domingo, 18 de junio de 2017

Zwetschgenkuchen mit streuseln-Pastel de ciruelas


Este mes para el reto de Cocinas del Mundo, hemos viajado hasta Alemania, done nos vamos a dar un paseo por su gastronomía, que no solo son salchichas y chucrut, como podréis ver en esta entrada.
La gastronomía alemana varía mucho de una región a otra y está muy influenciada por el entorno cultural y social, por ejemplo, las regiones del sur comparten muchos platos con sus vecinos suizos y austriacos, mientras que en el oeste las influencias con la cocina francesa son bastante más pronunciados, siendo las comarcas del este muy influenciadas por los países del este de Europa y las del norte con la holandesa.
En mi primer viaje a Alemania, concretamente a Colonia, allá por 1996, descubrí la cultura del pan y los pasteles alemanes, muy diferentes a lo que yo conocía de una pequeña capital de provincia del sur de España, así que cuando supe a donde nos íbamos a trasladar este mes de junio, mi investigación se fue hacia los panes y las tartas. La panadería alemana es conocida internacionalmente, y existen muchas variedades de pan, como el pan negro o Pumpernickel; el Mischbrot con mezcla de trigo y centeno, el Vollkornbrot  o pan integral, etcétera. Generalmente tienen las semillas superpuestas en su superficie. 
En cuanto a los pasteles, existe mucha tradición en cuanto a la elaboración de estos con frutas como cerezas, ruibarbo, fresa, manzana y ciruelas. Se puede ver por las numerosas pastelerías o Konditoreien, que pueden se encuentran en la mayor parte de las ciudades alemanas. Algunas de las tartas más conocidas son el Käsekuchen o tarta de queso, y la tarta de la Selva Negra.
Para este reto he elegido Zwetschgenkuchen mit streuseln o pastel de ciruelas, una tarta muy sencilla de elaborar y ahora que empiezan las ciruelas, muy apropiada para el verano. Yo la he hecho con ciruelas negras un poco ácidas, lo que le da un toque bastante especial, ya que los pasteles alemanes no suelen ser muy dulces.
Y ahora, después de este poquito de historia, vamos con la receta.

Ingredientes:

125 g harina espelta
70 g mantequilla
50 g azúcar moreno
1 yema
6-7 ciruelas rojas
60g harina espelta
35 g azúcar moreno
40 g mantequilla

Elaboración:


En primer lugar preparamos la masa de la base de la tarta, mezclando los 125 g de harina, con la yema, los 70 g de mantequilla y los 50 g de azúcar. Amasamos bien y envolvemos en film transparente y dejamos en la nevera unos 30 minutos.
Mientras lavamos y cortamos a la mitad las ciruelas para eliminar los huesos. Reservamos.
Preparamos el streuseln mezclando los últimos tres ingredientes, quedando una mezcla como de  migas de harina.
Preparamos un molde redondo de unos 15-18 cm de diámetro y lo engrasamos y lo forramos de papel de hornear.
Estiramos la masa y cubrimos el fondo y las paredes del molde.
Disponemos las ciruelas encima, procurando no dejar ningún hueco y añadimos las migas del streuseln por encima.
Precalentamos el horno a 200ºC y ponemos la tarta en el horno dejando hornear unos 30-35 minutos.
Sacamos del horno una vez cocida, y esperamos a que se enfríe para desmoldarla y pasarla a una fuente de servir. Es conveniente dejarla enfriar del todo antes de consumirla, incluso ponerla en la nevera un par de horas.



El resultado es una tarta ácida, con un sabor muy típico de países del norte de Europa y que acompañada con un poco de helado de vainilla, nos queda un postre la mar de bueno.


En el corte podéis observar que las ciruelas quedan muy jugosas y la masa queda crujiente, dando lugar a unas texturas sorprendentes en boca.
Espero que os haya gustado esta incursión en la repostería alemana y hasta la próxima.

lunes, 12 de junio de 2017

Bocaditos de naranja


Hoy traigo al blog unas galletas, que no son del todo galletas, ya que su textura queda mas como tipo bollito, pero muy ricas y sabrosas y elaboradas sin mantequilla ni aceite, así que son muy apropiadas para esta época del año en que solemos cuidarnos mas con eso de la operación bikini, aunque lo suyo seria cuidarse todo el año, y así, llegaremos estupendas y en forma a cualquier operación ya sea bikini o polvorón.

Estos bocaditos se pueden aromatizar con naranja o limón, pero en casa teníamos unas naranjas que estaban un poco pochas y utilizamos su piel para darles un estupendo sabor  a estos bocaditos.

Ingredientes:

150 g yogur griego natural
125 g azúcar moreno
1 huevo
300 g harina
5 g impulsor
ralladura de naranja




Elaboración:

En primer lugar mezclamos bien el azúcar con el yogur y la ralladura de naranja.
A continuación añadimos el impulsor y la harina y vamos mezclando bien. Se nos va a quedar una masa un pelín pegajosa, pero para formar las galletas nos ayudamos espolvoreando las manos con harina.


Con ayuda de una cuchara tomamos porciones de unos 30 g y hacemos bolas con las manos enharinadas y las ponemos sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear.


Yo las dejé tal cual, pero podéis chaparlas un poco con las manos, para que os salgan mas tipo pastas.

Horneamos unos 20-25 minutos a 180ºC, teniendo en cuenta que no se nos van a dorar por encima, así que no os paséis mucho de ese tiempo, ya que se os pueden quemar. Una señal de que están listas, es que se empiezan a rajar ligeramente por encima.


Y ahora solo hay que esperar a que se nos enfríen del todo para poder probarlas. Por fueran están mas duras, pero por dentro son de textura tipo bizcochito. 


Además, con el sabor a naranja que tienen, están muy ricas con chocolate negro, así que la próxima vez que las haga, la haré mas planas y las cubriré a la mitad con chocolate, y ya os contaré como me salieron.




Como veis son unas pastas muy sanas, sin grasas (solo el huevo y se puede sustituir por 60 g de puré de manzana) y muy apropiadas para tomar con el café y una onza de un buen chocolate. Espero que os gusten y hasta la próxima.


lunes, 5 de junio de 2017

Cake de limón-Cooking the Chef, versionando a Mey Hofmann


Volvemos un mes mas con el reto de Cooking the Chef, que este mes nos trae una chef medio española, medio alemana que revolucionó la forma de enseñar cocina en Cataluña, Mey Hofmann.
Reputados chefs de la categoría de Juan Mari Arzak la han definido como «la aristócrata de la cocina». Y pese a que el título la ruborizaba, Mey (Maria Remei) Hofmann ha sido duquesa de lo dulce y la reina de la pedagogía culinaria. En algo más de 30 años levantó ella sola una prestigiosa escuela de hostelería, un restaurante premiado con una estrella Michelin, una coqueta pastelería en la que rivalizan cruasanes, tarteletas y bombones, y hasta un corner en la fábrica de creación contemporánea La Seca. De padre alemán y madre catalana, descubrió su interés por la cocina cuando siendo una niña pasaba los veranos interna en un colegio de Weisbaden, donde aprendió nociones básicas de cocina y gracias a su interés por los adornos florales, comenzó su interés por la decoración de pasteles y tartas. Sin embargo, y a pesar de estos prometedores comienzos, su vida transcurrió por otros derroteros, hasta que recién separada y con una hija pequeña, decidió abrir una pequeña escuela de cocina, que fue el germen de la actual Escuela de Alta Cocina Hofmann y de sus restaurantes y como no, de su exquisita pastelería. Mas de 20.000 cocineros han pasado a lo largo de estos años por su escuela, la única del mundo cuyo restaurante ha obtenido una estrella Michelin.
Para homenajearla en este reto me he decidido por un dulce, un cake de limón, realmente exquisito y muy fácil de preparar.

Ingredientes:
ralladura de limón
2 huevos
175 g azúcar
75 g nata
140 g harina
10 g impulsor
50 g mantequilla fundida

Elaboración:



Mezclar el azúcar con los huevos y la ralladura y batir hasta duplicar su tamaño.
Añadir la nata liquida y la mantequilla fundida pero no caliente. Mezclar bien.
Incorporar la harina tamizada junto al impulsor y mezclar con unas varillas.
Preparar un molde de cake, engrasándolo y espolvoreando con harina y precalentar el horno a 160ºC. Verter la masa en el molde y hornear durante 25-30 minutos, o hasta que, pinchando el cake, la aguja nos salga limpia.

Sacar del horno y dejar templar antes de desmoldar Pasar a una bandeja de servir y una vez frío, añadirle una glasa elaborada con zumo de limón y azúcar glas y adornar con alguna fruta como kiwi o similar.




Para estas cantidades, el molde debe ser un poco mas pequeño, pero yo no lo tenia. Aun así, y a pesar de que no subió mucho, quedó muy esponjoso y nada pesado, a pesar de la mantequilla y la nata.
Y pinchando aquí, podréis ver las maravillosas recetas del resto de participantes del reto, que nos hacen la boca agua. Nos vemos en el siguiente reto, hasta la próxima.