Mostrando entradas con la etiqueta Tartas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tartas. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de marzo de 2019

Tarta de frutas


Esta semana os traigo una tarta de frutas que viene muy bien para esta primavera adelantada que tenemos. Hemos celebrado que Mar cumplía 23 años, y como este año no quería ninguna tarta muy espectacular, se me ocurrió que una de frutas seria muy apropiada, ya que a ella le encantan los frutos rojos y las fresas, y además,  la hice con truco, ya que estas tartas con base de pasta quebrada con crema me daban mucha rabia, ya que la crema humedece la base y cuando pasa un rato, la base ya no está crujiente. Sin embargo, buscando en internet encontré la forma de  evitarlo, y la verdad sea dicha, la base ha permanecido crujiente hasta que se nos ha acabado la tarta. Así que vamos con los ingredientes y con la elaboración, que es una tarta muy fácil, muy rica y muy vistosa.

Ingredientes:

masa quebrada:

250 g harina
125 g mantequilla
1 huevo
40 g azúcar
2 cucharadas de leche

crema pastelera:

300 ml leche
200 ml nata
60 g maicena
2 huevos
75 g azúcar

Frutas variadas ( fresas, moras, kiwi, frambuesas, arándanos)

Elaboración:

En primer lugar vamos a preparar la masa quebrada, que si os parece mucho trabajo, podéis comprarla ya lista para hornear. A mi particularmente me gusta mucho la de Lidl, que tiene un sabor bastante bueno y no es muy dulce.
Ponemos la harina en un bol, y hacemos un agujero en medio, y ponemos el huevo batido, la mantequilla en pomada y en trozos y el azúcar. Amasamos con las manos hasta que veamos que se nos va formando una masa como arenosa, entonces añadimos la leche y continuamos amasando hasta que tengamos una masa que se nos despegue de las manos y podamos manejarla bien. La envolvemos en papel film y la ponemos en la nevera unos 30-50 minutos.


Una vez pasado ese tiempo, la sacamos y la estiramos en redondo del tamaño del molde a utilizar, y recubrimos este con la masa estirada, recortando los filos. Si usáis masa comprada, en este punto es cuando empezáis a seguir la receta.


Pinchamos la base y horneamos a 180ºC en blanco, o lo que es lo mismo, sin relleno. Ponemos algo de peso encima para que no suba la tarta. Y las paredes del molde no las engrasamos, que sino os pasa como a mi, que se caen un poco los filos. La tenemos en el horno unos 20 minutos o hasta que se nos dore.


En mi caso los filos no quedaron muy bonitos, pero como luego iba a rellenarla, no es mucho problema. Y ahora reservamos la base y nos vamos a preparar la crema pastelera.
Ponemos 200 de leche y los 200 de nata en un cazo y lo llevamos a casi ebullición. Y apartamos. Mientras tenemos la mezcla de leche y nata en el fuego, ponemos en un bol la maicena y la diluimos con los 100 restantes de leche fría. Incorporamos el azúcar y los huevos y mezclamos bien.
A esta mezcla le añadimos la leche caliente sin dejar de mover y cuando esté bien mezclada, la llevamos al fuego medio-bajo de nuevo, y seguimos moviendo hasta que espese. Pasamos a un bol, tapamos con film transparente y reservamos.
Si la base está fría, ponemos un poco de chocolate a fundir en el microondas y pintamos la base con el chocolate para impermeabilizarla.


Cubrimos con la crema que debe estar templada o casi fría y disponemos las frutas, bien lavadas y bien secas de forma simétrica.


En Lidl venden unos sobres de cobertura de tarta para dar brillo, podéis comprarlos y utilizarlos o podéis hacer un almíbar ligero (100 ml agua con 50 g azúcar), disolverle una hoja de gelatina y utilizar como brillo.


Podéis hacerla con la fruta que mas os guste, fresas, kiwis, sharonis, naranjas, lo que os apetezca y que sea de temporada y con poca agua (no puede ser sandía ni frutas por el estilo).
Espero que os haya gustado una tarta tan primaveral y colorida como esta y que os animéis a hacerla, que con la masa quebrada  comprada, es realmente sencilla de elaborar. Hasta la próxima.

lunes, 9 de abril de 2018

Tarta de queso sin gluten


Hoy os traigo una tarta de queso muy sencilla de elaborar y apta para celiacos, ya que no lleva harina en la base ni en la crema. De hecho en la base lleva avena para dar cuerpo, pero en la crema no lleva nada de harina. 
Esta receta a he tuneado de una instagramer, @laura.lopez.mon, o la llamada "chica del tarro". A mi me gustan sus recetas, pero casi siempre tengo que retocarlas un poco para adaptarlas a mi modo de cocinar, pero tiene unas recetas fabulosas y merece la pena echarle un vistazo.

Ingredientes para la base:

100 g copos de avena
100 g dátiles
100 g frutos secos crudos y pelados (usé cacahuetes, nueces, almendras y avellanas)
20 g miel
1 clara de huevo



Elaboración de la base:

Ponemos en la picadora la avena y los frutos secos y picamos bien. Añadimos la miel y la clara de huevo y mezclamos. Se queda una masa pegajosa con la que cubriremos la base de un molde desmontable de unos 18-20 cm de diámetro.



No hace falta que este muy molido, queda mejor con los tropezones. Ponemos en el horno a 160ºC durante 10 minutos. Pasado este tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar por completo.

Ingredientes del interior:

400 g yogur blanco
400 g requesón
4 huevos
50 g miel
100 g azúcar panela
ralladura limón




Elaboración: 

Ponemos en un bol el yogur, el requesón y el azúcar y mezclamos bien con ayuda de un tenedor. Incorporamos la ralladura de limón y los huevos batidos. Añadimos la miel y dejamos reposar unos 10-15 minutos.
Ponemos esta mezcla sobre la base de la tarta ya fría y ponemos en el horno al baño maría. Esto se hace así, ya que el interior de la tarta  no lleva harina, es mas bien una especie de flan de queso y al baño maría queda mas jugoso. Como el molde es desmontable, se forra la parte inferior con papel de aluminio para que no entre el agua en la tarta.



La forma de hornear esta tarta es igual a la de otras tartas de queso, 40 minutos a 170ºC, 40 minutos a 150ºC, apagar el horno y dejar la tarta dentro unas 2 horas. Sacar del horno y dejar enfriar en la nevera unas 4 horas mas antes de servir. Es una tarta que se recomienda hacer de un día para otro.



Una vez transcurrido ese tiempo, desmoldamos y pasamos a una bandeja de servir.

En un bol mezclamos unos 200 g de yogur griego desnatado con unos 30 g de panela. Mezclamos bien.


Ponemos este yogur sobre la tarta y adornamos con frutos rojos, en mi caso han sido moras y unas hojas de menta. Y ya esta lista para servir. Es una tarta muy rica y con un interior muy ligero. La base es mas pesada, por los frutos secos, pero el contraste es muy agradable.





Espero que os haya gustado esta deliciosa tarta de queso sin gluten y que os animéis a hacerla. Hasta la próxima.

domingo, 18 de junio de 2017

Zwetschgenkuchen mit streuseln-Pastel de ciruelas


Este mes para el reto de Cocinas del Mundo, hemos viajado hasta Alemania, done nos vamos a dar un paseo por su gastronomía, que no solo son salchichas y chucrut, como podréis ver en esta entrada.
La gastronomía alemana varía mucho de una región a otra y está muy influenciada por el entorno cultural y social, por ejemplo, las regiones del sur comparten muchos platos con sus vecinos suizos y austriacos, mientras que en el oeste las influencias con la cocina francesa son bastante más pronunciados, siendo las comarcas del este muy influenciadas por los países del este de Europa y las del norte con la holandesa.
En mi primer viaje a Alemania, concretamente a Colonia, allá por 1996, descubrí la cultura del pan y los pasteles alemanes, muy diferentes a lo que yo conocía de una pequeña capital de provincia del sur de España, así que cuando supe a donde nos íbamos a trasladar este mes de junio, mi investigación se fue hacia los panes y las tartas. La panadería alemana es conocida internacionalmente, y existen muchas variedades de pan, como el pan negro o Pumpernickel; el Mischbrot con mezcla de trigo y centeno, el Vollkornbrot  o pan integral, etcétera. Generalmente tienen las semillas superpuestas en su superficie. 
En cuanto a los pasteles, existe mucha tradición en cuanto a la elaboración de estos con frutas como cerezas, ruibarbo, fresa, manzana y ciruelas. Se puede ver por las numerosas pastelerías o Konditoreien, que pueden se encuentran en la mayor parte de las ciudades alemanas. Algunas de las tartas más conocidas son el Käsekuchen o tarta de queso, y la tarta de la Selva Negra.
Para este reto he elegido Zwetschgenkuchen mit streuseln o pastel de ciruelas, una tarta muy sencilla de elaborar y ahora que empiezan las ciruelas, muy apropiada para el verano. Yo la he hecho con ciruelas negras un poco ácidas, lo que le da un toque bastante especial, ya que los pasteles alemanes no suelen ser muy dulces.
Y ahora, después de este poquito de historia, vamos con la receta.

Ingredientes:

125 g harina espelta
70 g mantequilla
50 g azúcar moreno
1 yema
6-7 ciruelas rojas
60g harina espelta
35 g azúcar moreno
40 g mantequilla

Elaboración:


En primer lugar preparamos la masa de la base de la tarta, mezclando los 125 g de harina, con la yema, los 70 g de mantequilla y los 50 g de azúcar. Amasamos bien y envolvemos en film transparente y dejamos en la nevera unos 30 minutos.
Mientras lavamos y cortamos a la mitad las ciruelas para eliminar los huesos. Reservamos.
Preparamos el streuseln mezclando los últimos tres ingredientes, quedando una mezcla como de  migas de harina.
Preparamos un molde redondo de unos 15-18 cm de diámetro y lo engrasamos y lo forramos de papel de hornear.
Estiramos la masa y cubrimos el fondo y las paredes del molde.
Disponemos las ciruelas encima, procurando no dejar ningún hueco y añadimos las migas del streuseln por encima.
Precalentamos el horno a 200ºC y ponemos la tarta en el horno dejando hornear unos 30-35 minutos.
Sacamos del horno una vez cocida, y esperamos a que se enfríe para desmoldarla y pasarla a una fuente de servir. Es conveniente dejarla enfriar del todo antes de consumirla, incluso ponerla en la nevera un par de horas.



El resultado es una tarta ácida, con un sabor muy típico de países del norte de Europa y que acompañada con un poco de helado de vainilla, nos queda un postre la mar de bueno.


En el corte podéis observar que las ciruelas quedan muy jugosas y la masa queda crujiente, dando lugar a unas texturas sorprendentes en boca.
Espero que os haya gustado esta incursión en la repostería alemana y hasta la próxima.

miércoles, 5 de abril de 2017

Tarta de la abuela


Y para rematar el reto de marzo de Cooking the Chef, nos vamos con esta tarta de la abuela que no puede ser mas sencilla, estando además, muy rica. Y es una receta perfecta después del bacalao con patatas o de los macarrones al queso, que mejor que terminar con una sobremesa y una porción de esta deliciosa tarta, clásica donde las haya, pero muy fácil de elaborar. Y lo mismo que yo me he atrevido con tres recetas, si pincháis aquí, podréis ver las elaboraciones del resto de participantes de este mes.

Ingredientes:

3 manzanas golden
20 g mantequilla
20 g azúcar moreno
mermelada al gusto (yo he usado de membrillo)
1 plancha de hojaldre

Elaboración:


Pelamos las manzanas y las descorazonamos. Partimos por la mitad a lo largo y cortamos en laminas no excesivamente finas.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Extendemos la plancha de hojaldre y disponemos las laminas de manzana encima de esta de forma bonita.
Espolvoreamos con el azúcar y disponemos la mantequilla en trocitos por encima.
Horneamos unos 20-25 minutos o hasta que las manzanas y los bordes de la tarta estén dorados.
Sacamos del horno y pintamos con la mermelada por encima.
Esa tarta la podemos tomar tanto templada como fría, y está deliciosa con una bola de helado de vainilla.




Es tan fácil de hacer que hasta podrían hacerla los niños, así que no lo dudéis, y prepararla estas vacaciones. Hasta la próxima.

martes, 18 de octubre de 2016

Tartita de chocolate


Hoy os traigo una tarta muy sencillita de chocolate y bizcocho, pero que ha tenido mucho éxito cada vez que la he preparado para llevar fuera de casa.
El pasado día del Pilar estuvimos a ver a Mar a Granada y entre galletas rústicas de avena (pronto os pondré la receta), nubes y magdalenas,  decidí prepararle una pequeña tarta para que merendara con sus compañeras de residencia. Y ni que decir tiene que tuvo mucho éxito, ya que es jugosa sin ser muy empalagosa y al llevar varias capas de bizcocho y crema muy finas, queda espectacular al cortarla y comerla.  Además, la adorné con fondant de color azul y unas estrellas superpuestas que quedaron muy bonitas.
Y ahora vamos con la receta, que es muy sencilla, tanto en la elaboración del bizcocho como de la crema.

Ingredientes (bizcocho): 

2 huevos
100 g azúcar
80 g aceite de girasol
60 ml leche
150 g harina
10 g impulsor químico



Elaboración:

Ponemos los huevos junto con el azúcar en el bol de la batidora y batimos hasta que duplique su tamaño.
Incorporamos el aceite mientras seguimos batiendo.
A continuación, echamos la leche y mezclamos bien.
Incorporamos la harina junto al impulsor y batimos hasta que ambos ingredientes queden bien integrados en la batida de bizcocho.
Preparamos un molde de 18 cm, engrasando las paredes y cubriendo el fondo con papel vegetal.


Precalentamos el horno a 170ºC y horneamos unos 10 minutos a esa temperatura y después, unos 20 minutos a 160ºC. Comprobamos que el bizcocho esta cocido pinchándolo con una aguja.
Una vez fuera del horno,  dejamos enfriar antes de desmoldar. Reservamos mientras preparamos la crema.



Ingredientes (crema):

1 huevo
250 ml leche
50 g azúcar
75 g chocolate de cobertura
20 g micena

Elaboración:

Ponemos a calentar 200 ml de leche y reservamos.
En un bol ponemos la maicena junto al azúcar y añadimos los 50 ml de leche restante. Mezclamos bien y añadimos el huevo batido.
A esta mezcla le incorporamos, sin dejar de batir la leche que habíamos calentado con anterioridad y mezclamos bien.
Volvemos a poner al fuego y calentamos a fuego bajo hasta que espese. Una vez espesa y en caliente, añadimos el chocolate cortado en trozos pequeños, para ayudar a que  se integre bien en la crema. Mezclamos con la varilla hasta que todo el chocolate este fundido y dejamos enfriar.



Y ahora procedemos al montaje de la tarta.

Cortamos la parte superior del bizcocho para igualarlo. Y el resto lo cortamos en tres capas finas, con cuidado de no romperlo.


Ponemos una de las capa en un plato y calamos con almíbar y cubrimos con una capa fina de  crema.
Hacemos lo mismo con las otras capas de bizcocho y finalmente, cubrimos toda la tarta con la crema restante para poder, o bien cubrir con fondant o con nata o merengue. Para poder adornarla y que quede bien, es conveniente refrigerarla al menos unas 6-8 horas.









Como veis, yo la adorne con fondant de color azul y estrellas rosas. Quedo muy graciosa y a las  compañeras de Mar le gustó mucho.
La verdad es que la mezcla de esta bizcocho con la crema de chocolate es un éxito asegurado, es muy sencilla y fácil de montar, así que si tenéis que  preparar algún pastel , no dudéis en usar esta receta, quedareis como unos reposteros de primera.



Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Tarta clásica de manzana


Volvemos a la carga, con las pilas recargadas y con ganas de cocinar y muchas recetas en el tintero, realizadas durante el mes de agosto, que iré subiendo de poco en poco.
Estas vacaciones hemos descansado y disfrutado de los niños, pero con la llegada de septiembre ya empiezan a volar cada uno a su lugar de residencia durante el invierno, con lo que poco a poco iré retomando el blog.
Hoy os traigo una tarta clásica de manzana que hicimos para despedir a Eduardo que este año comienza una nueva etapa como jugador de voley en Vigo, ciudad que no conocemos, con lo cual, este año tocan viajes a la otra punta de España.
Esta tarta lleva una base de pasta quebrada dulce, (pincha aquí para receta), con interior de crema pastelera, (pincha aquí para receta) y manzanas de temporada. No he usado manzanas golden, que son las típicas para estos dulces, porque a finales de verano comienzan las manzanitas de los pueblos que son muy dulces y están muy ricas en estas tartas, pero podéis usar cualquier tipo de manzanas excepto las muy ácidas.

Ingredientes:

125 g mantequilla
125 g azúcar
1 huevo
315 g 
1 huevo
20 g maicena
40 g azúcar
250 ml leche
4 manzanas

Elaboración:

Preparamos la pasta para la base de la tarta y la estiramos sobre un molde redondo, pinchamos la base con un tenedor y adornamos el filo con la ayuda de una cucharita de café.


Horneamos en blanco a 170ºC durante 10-15 minutos, con cuidado de no quemar los filos. Sacamos del horno y dejamos enfriar mientras preparamos la crema pastelera.


Preparamos la crema pastelera según receta y dejamos templar antes de rellenar la tarta.


Una vez templada la crema, rellenamos la tarta y alisamos con ayuda de una espátula.


Cortamos las manzanas en gajos no muy finos y disponemos de forma bonita sobre la crema. Después o espolvoreamos con azúcar o pintamos con mermelada de albaricoque. Como estas manzanas son muy dulces, yo espolvoreé con un poco de azúcar.
Horneamos de nuevo a 160ºC hasta que las manzanas estén doradas. Y ya está lista para tomar, sola o con un poco de helado de vainilla.
No me dio tiempo de hacer la foto de la tarta completa, Eduardo se tomo casi toda antes de darnos cuenta, así que os pongo la foto de lo que quedó.


Y de una esquina, tomada mas de cerca.



Bueno y hasta aquí la primera entrada del mes de septiembre y la que marca la vuelta de las vacaciones. Una receta sencilla, fácil de hacer y muy clásica, pero no por ello menos apetecible.  Una receta no muy complicada para la vuelta de septiembre. Hasta la próxima.