ajos hasta que estén bien pochados.
Añadimos las migas de bacalao. Podéis usar, como en mi caso, bacalao en su punto de sal y en forma de migas, o comprar bacalao salado y desarlarlo en casa. A mi me sale fatal, y por eso prefiero el que ya esta listo para consumir.
Una vez hecho el bacalao, es decir, cuando el agua que suelta se consuma, añadimos las patatas reservadas y los 4 huevos batidos. Movemos bien y dejamos hacer a fuego medio.
Cuando los huevos estén medio cuajados, se añade la nata y bajamos el fuego, para terminar de hacer. Vamos moviendo poco a poco para que se nos quede cremoso y suelto.
Una vez este listo, lo pasamos a una fuente y espolvoreamos con perejil picado. Y consumimos de inmediato, ya que,caliente está mucho mas rico.




La verdad es que la pinta es estupenda, y es muy fácil de hacer. A nosotros nos ha encantado y gracias a este reto, otro plato mas para repetir. Desde que estoy con vosotros, he de reconocer que mi recetario ha ido creciendo, no solo por las recetas que elaboro, sino por todas las maravillosas recetas que elaboran el resto de participantes, que son infinitamente mejores que la mía. Así que, no me queda mas que desearos feliz recopilatorio y nos vemos el mes que viene. Hasta la próxima.