viernes, 5 de abril de 2019

Pan de Cebolla, versionando a Daniel Jordà


Este mes para el reto de Cooking the Chef, vamos a versionar las recetas de un panadero creativo como pocos hay en este país, Daniel Jordà

Cooking the chef
Daniel Jordà pertenece a la tercera generación de panaderos de su familia. Licenciado en Bellas Artes, tras años dedicado al mundo del arte, decide continuar con la tradición familiar, pero aportando una nueva visión al mundo de la panadería, haciendo de esta un banco de pruebas donde dar alas a su creatividad. Desde entonces, Panes Creativos se ha convertido en un referente para aquellos amantes de la calidad y del producto bien hecho. Es mas, diversos chefs con estrellas Michelin , cuentan con él para elaborar diferentes productos con los que maridar sus platos. Sus maridajes, el uso de nuevos ingredientes y la incorporación de técnicas de alta gastronomía a sus elaboraciones lo han hecho un referente en el mundo de la panadería tanto a nivel nacional como internacional. Si queréis echarle un vistazo a su web, solo tenéis que pinchar AQUÍ.

Y ahora vamos con mi segunda elaboración, un pan de cebolla muy rico y fácil de preparar.

Ingredientes:

375 g harina de fuerza
150 ml agua templada
40 g aceite
1 huevo
20 g levadura fresca
5 g sal
1 cebolla en cuadritos
1 cucharada de tomillo

Elaboración:


Poner todos los ingredientes en el recipiente de la amasadora, y comenzamos a amasar con el gancho amasador.





Amasamos durante 10 minutos con el gancho amasador y dejamos reposar unos 5 minutos, volviendo a amasar de nuevo. Pasamos a mesa engrasada con un poco de aceite y dejamos reposar en forma de bola hasta que doble su tamaño.  

Una vez haya doblado su tamaño, pesamos la masa y porcionamos en piezas de unos 100 g y formamos los bollitos.


Dejamos doblar en un ambiente cálido.


Horneamos con vapor ( ponemos un recipiente con hielo en la parte inferior del horno) a 200ºC durante unos 20 minutos o hasta que estén dorados, y sacamos del horno.


Espero que os haya gustado mi versión del pan de cebolla de Daniel Jordà, y si queréis echar un vistazo a la focaccia que he elaborado también, solo tenéis que  pinchar AQUÍ
Y qué decir de lo que han elaborado mis compañeros de reto, que seguro será una maravilla y solo tenéis que pinchad AQUÍ. Nos vemos en el reto de abril. Hasta la próxima.


Focaccia, versionando a Daniel Jordá


Este mes para el reto de Cooking the Chef, vamos a versionar las recetas de un panadero creativo como pocos hay en este país, Daniel Jordà

Cooking the chef
Daniel Jordà pertenece a la tercera generación de panaderos de su familia. Licenciado en Bellas Artes, tras años dedicado al mundo del arte, decide continuar con la tradición familiar, pero aportando una nueva visión al mundo de la panadería, haciendo de esta un banco de pruebas donde dar alas a su creatividad. Desde entonces, Panes Creativos se ha convertido en un referente para aquellos amantes de la calidad y del producto bien hecho. Es mas, diversos chefs con estrellas Michelin , cuentan con él para elaborar diferentes productos con los que maridar sus platos. Sus maridajes, el uso de nuevos ingredientes y la incorporación de técnicas de alta gastronomía a sus elaboraciones lo han hecho un referente en el mundo de la panadería tanto a nivel nacional como internacional. Si queréis echarle un vistazo a su web, solo tenéis que pinchar AQUÍ.

Y ahora vamos con mi primera elaboración, un pan sencillo, pero muy rico y fácil de preparar.

Ingredientes:

500 g harina de fuerza
350 ml agua templada
50 g aceite oliva
20 g levadura fresca
8 g sal
orégano y tomillo
salmuera (40 ml agua-10 ml aceite-sal)

Elaboración:

Poner todos los ingredientes en el recipiente de la amasadora, a excepción de las hierbas y de la salmuera.







Amasamos durante 10 minutos con el gancho amasador y dejamos reposar unos 5 minutos, volviendo a amasar de nuevo. Pasamos a mesa engrasada con un poco de aceite y dejamos reposar en forma de bola hasta que doble su tamaño.

Desfogamos la más y preparamos la mezcla de hierbas. Pasamos la masa a una mesa engrasada, y vamos haciendo dobleces mientras introducimos las hierbas aromáticas.




Pesamos la masa y la dividimos en tres piezas, o la hacemos de una vez (todo depende de los comensales que seamos). Yo la dividí en tres y congele dos de ellas.


Cubrimos una bandeja de horno con papel de hornear y ponemos la masa extendida en ella. Vamos aplanando con ayuda de las manos hasta cubrir el fondo de la bandeja. Pintamos con aceite y hacemos unas señales con las yemas de los dedos.


Dejamos fermentar hasta que doble su tamaño y entonces preparamos la salmuera, pintando por encima de la masa. Horneamos unos 15 minutos a 200ºC, o hasta que esté bien dorada y la sacamos del horno. Dejamos templar en el  molde y entonces desmoldamos para enfriar del todo.


Como veis en las fotos que vienen a continuación, el corte es muy esponjoso y aunque podamos tomarla sola, como acompañamiento de alguna comida, con un buen jamón cocido o serrano, tomate y un poco de aceite, es ya un manjar delicioso.



Espero que os haya gustado mi versión de la focaccia de Daniel Jordà, y si queréis echar un vistazo al pan de cebolla que he elaborado como segunda receta, solo pinchad AQUÍ
Y que decir de lo que han elaborado mis compañeros de reto, que seguro sera una maravilla y solo tenéis que pinchar AQUÍ. Nos vemos en el reto de abril. Hasta la próxima.

lunes, 25 de marzo de 2019

Ensalada Primavera


Con la llegada de la primavera y con las temperaturas que estamos teniendo este invierno, empiezan a apetecer las ensaladas, y más cuando son tan sencillas y completas como esta que os traigo hoy, pues mejor que mejor. Es muy fácil de elaborar y además, se puede preparar con antelación, solo hay que tener la precaución de no añadir el aliño y dejar este para cuando vayamos a servir la ensalada. Además, hoy en día que se estila mucho el llamado "batch cooking" o comida de fiambrera para la oficina, es una receta que se adapta muy bien a esta corriente, y si ordenamos los ingredientes de forma bonita, queda una fiambrera la mar de apañada. Y ahora vamos con los ingredientes y la elaboración.

Ingredientes:

3 patatas medianas cocidas con piel
2 huevos cocidos
aceitunas negras
200 g mozzarella de búfala
3 tomates
albahaca
aceite, vinagre, orégano, tomillo, sal y pimienta

Elaboración:

Cocemos las patatas enteras con la piel y los huevos, reservando hasta enfriar.
Pelamos las patatas y cortamos en rodajas gruesas. Pelamos los huevos y cortamos en cuñas, reservando ambos ingredientes.

Cortamos los tomates en rodajas y los disponemos en la base de un plato de servir.


Ponemos encima algunas hojas de albahaca.


Ponemos encima las rodajas de patata junto a más hojas de albahaca.


Cortamos la mozzarella de búfala con las manos y la ponemos encima de la patata.


Añadimos el huevo cortado en cuñas.


Cortamos las aceitunas negras por la mitad a lo largo y las añadimos a la ensalada.


Añadimos unas hojas de albahaca, y en este paso reservamos la ensalada hasta el momento de servirla, momento en que añadiremos el aliño.


Preparamos el aliño mezclando 2 cucharadas de vinagre, 4 de aceite, sal, pimienta recién molida, orégano y tomillo y batimos para homogeneizar .


Añadimos el aliño con una cuchara por encima de la ensalada y ya está lista para servir.



Es un plato como podéis ver, muy sencillo y fácil de hacer. Nos arregla una cena y nos acompaña una comida. Para llevar o para tomar en casa, o sea, una ensalada de diez. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

martes, 12 de marzo de 2019

Tarta de frutas


Esta semana os traigo una tarta de frutas que viene muy bien para esta primavera adelantada que tenemos. Hemos celebrado que Mar cumplía 23 años, y como este año no quería ninguna tarta muy espectacular, se me ocurrió que una de frutas seria muy apropiada, ya que a ella le encantan los frutos rojos y las fresas, y además,  la hice con truco, ya que estas tartas con base de pasta quebrada con crema me daban mucha rabia, ya que la crema humedece la base y cuando pasa un rato, la base ya no está crujiente. Sin embargo, buscando en internet encontré la forma de  evitarlo, y la verdad sea dicha, la base ha permanecido crujiente hasta que se nos ha acabado la tarta. Así que vamos con los ingredientes y con la elaboración, que es una tarta muy fácil, muy rica y muy vistosa.

Ingredientes:

masa quebrada:

250 g harina
125 g mantequilla
1 huevo
40 g azúcar
2 cucharadas de leche

crema pastelera:

300 ml leche
200 ml nata
60 g maicena
2 huevos
75 g azúcar

Frutas variadas ( fresas, moras, kiwi, frambuesas, arándanos)

Elaboración:

En primer lugar vamos a preparar la masa quebrada, que si os parece mucho trabajo, podéis comprarla ya lista para hornear. A mi particularmente me gusta mucho la de Lidl, que tiene un sabor bastante bueno y no es muy dulce.
Ponemos la harina en un bol, y hacemos un agujero en medio, y ponemos el huevo batido, la mantequilla en pomada y en trozos y el azúcar. Amasamos con las manos hasta que veamos que se nos va formando una masa como arenosa, entonces añadimos la leche y continuamos amasando hasta que tengamos una masa que se nos despegue de las manos y podamos manejarla bien. La envolvemos en papel film y la ponemos en la nevera unos 30-50 minutos.


Una vez pasado ese tiempo, la sacamos y la estiramos en redondo del tamaño del molde a utilizar, y recubrimos este con la masa estirada, recortando los filos. Si usáis masa comprada, en este punto es cuando empezáis a seguir la receta.


Pinchamos la base y horneamos a 180ºC en blanco, o lo que es lo mismo, sin relleno. Ponemos algo de peso encima para que no suba la tarta. Y las paredes del molde no las engrasamos, que sino os pasa como a mi, que se caen un poco los filos. La tenemos en el horno unos 20 minutos o hasta que se nos dore.


En mi caso los filos no quedaron muy bonitos, pero como luego iba a rellenarla, no es mucho problema. Y ahora reservamos la base y nos vamos a preparar la crema pastelera.
Ponemos 200 de leche y los 200 de nata en un cazo y lo llevamos a casi ebullición. Y apartamos. Mientras tenemos la mezcla de leche y nata en el fuego, ponemos en un bol la maicena y la diluimos con los 100 restantes de leche fría. Incorporamos el azúcar y los huevos y mezclamos bien.
A esta mezcla le añadimos la leche caliente sin dejar de mover y cuando esté bien mezclada, la llevamos al fuego medio-bajo de nuevo, y seguimos moviendo hasta que espese. Pasamos a un bol, tapamos con film transparente y reservamos.
Si la base está fría, ponemos un poco de chocolate a fundir en el microondas y pintamos la base con el chocolate para impermeabilizarla.


Cubrimos con la crema que debe estar templada o casi fría y disponemos las frutas, bien lavadas y bien secas de forma simétrica.


En Lidl venden unos sobres de cobertura de tarta para dar brillo, podéis comprarlos y utilizarlos o podéis hacer un almíbar ligero (100 ml agua con 50 g azúcar), disolverle una hoja de gelatina y utilizar como brillo.


Podéis hacerla con la fruta que mas os guste, fresas, kiwis, sharonis, naranjas, lo que os apetezca y que sea de temporada y con poca agua (no puede ser sandía ni frutas por el estilo).
Espero que os haya gustado una tarta tan primaveral y colorida como esta y que os animéis a hacerla, que con la masa quebrada  comprada, es realmente sencilla de elaborar. Hasta la próxima.

martes, 5 de marzo de 2019

Galletas integrales de dátiles


Después de varias semanas donde hemos tenido el blog un poco abandonado, volvemos a la carga, esta vez con una receta de galletas, bastante sencillas de elaborar y con una peculiaridad, que no llevan azúcar ni edulcorantes de ningún tipo, están elaboradas con pasta de dátiles, que se puede preparar facílmente en casa con una picadora corriente. Los dátiles que se utilizan en esta receta, y para endulzar bizcochos y galletas, son desecados y sin azúcar, y se pueden triturar tal cual en una picadora, o preparar una pasta con ellos y un poco de agua. En mi caso, los he picado directamente y han quedado unas galletas con una textura bastante agradables al paladar, como con tropezones, pero para endulzar un bizcocho, es mejor preparar la pasta ayudándonos de un poco de agua. Queda más líquida, tipo mermelada y es más fácil de integrar con el resto de ingredientes.
El dátil como endulzante no nos debe llevar a engaños, ya que los productos elaborados con ellos seguirán siendo dulces, ya que los dátiles aportan aproximadamente unos 65 g de azúcares por 100 g de producto. Sin embargo, al ser un azúcar intrínseca al producto, es mas sana que el azúcar añadida. Además, proporciona como un 8 g de fibra, de ahí que podamos considerar los productos elaborados con dátiles como más saludables, pero habrá que comerlos con moderación, ya que no deja de ser un alimento bastante calórico, al que además añadiremos harina, en este caso integral, y grasas, en este caso, aceite de oliva virgen extra y huevos.

Y ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes:

300 g harina integral de trigo
200 g dátiles sin hueso
120 ml de aceite de oliva virgen extra
1 huevo
ralladura de naranja
1-2 cucharadas de leche si es necesaria




Elaboración:

En primer lugar ponemos los dátiles a remojar en agua caliente y dejamos unos 15-20 minutos. A continuación, los escurrimos y secamos bien, y los pasamos a la picadora, triturando bien hasta que tengamos una picada uniforme.


A continuación ponemos en la amasadora con las varillas el aceite, el huevo, la raspadura de naranja y los dátiles. Y mezclamos bien hasta que se nos quede una pasta. Entonces cambiamos las varillas por la pala e incorporamos la harina en tres veces. Si mientras amasamos, la masa queda suelta, podemos añadir un poco de leche para que después sea mas fácil de manejar. Debe quedar una masa unida y que no se nos pegue en las manos. Debido a que lleva aceite en lugar de mantequilla, suele quedar mas fácil de manejar y no tenemos que utilizar harina para formar las galletas.


Una vez tengamos lista la masa, hacemos bolitas de unos 25-30 g cada una y las ponemos en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Podemos dejar las bolas tal cual o aplastarlas un poco con ayuda de un tenedor.



Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos unos 12-15 minutos, como siempre dependiendo de los hornos. Una vez pasados los primeros 10 minutos, hay que vigilarlas para evitar que se nos quemen.





En mi caso me han salido 28 galletas, de unos 27 g cada una, por lo que haciendo cuentas de las calorías de los ingredientes, nos encontramos que cada galleta nos aporta aproximadamente unas 95 Kcal, unos 13 g de hidratos de carbono, de los cuales aproximadamente unos 4,7 g son azúcares, unos 1,6 g de fibra y unos 38,5 g de grasas poliinsaturadas, con lo que podéis ver que no son para nada galletas ligeras, pero si que son mas saludables. Así que os animo a hacerlas, pero a comerlas con moderación, lo saludable no siempre es bajo en calorías, pero si queremos darnos un capricho, son unas galletas deliciosas. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.