lunes, 29 de mayo de 2017

Coca de Llanda


Hoy os traigo un bizcocho típico de la Comunidad Valenciana, la coca de llanda que está hecho en una placa de horno, que en valenciano se llama llanda. Su forma es rectangular, y se trata de un bizcocho que sube mucho pero que es bastante espeso, con una masa compuesta de harina, huevos, aceite, azúcar y ralladura de limón. En algunos lugares típicamente se decora la superficie con un dibujo de cuadros hecho con azúcar que al cocer forman una costra dulce que le confiere un sabor muy rico a este dulce. Es muy sencillo de elaborar y además se puede congelar, ya cortado en porciones, con lo que podéis hacer un molde mas grande y congelar para ir sacando conforme os haga falta, ya que es muy húmedo y con estas temperaturas que estamos teniendo  al aproximarnos al verano, hay que consumirlo en unos 2 o 3 días. 

Ingredientes:

400 g harina (mitad blanca y mitad de espelta)
3 sobres dobles de gaseosilla
275 g azúcar moreno
3 huevos
200 ml aceite
250 ml leche
50 ml zumo de naranja
ralladura de limón y naranja

Elaboración:

Mezclamos el aceite con la leche, el zumo de naranja y una cucharada de zumo de limón y dejamos reposar 10 minutos.
Mezclamos el azúcar con los huevos y los batimos hasta que doblen de tamaño.
A la mezcla de huevos le añadimos los líquidos después del reposo.
Añadimos la harina y los sobres de gaseosilla y mezclamos bien.
Preparamos un molde rectangular, engrasándolo y forrándolo de papel de hornear.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Vertemos en el molde y espolvoreamos con azúcar la superficie para hacer la costra mientras se va horneando.






Horneamos unos 40-45 minutos, bajando la temperatura a 170ºC si empieza a dorarse en exceso.
Sacamos del horno una vez cocido y dejamos templar en el molde antes de desmoldar. Una vez fuera el molde, esperamos a que este completamente frío antes de consumir.






En esta foto del corte se puede observar que en un bizcocho denso, no muy esponjoso, pero curiosamente, no es pesado.

Espero que os haya gustado, ya que es un dulce que se toma cercano a las fiestas de San Juan, pero que se puede elaborar en cualquier fecha y es muy apropiado para el cafelito de mediodía. Hasta la próxima.

domingo, 21 de mayo de 2017

Huevos pericos- Cocinas del mundo: Colombia


Este mes en nuestro viaje con los integrantes del reto  Cocinas del Mundo hemos viajado a Colombia, país sudamericano situado en la región noroccidental de América del Sur. Es una república organizada políticamente en departamentos descentralizados y en el Distrito capital de Bogotá, sede del gobierno nacional.
El país abarca una superficie de mas de un millón de km².  Limita al este con Venezuela y Brasil, al sur con Perú y Ecuador y al noroeste con Panamá. Es la única nación de América del Sur que tiene costas en el océano Pacífico y acceso al Atlántico a través del mar Caribe, en los que posee diversas islas como el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
El país es la cuarta nación en extensión de América del Sur y cuenta con una población de 49 millones de habitantes, siendo la tercera nación del mundo con mayor cantidad de hispanohablantes. Su población es, en su mayoría, resultado del mestizaje entre europeos, indígenas y africanos, con minorías de indígenas y afrodescendientes. 
La gastronomía de colombiana es el resultado de la fusión de alimentos, prácticas y tradiciones culinarias de las culturas indoamericanas locales, europeas (principalmente española) y africana. Aun sin consenso sobre un plato representativo de su gastronomía,  se puede destacar  la arepa y el sancocho como los más consumidos a lo largo de todo el país. Algunos de los ingredientes más comunes en las preparaciones son cereales como el arroz y el maíz, tubérculos como la patata y la yuca,  los frijoles, carnes como la vacuna, gallina, cerdo, cabra, pescados y mariscos. Es importante también la variedad de frutas tropicales como el mango, el banano, la papaya, la guayaba y la maracuyá.
El plato que traigo a este reto es uno de los desayunos mas populares en este país, los huevos pericos, y se suele consumir con arepas y chocolate caliente. En casa lo preparamos para cenar con arepas caseras y tuvo bastante éxito, tanto es así, que lo repetiremos en otras ocasiones.

Ingredientes:

4 huevos
2 tomates 
1 cebolleta
sal y aceite

Elaboración:


En primer lugar cortamos la cebolleta en daditos pequeños y reservamos.
Pelamos los tomates y los cortamos en dados pequeños. Yo he utilizado tomates de pera que suelen ser dulces y dan muy buen resultado en elaboraciones fritas.
Cascamos lo huevos y los batimos como para tortilla.
En una sartén antiadherente ponemos un poco de aceite de oliva y rehogamos la cebolla con un poco de sal hasta que este transparente y entonces añadimos el tomate, dejando cocinar las verduras unos 10 minutos.
Añadimos los huevos batidos y rectificamos de sal. Vamos cuajando los huevos a fuego lentos hasta que se nos queden bien cocinados pero jugosos.
Servimos con arepas recién hechas (yo las hice usando Harina PAN y siguiendo las instrucciones del paquete) dispuestas alrededor. También le va muy bien añadirle un poco de picante a la mezcla,  bien cuando la estáis cocinando o cuando ya esté terminada.



Como veis es una receta muy sencilla de elaborar pero muy rica, así que no tenéis excusa para elaborarla. Y ahora, ya cerrando las maletas para ver que destino nos trae el mes de junio. Nos vemos en el próximo viaje.

lunes, 15 de mayo de 2017

Magdalenas con tomate y queso de cabra


Hoy os traigo la tercera receta preparada para el Día de la Harina 2017, y ya, la última. En este caso hablamos de unas magdalenas saladas con tomate y queso de cabra, que están muy ricas para servir en una comida fría, si tenéis invitados, ya que se pueden preparar con antelación y tienen un contraste de sabores muy rico entre el semi dulce del bizcocho, la acidez del tomate y la cremosidad del queso de cabra. Si el queso de cabra no os apetece demasiado, podéis usar cualquier otro tipo de queso que se funda como brie.
Esta receta está extraída del blog Sabor en Cristal, aunque como siempre, un poco tuneada por mi, para que no sea una copia exacta, sino una versión de la receta original.
Por regla general, excepto contadas ocasiones, las recetas que saco de algún blog o página de internet suelen estar versionadas a mi manera, les cambio el tipo de harina, semillas, líquidos, etc, con objeto de hacer mi versión y adaptar a nuestros gustos las recetas que elaboro. De esta manera, no solo tengo material para el blog, sino que investigo con nuevos ingredientes, que en la mayor parte de las ocasiones suelen funcionar muy bien, pero a veces, los resultados son un poco decepcionantes.
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes:
2 huevos
100 g azúcar moreno
60 ml leche de soja
220 ml aceite girasol
100 g harina trigo
110 g harina de espelta
15 g impulsor
pizca de sal
rodajas de tomate
queso de cabra

Elaboración:

Montamos los huevos con el azúcar y batimos hasta que dupliquen su tamaño.
Añadimos el aceite y la leche sin dejar de batir.
Incorporamos las harinas, la pizca de sal y el impulsor. Mezclar bien y dejar reposar unas 10-12 horas en la nevera. Lo suyo es hacer la batida la noche antes y dejar que repose toda la noche.
Una vez que han pasado las horas de reposo; aunque si no tenéis tiempo, podeis hacerlas tambien sin el reposo; preparamos una bandeja de magdalenas con cápsulas y llenamos hasta dos tercios con la masa.


Cortamos el tomate y el queso en rodajas, y ponemos una rodaja de cada sobre las magdalenas. Espolvoreamos con orégano.




Calentamos el horno a 180ºC y ponemos la bandeja en el horno unos 18-20 minutos o hasta que estén cocidas por dentro.


Añadimos unas gotas de aceite de oliva por encima y servimos cuando estén frías.



Quedaron muy jugosas y ricas y si lo que queréis es hacerlas para aperitivo, podéis usar unas cápsulas mas pequeñas, y variar los quesos. Espero que os hayan gustado y hasta la próxima.

viernes, 5 de mayo de 2017

Bastones de calabacín con huevo escalfado


Este mes de abril para el reto de Cooking the Chef, hemos viajado al país vecino y hemos trabajado basándonos en el recetario de un cocinero llamado Henrique Sà Pessoa, también conocido como el Jamie Oliver portugués. Es un chef que era un total desconocido para mi, pero en una de las páginas para descubrir sus recetas; si pincháis aquí podéis echarles un vistazo; me ha  encantado y aunque está en portugués, son muy fáciles de seguir y además, fáciles de elaborar. Así que os recomiendo que le echéis un vistazo, que seguro encontrareis algo rico para sorprender a vuestros comensales como me ha ocurrido a mi con este plato, que es sencillito, pero con mucho sabor.

Ingredientes:

2 calabacines
2 huevos
aceite y mantequilla
sal
vinagre
orégano (el chef utilizó cebollino, pero yo no tenía)

Elaboración:


En primer lugar lavamos bien los calabacines y cortamos la parte exterior, descartando el centro, ya que contiene mucha agua y nos dejaría la elaboración demasiado pasada.
Cortamos el exterior del calabacín en bastones.
En una sartén ponemos aceite de oliva virgen extra y mantequilla y cuando esté caliente añadimos los bastones de calabacín, rehogándolos a fuego medio unos 10-15 minutos.
Mientras se hacen los calabacines ponemos en un cazo agua a hervir para preparar los huevos. Rompemos el huevo en un cuenco y cuando esté hirviendo el agua, añadimos como medio vaso de vinagre común. Cuando vuelva a hervir, damos vueltas con unas varillas al agua con objeto de crear un remolino en el centro, donde, con sumo cuidado, dejaremos caer el huevo. Dejar el huevo unos 3-4 minutos y sacamos a un plato con papel absorbente. En mi caso no se quedo muy redondo, pero le limpié un poco los laterales y al final quedó medio bien. Repetir la operación con el segundo huevo.
Apartar los bastones de calabacín en un plato y poner encima el huevo escalfado con un poco de sal en escamas. Adornar con un poco de orégano, aunque en la receta original, los calabacines se marean con cebollino, pero yo no tenia en casa. Aunque con orégano estaba también muy rico.




La verdad que cuando mezclas los sabores, me quedó un plato muy sencillo pero muy rico de sabor y lo mas importante, fácil y sano, cosa muy importante de cara al verano.
Si queréis saber que ha preparado el resto de participantes, solo tenéis que pinchar aquí y daros una vuelta por los magníficos blogs de mis compañeros de reto. Nos vemos en mayo. Hasta la próxima.

lunes, 1 de mayo de 2017

Colines a las finas hierbas


Para la primera entrada del mes de mayo os traigo la segunda receta que elaboré para el día de la harina, esta vez del blog El Mundo De Tara, donde podréis encontrar diferentes recetas tanto saladas como dulces.
Esta en concreto, es una receta de unos colines muy apropiados para tomar el aperitivo. La receta está un poco tuneada ya que he utilizado harina de espelta y las hierbas que tenía en casa. Ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes:

225 g harina normal
225 g harina de espelta
3 g sal
250 ml de agua
50 ml aceite oliva virgen extra
20 g levadura fresca 
tomillo, orégano y comino



Elaboración:

Mezclamos ambas harinas y le añadimos la sal y las hierbas.
Mezclamos los líquidos y le diluimos la levadura. Añadimos esta mezcla a lo anterior y mezclamos bien, primero con una cuchara y depués con las manos hasta obtener una masa ligera y homogénea.
Pasamos a una mesa y boleamos, pasando a continuación a un bol engrasado para que fermente en un lugar  cálido.


Una vez doblado de tamaño, pasamos de nuevo a la mesa enharinada y desgasificamos.


Cortamos piezas de 60 g y estiramos cada una de ellas como unos 20 cm, a continuación se doblan por la mitad y se enrollan, fijando bien los extremos para evitar que se abran. Colocamos los colines sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear o con una lámina de silicona.


Dejamos fermentar de nuevo hasta que casi doblen su tamaño. Pintamos con aceite de oliva y calentamos el horno a 200ºC.


Horneamos unos 15 minutos o hasta que estén dorados. Sacamos del horno y dejamos templar sobre una rejilla. Cuando estén completamente frías, pasar a una cestita y empezar a preparar el aperitivo.



Están muy ricos y además duran un par de días, sin ponerse duros. Espero que los hagáis y que os haya gustado esta receta. Hasta la próxima.