lunes, 26 de enero de 2015

Magdalenas sin huevo


Hoy os traigo una entrada prometida hace mucho tiempo a una amiga . Su hermana tiene un crío alérgico al huevo y la verdad es que es un problema y gordo, no solo porque la mayoría de los dulces tanto caseros como no, llevan huevo en su elaboración, sino por el uso de espesantes, emulsionantes, etc que provienen del huevo en cualquier tipo de alimento.
Ya con anterioridad les facilité una receta de galletas sin huevo, estilo shortbread, pero el verdadero reto estaba en las masas tipo bizcocho. Normalmente si se busca en internet, encuentras muchas recetas, pero hay que andarse con ojo, ya que no todas salen igual que aparece en las fotos. Además, algunos blogs, al estar patrocinados por marcas comerciales, utilizan sustitutos del huevo que suelen ser productos caros y no fáciles de encontrar. Por eso, y después de varios fiascos, puedo decir que he encontrado una receta que no tiene nada que envidiar a las magdalenas tradicionales. Son esponjosas, suaves de gusto, fáciles de hacer, sin huevo ni leche (esto os lo explico después) y con ingredientes comunes en cualquier cocina. Así que sin mas rollo, vamos con la elaboración.

Ingredientes:

350 g harina
50 g maicena
60 ml agua
200 ml aceite girasol
250 ml leche de soja
250 g azúcar
ralladura limón o naranja
1 sobre levadura



Elaboración:


En primer lugar os voy a explicar la razón de utilizar leche de soja en lugar de usar la de vaca normal. Cuando hacemos un bizcocho se suelen montar los huevos con el azúcar, haciendo una emulsión esponjosa y con mucho aire en su interior que nos ayudará a dar esponjosidad a la masa. En este caso, al no tener huevo entre los ingredientes, y después de pensar como conseguir esa emulsión, caí en la cuenta que la leche de soja tiene un alto contenido en lecitina al igual que la yema de huevo, aunque de diferente origen, una vegetal y la otra animal. Por tanto usar leche de soja nos ayudaría a emulsionar la mezcla. Además, si vosotros hacéis lactonesa, lo que no deja de ser una emulsión de aceite y leche, probad a hacerla con leche de soja. Al tener una alta proporción de lecitina, la emulsión es mas firme y duradera. Por estos motivos decidí cambiar la leche de vaca por la de soja. Y ahora, vamos a ver como se elaboran estas magdalenas aptas tanto para alérgicos al huevo como a intolerantes a la lactosa.

Ponemos en la batidora la leche y el aceite y lo montamos como para una lactonesa.
Añadimos el azúcar y la ralladura de limón.
Diluimos la maicena en agua e incorporamos. Esta mezcla nos hará la costra crujiente en la superficie de la magdalena.
Añadimos la harina y la levadura y mezclamos bien. Se nos quedara una batida de bizcocho mas clara de lo normal al no llevar huevo.


Preparamos una bandeja de magdalenas con las cápsulas. Mis cápsulas eran de las grandes y me salieron 18 piezas.


Precalentamos el horno a 170ºC y llenamos las cápsulas hasta 2/3 de su capacidad. Espolvoreamos con azúcar por encima.


Horneamos a 170ºC unos 10 minutos y a 140ºC unos 10-15 minutos mas. Al no llevar huevo, no se nos dorar por encima, así que para conseguir ese tono dorado, ponemos el grill a 250ºC unos segundos y con el ojo encima, y se nos pondrán doraditas. Cuidado con esta parte, a como que nos descuidemos un poco, se nos achicharran.




Como se observa en la foto del corte, aun estaba un poco caliente, están muy esponjosas y muy ricas.


Os animo a hacerlas aun cuando no tengáis problemas de alergias. Son totalmente veganas y sin grasas animales al no tener ni huevo ni leche de vaca. También podemos usar un aceite de oliva suave en lugar del de girasol. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

lunes, 19 de enero de 2015

Tartita Red Velvet


Hoy os traigo una receta que bien podría usarse como postre de San Valentín, por el color y por lo cuqui que quedó. La hice el fin de semana para unas amigas que tenían una comida. Como eran 4, querían algo pequeño y con poco trabajo y se me vino a la mente esta decoración sencilla de una red velvet (aunque receta original tuneada). Queda fina y sencilla, el bizcocho es muy jugoso y la crema de queso y nata, hace un contraste muy especial. Si estuviera realizada en un molde de corazón, una idea genial para el día de los enamorados.
Y ahora vamos con la receta. He hecho unas variaciones a la receta original, ya que he suprimido el vinagre y lo he sustitudo por limón.

Ingredientes:

60 ml aceite
160 g azúcar
1 huevo 
10 g cacao en polvo
colorante rojo
Esencia de vainilla
125 g leche+zumo medio limón (o 125 g yogurt griego)
150 g harina
1 sobre levadura


Elaboración:


Colocamos la varilla a la batidora. Al fondo se puede ver mi yogurtera.


Añadimos todos los líquidos excepto el colorante. La leche con el limón se puede sustituir por un yogurt sin azúcar.
Mezclamos bien y añadimos el azúcar. Una vez integrada en la masa, añadimos el resto de sólidos tamizados y homogeneizamos la mezcla.
Ahora se procede a darle color. Se incorpora el colorante rojo de poco en poco hasta obtener un tono entre rojo y burdeos, color vino tinto.


Preparamos un molde desmontable de 18 cm con papel de hornear en la base y añadimos la batida de bizcocho.



Horneamos a 170ºC unos 15 minutos y a 140ºC hasta que esté cocido (unos 20 minutos).
Sacamos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldar.
Reservamos el bizcocho hasta que esté completamente frío. Es mejor dejarlo de un día para otro.


Cortamos la parte superior y la guardamos y el resto, cortamos en dos capas.


Ponemos en una bandeja la parte de arriba y la fijamos con un poco de mantequilla, para evitar que se mueva.
Y ahora preparamos el relleno. Para ello usaremos:

250 g nata de 35,1% de M.G.
125 g queso untar natural
75 g azúcar









Utilizaremos las varillas del bizcocho y montamos la nata. Cuando este semi montada, añadimos el queso (lo habremos diluido en un poco de leche) y el azúcar y seguimos batiendo hasta que esté bien firme.


Cargamos una manga pastelera con boquilla redonda y dosificamos en forma de puntos gordos del centro hacia afuera.


Ponemos la parte de abajo del revés sobre la crema (la capa que pegaba al molde) y presionamos suavemente, volviendo a poner crema en puntos desde el centro hacia afuera. 
Cogemos un poco del bizcocho sobrante y lo rallamos. Lo añadimos por encima de la tarta con ayuda de un colador.


La verdad es que quedó preciosa y además estaba muy rica, según dijeron las comensales.
Con la parte superior que nos sobró se pueden hacer cake pops. Pinchando en el enlace, podreis ver la receta. Aqui se aprovecha todo.

Espero que os haya gustado. Hasta la próxima.

lunes, 12 de enero de 2015

Galletas de naranja


Año Nuevo y vida no tan nueva. Vuelvo a las galletas, que duran mucho, no hay que comerlas rápido y además, al ser pequeñas, es una indulgencia entre tanta comida sana como nos está cayendo en estos días. En cuanto pasa la Navidad, y después de tantos excesos, el propósito de Año Nuevo es volver a cuidar nuestra alimentación para dejar atrás los kilitos de mas de las vacaciones. Por eso os traigo estas galletas. Son poco dulces, están elaboradas con aceite de oliva y además son pequeñas ( unos 25 g por unidad), así que casi que no engordan. De esta manera puedo seguir con las recetas y cuidar un poquito la línea.

Estas galletas llevan zumo de naranja y no llevan leche, con lo cual son aptas para intolerantes a la lactosa. La próxima semana os voy a traer unas galletas de centeno que no llevan huevo, con lo que son aptas para los alérgicos al huevo. De esta forma podemos ir ampliando el campo al que van dirigidas estas elaboraciones. Y ahora con la receta, que a pesar de haber cambiado de año, me disperso de la misma manera. 

Ingredientes:

100 ml zumo de naranja
100 g azúcar moreno
80 g aceite oliva suave
1 huevo
350 g harina
5 g levadura
ralladura de naranja





Elaboración:


Para las galletas hay que usar la pala de la amasadora, o las varillas si vuestra máquina no tiene palas.



Ponemos todos los ingredientes en el bol. El zumo de naranja es mejor que sea natural y para que el sabor a naranja sea mas pronunciado, si os gusta así, yo recomiendo rallar la naranja sobre el azúcar el día antes y reservar esta mezcla para que se empape bien el azúcar de los aceites esenciales de la naranja.

Mezclamos bien hasta que veamos que todos los ingredientes están bien integrados.



La masa es un poco pegajosa, pero no es conveniente añadirle mas harina. Para formar las galletas nos manchamos las manos con harina y así formamos las bolitas de 20-25 g de peso. Las ponemos en una bandeja de horno con papel vegetal y las aplastamos un poco con el dorso de una cuchara.



Precalentamos el horno a 180ºC y las metemos unos 20 minutos o hasta que estén doradas. Con estas cantidades me salieron 25 galletas de unos 25 g de peso. 



Os animo a hacerlas. Son fáciles, como casi todas las galletas y además aun queda mucho para la operación bikini. Hasta la próxima.

domingo, 4 de enero de 2015

Roscón de Reyes de Martín



Feliz Año 2015. Como es tradición, en la primera entrada del año comenzamos con los roscones. Un poco pronto, empecé el día 2, pero tengo que hacer varios y mi horno es lo que es. Además he contado con el mejor de los ayudantes, mi sobrino Martín que ha estado en casa para ayudarme con uno de ellos y además ha hecho un bizcocho de limón para su casa. 


Aquí lo podéis ver en plena acción. Ha sido un ayudante excepcional, así que para próximos encargos, me lo pido de ayudante.
Este año he variado un poco la receta del roscón. En lugar de hacerlo con una esponja como el roscón del año pasado. Creo que este es mas sencillo de elaborar, pero el resultado final es muy similar. Ambos está muy ricos, así que dejo a vuestra elección el que hagáis.
Y ahora vamos con la elaboración. Tenemos que empezar el día antes elaborando el prefermento.

Ingredientes para el prefermento:

60 g harina
50 ml leche templada
2 g levadura seca (6 g levadura fresca)






Elaboración:

Mezclamos los ingredientes en un bol y con las varillas de bate bren. Se queda como una papilla espesa. Si está muy espesa, se puede añadir un poco mas de leche. Tapamos con un papel film y reservamos en un lugar fresco, pero no en la nevera. Ahora en invierno podemos dejarlo fuera del frío.



A la mañana siguiente el prefermento estará con burbujas en la superficie y con un olor ligeramente ácido. No os asustéis, esto es debido a la fermentación.

  
Y ya está listo para usarlo en la elaboración del roscón.

Ingredientes:

Prefermento
400 g harina
100 ml leche
20 g agua de azahar
1 huevo
60 g azúcar
7 g levadura seca (20 g levadura fresca)
Ralladura naranja
50 g mantequilla



Elaboración:


Ponemos el gancho a la amasadora.


Echamos todos los ingredientes excepto la mantequilla y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea. Si queda un poco dura nos os preocupeis ya que al añadir la mantequilla se suavizará.


Añadimos la mantequilla y continuamos amasando hasta que esté integrada por completo. Sacamos la masa de la amasadora y trabajamos un poco en la mesa enharinada. No añadáis harina en exceso para evitar que la masa se quede dura.



Hacemos una bola y ponemos en un bol aceitado. Tapamos con un papel film y dejamos fermentar al calorcito hasta que doble su tamaño.


Una vez que haya doblado, volvemos amasar con cuidado y hacemos un agujero en el centro para formar el roscón. Yo suelo hacerle un agujero central y abrirlo con ayuda de las manos. Hay quien prefiere estirarlo y unir los extremos. Yo prefiero lo del agujero central, pero es cuestión de gustos. Ponemos un aro de emplatar aceitado en el centro para que no perdamos el agujero del roscón.


Lo dejamos fermentar hasta doblar otra vez al calorcito.


Como veis, se nota cuando está fermentado porque se queda la superficie como turgente.
En este punto encendemos el horno a 200ºC mientras adornamos nuestro roscón.
Pintamos con huevo batido, con cuidado de no presionar la superficie. 
Añadimos la fruta confitada, calabaza, naranja y guindas, dispuesta de forma simétrica.


Añadimos almendra en cubitos alrededor.



Y ahora ponemos azúcar por encima que hemos humedecido previamente (unos 3 cucharadas de azúcar y 1 cucharadita de agua).




Y ahora al horno. Lo tendremos unos 15 minutos a 200ºC y otros tantos a 180ºC. Siempre dependiendo del horno. Si veis que se tuesta demasiado, bajáis la temperatura del horno antes de los 15 minutos. Hay que ir observándolo para que ni se nos queme ni se nos quede crudo.




Y ahora a disfrutarlo. La elaboración no es muy difícil y se nota un montón la diferencia con los que se compran Quizás en confiterías tradicionales si que estén parecidos, pero ya os digo que como los caseros ninguno.
Hasta la próxima y felices Reyes. Que os traigan todo lo que deseis.