jueves, 31 de marzo de 2016

Mousse de chocolate blanco y jengibre- Reto cocinillas


Nuevo reto y con este ya van cuatro y aun pendiente del quinto, que como se dice, no hay quinto malo.
Este reto, llamado Reto Cocinillas, o Loc@s por Lorraine, tiene un funcionamiento que me gusta mucho. Investigar entre las muchas recetas asociadas a países, cociner@s y demás está muy bien porque aprendes mucho sobre gastronomía, e incrementas tu recetario, incorporando recetas que nunca hubieras probado y además, aprendes sobre nuevas técnicas culinarias y costumbres; pero cuando encuentras un reto como este, donde se investiga sobre una chef, en este caso Lorraine Pascale, que una de mis favoritas por la sencillez y vistosidad que da a sus elaboraciones, es cuando te lanzas de cabeza al reto sin pensar que casi no tengo tiempo para los otros, pero a este le saco minutos de donde no los haya.
Para este reto se nos da a elegir una receta de entre varias de Lorraine, un mes son dulces y al mes siguiente, saladas. L@s participantes votan y aquella con mas votos, es la elegida para elaborar a lo largo del mes. La anfitriona del reto elabora un precioso collage con la foto de la receta y nosotr@s tenemos que elaborar la receta a nuestra manera, siempre respetando el ingrediente principal, pero añadiendo nuestro toque particular. 


Este mes me estreno con un postre que crea adicción. Al elaborarlo, como debes probarlo para ver como va de textura y sabor, hay que tener cuidado o nos queda muy poco al final, está de vicio. Y aunque yo he sido fiel a la receta original y he usado jengibre confitado, cualquier otra fruta confitada con un toque ácido le puede venir bien, como cerezas, arándanos, naranja, etc. Y ahora vamos a elaborar este mousse.

Ingredientes:
100 ml Nata Fresca
200 ml nata para montar (35% M.G.)
150 g chocolate blanco
15 g jengibre confitado








Elaboración:

En primer lugar fundimos el chocolate blanco en el microondas,con mucho cuidado para que no se nos queme. Se hace de 20 en 20 segundos, removiendo bien cada vez. Reservamos hasta que quede a temperatura ambiente.
Ponemos en un bol la nata para montar bien fría y montamos con unas varillas hasta que su textura se asemeje a la de la nata fresca, que es una nata muy espesa, casi como yogurt griego.
Mezclamos la nata semimontada con la nata fresca e integramos bien con ayuda de una  espátula para que no se baje.
Añadimos en tres veces el chocolate blanco fundido y mezclamos con una espátula y movimientos envolventes. Integramos bien el chocolate.
Picamos muy pequeño el jengibre, o la fruta que elijamos y se la añadimos a la mezcla anterior.


Pasamos a los vasitos donde los serviremos. Yo utilicé unos vasitos bajos con dibujos de Picasso, que son mates y quedan muy bonitos para servir mousses y cremas.


Añadimos como unos dos dedos y dejamos enfriar en la nevera, pero cuando vayamos a servirlos, es mejor atemperarlos, ya que están mejor a unos 15-18ºC.





Están muy buenos, y son muy sencillos de hacer, con lo que tenemos un postre fácil y resultón, como casi todas las recetas de Lorraine Pascale. Espero que os guste esta participación en el reto, que ya desde aquí aviso, no sera la ultima. Os dejo los blogs participantes con sus respectivos enlaces, espero que os gusten.

Participàntes Reto Marzo 2016

Susana de http://teconlimonycanela.blogspot.com/2016/03/mousse-de-chocolate-blanco-creme.html

http://acalablanca.blogspot.com/2016/03/mouse-de-chocolate-blanco.html

Catina de la cocina de catina de http://catinabarbero.blogspot.com.es/2016/03/mousse-de-chocolate-blanco-con-creme.html

Chus de http://siguiendoanenalinda.blogspot.com.es/

Pan, uvas y queso de http://www.panuvasyqueso.com/2016/03/mousse-de-chocolate-blanco-creme.html

Mavi de http://mandarinasymiel.blogspot.com.es/

Marisa de  http://marisaenlacocina.blogspot.com/2016/03/mousse-de-chocolate-blanco-con-coulis.html

Vivi de  http://hoycocinavivi.blogspot.com/2016/03/vasitos-de-mousse-de-chocolate-blanco.html

Bea de http://sweetcookiesbybea.blogspot.com/2016/03/mousse-de-chocolate-blanco-y-jengibre.html

Hasta la próxima.

viernes, 25 de marzo de 2016

Galletas spéculoos-Reto Alfabeto Dulce


Nos encontramos de nuevo ante el reto  Alfabeto Dulce.


Este mes le ha de tocado elegir a Bea de Sweet Cookies by Bea, autora de un blog muy bonito y lleno de recetas espectaculares. No dejéis de ojearlo pinchando en el enlace que os he puesto. Y ha elegido galletas Spéculoos, que son unas galletas de origen belga que se consumen en Navidad. Son muy tradicionales tanto Bélgica, en Holanda (donde reciben el nombre de speculaas), así como en la cocina de Westfalia y Renania (Alemania) (donde se conoce como Spekulatius), y en el norte de Francia (Flandes francés). La principal característica de estas galletas que se suelen comprar en los mercados de Navidad es que tienen formas o motivos que evocan la historia navideña de Nicolás de Bari.
La masa de los Speculoos crece muy poco, y tiene una estructura compacta y crujiente. Las galletas se hacen mezclando mantequilla con una combinación típica de especias y azúcar moreno, y añadiendo después a la mezcla la harina y la levadura química, dejando reposar toda una noche en ambiente frío, para que el sabor de las especias impregne toda la masa. A continuación se le da la forma deseada con moldes tradicionales y se hornea.
Las especias que se usan para hacer los speculoos son la principal característica distintiva de estas galletas, ya que le dan un sabor muy característico y consiste en una mezcla de canela, nuez moscada, clavo, jengibre en polvo, anís estrellado y cardamomo. 


Como podéis observar, las originales están hechas utilizando unos moldes con relieve, pero yo no tenía, así que las mías van lisas. Ahora bien, están buenísimas, muy crujientes y con el toque justo de especias. Aun huele la casa a esa mezcla de especias tan aromática.
En el reto Alfabeto Dulce, se puede o usar las galletas como ingrediente o, como en mi caso, elaborar el ingrediente en si, es decir, las galletas. Espero que os guste mi elección.

Ingredientes:
350 g harina
250 g azúcar
250 g mantequilla
1 huevo
5 g impulsor químico
5 g canela
1 cucharadita de una mezcla de nuez moscada, clavo, anís estrellado, jengibre y cardamomo molido.




Elaboración:

En primer lugar debemos moler las especias. Yo he utilizado un mortero de los de siempre, pero podéis usar un molinillo de café.


Una vez molidas las especias, comenzamos a preparar la masa de las galletas. Estas se preparan como siempre. Esponjamos la mantequilla con el azúcar y añadimos el huevo.
Incorporamos las especias tamizadas, para evitar que pase algún trozo grande, e incorporamos la harina en tres veces.


Una vez tengamos la masa, la ponemos sobre un papel de hornear y estiramos con ayuda de un rodillo.


Pasamos a la nevera y enfriamos durante unas 24 horas. Lo ideal es hacer la masa un día y hornearlas al día siguiente.

Una vez que las sacamos de la nevera, precalentamos el horno a 180ºC y vamos cortando las galletas. Lo suyo es usar un cortador rectangular, pero con la de cortadores que tengo, ese precisamente me falta, así que las corté redondas.


Las ponemos en una bandeja cubierta con papel de hornear y al horno unos 15-18 minutos, o hasta que estén doradas. Mientras están en el horno, comienza a expandirse un aroma a especias por toda la casa maravilloso. Pero cuando las saquéis del horno hay que esperar a que estén completamente frías antes de comerlas.
Una vez fuera  del horno, las pasamos a una rejilla para que se enfríen y después a merendar con ellas. Las galletas frías son muy crujientes y aromáticas, y se conservan muy bien en una lata bien cerrada.





Espero que os animéis a hacerlas, es muy fácil y están muy ricas. Además, una vez hechas las galletas, con ellas podéis elaborar bases de tartas de queso, postres con yogurt, etc. Es cuestión de echar imaginación a los postres. Y hasta aquí mi aportación al reto alfabeto dulce del mes de marzo. Hasta la próxima

domingo, 20 de marzo de 2016

Borondisky Bread


Empiezo un nuevo reto, en esta ocasión el reto Cocinas del Mundo, del podéis obetener mas información pinchando en el enlace.
Es un reto muy interesante ya que la premisa a seguir es geográfica. L@s anfitriones del mes siguen un orden alfabético de países y los participantes debemos elegir un plato de ese país. Yo me he incorporado en la R y el país a visitar este mes es Rusia



¿Que se puede decir de este gran país referente a su gastronomía?. La cocina rusa tiene una gran riqueza de platos, debido al carácter multicultural del país y a la vasta extensión geográfica del mismo.
Muchos platos que hoy se consideran típicamente rusos son de procedencia polaca, francesa o italiana. Llegaron a la corte de Catalina II a través de los contactos que esta dirigente mantenía con Europa occidental. Posteriormente sufrieron algunas modificaciones al ser interpretados con ingredientes locales y hoy se puede paladear una cocina original y de grandes contrastes.
Sus gastronomía tiene su base en la comida campesina de las poblaciones rurales ubicadas en lugares caracterizados por un clima extremadamente frío. Se basa principalmente en el pescado, que por regla general se utiliza ahumado, aves de corral, gamo, setas, frutas del bosque y miel. Cereales como el centeno, trigo, cebada y mijo, se utilizan para elaborar gran variedad de panes, los pancakes, la cerveza, y el muy afamado vodka.  
Los rusos comienzan el día con el llamado 'zavtrak' o desayuno, que suele ser de gran tamaño e incluye salchichas, huevo, pan, etc. El almuerzo o 'obyed' se realiza al mediodía (aprox. a la una) y es la comida más fuerte del día. La última comida del día se realiza a las siete de la tarde 'uzhin' se considera una especie de cena, aunque esta no  suele incluir ni sopa, ni postre.
Los platos de la cocina típica rusa suele ser  muy ricos, pero también híper calóricos, porque se necesita mucha energía para soportar las bajas temperaturas que sufren en invierno, por ese motivo, las sopas son muy populares en Rusia. 
Los famosos "Blini" (crepes) son muy populares en Rusia, y suelen estar relacionados con muchas tradiciones y fiestas populares. Se suelen servir en locales llamados "Blínnaya", con mantequilla, smetana (nata agria), mermelada, miel, caviar rojo y negro o con distintos rellenos, de carne, pollo, jamón dulce, queso, patata, setas, requesón (dulce), manzana, fresa, o mezclas de varios ingredientes. También es una tradición comer blinis durante la celebración de una fiesta tradicional rusa llamada Maslenitsa, que se celebra antes de comenzar la Cuaresma, de la misma forma que e a Europa cristiana se celebra el carnaval.
De entre los guisos y sopas rusas, nos encontramos con la sopa más famosa llamada 'Borscht'. De origen ucraniano, está elaborada con remolacha, patata, col y carne. En Rusia, a diferencia de España donde las sopas calientes se comen en invierno, las sopas se comen todo el año y se considera saludable tomar todos los días un plato de sopa.
Como segundo plato se suelen ofrecer distintos platos de carne, por ejemplo Stroganoff, o 'Shashlik' (brochetas), distintos filetes y carne rellenada, pollo (a la Kiev). También es posible encontrar pescado como el salmón, el esturión o el bacalao.
De entre las verduras consumidas como guarnición en Rusia destaca la  patata, que se sirve preparada de diferentes maneras (hervida, frita, puré, etc.) y a la que se le suele añadir "smetana" o nata agria. Otro plato tradicional de la comida rusa, de origen siberiano, es el llamado "pelmeni" y se parece a ravioli italiano, que se comen acompañado de "smetana", mantequilla o ketchup. 
En Rusia hay una gran  tradición de tomar productos lácteos, muchos de ellos desconocidos en otros países del sur de Europa como el nuestro.
Y ahora llegamos a la parte mas interesante de esa breve historia de la cocina rusa, al pan. Hay infinidad de tipos de panes diferentes, siendo el más típico el pan negro elaborado con harina de centeno, rico en fibra y de bajo aporte calórico. Y aquí nos vamos a  detener para empezar la elaboración del Borondisky Bread o pan de centeno ruso. He buscado en varios blogs, intentando dar con la receta que mas se adapte a mis limitaciones, y creo que la que he usado, por lo menos a mi, me ha gustado el resultado, a ver que opináis vosotros.

Ingredientes:
Prefermento:
100 g harina centeno
125 ml agua
5 g levadura fresca
Masa:
prefermento levado
200 g harina centeno
50 g harina trigo
180 ml agua
5 g levadura fresca
10 g cacao en polvo
20 g melaza
5 g sal

Elaboración:

En primer lugar preparamos el prefermento mezclando los ingredientes de este y dejando reposar una noche en la nevera.
A la mañana siguiente, sacamos el prefermento levado de la nevera y dejamos atemperar hasta que esté a temperatura ambiente.
Tomamos los 180 ml de agua y calentamos sin que llegue a hervir.
Ponemos la harina de centeno en un bol y le añadimos el agua caliente y mezclamos bien. Dejamos enfriar.
Una vez a temperatura ambiente, añadimos el resto de ingredientes mezclando con una cuchara. Es una masa rara que no necesita amasado, ya que es mas parecido a un engrudo que a una masa de pan. 
Engrasamos un molde rectangular, no muy grande y si queremos, esparcimos por el fondo unos granos de cilantro. Yo no lo hice, porque en casa no gusta el sabor de esta semilla.
Ponemos la masa en el molde, aplanamos un poquito y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño, ahora como es invierno, unas 3-4 horas.


Antes de fermentar. Como veis es una masa pegajosa y rara.


Y después de fermentar, donde vemos que si que ha doblado el tamaño. El molde era muy grande, pero no tenia otro mas pequeño disponible.

Ponemos en el horno a 230ºC unos 10 minutos y después lo bajamos a 200ºC durante 30-35 minutos, cuidando que no se nos queme la superficie.


Que en mi caso, se tostó un pelín de mas, pero solo un poquito. Desmoldamos y dejamos enfriar por completo. Y una vez bien frío, se envuelve en un paño limpio y se deja reposar unas 24 horas antes de comer.


La verdad es que tiene muy buena pinta, y olía super bien. Lo peor es tener que esperar ese día completo antes de probarlo, pero si lo comes inmediatamente está muy chicloso, como si estuviera crudo. Es una cosa un poco rara.


Se quedó bastante aireado y no es nada pesado. Tiene un sabor ligeramente dulzón, y a pesar de que debe estar muy rico con pescados ahumados y encurtidos, mi opción ha sido mas autóctona, y lo hemos tomado para desayunar con mermelada de cerezas negras casera.



El pan buenísimo, la mermelada ni os cuento, así que con esta receta como base pienso hacer otros panes que enriqueceré con semillas variadas. Ya os iré contando como van saliendo.
Espero que os haya gustado esta aportación al reto Cocinas del Mundo, por mi parte he disfrutado muchísimo. Yo me voy enganchado a este tipo de retos, que la verdad te hacen aprender un montón sobre diferentes gastronomías. Gracias a Nieves y Elena por invitarme a participar. Hasta la próxima.

viernes, 18 de marzo de 2016

Dulces típicos de semana santa


Como ya os comenté en mi última entrada, este viernes iba a hacer una recopilación de dulces de Semana Santa, pero en lugar de eso, he preferido hacer recetas nuevas que unir a las de otros años.
Por supuesto que os voy a dar el enlace a recetas de años anteriores, pero por si os pasa lo que a mi; que os gusta variar de año en año;  os traigo una nueva receta de roscos, de pestiños y de unos dulces llamado huesillos extremeños. Espero que las disfrutéis y que os animéis a hacerlas. Aun queda tiempo, de hecho yo no he preparado aun el pan de las torrijas, ya la semana que viene.
Si pincháis en este enlace, encontrareis todas las recetas de dulces típicos de estas fechas de años anteriores. Así que no tenéis excusas, ya que os lo pongo muy fácil.
Y ahora vamos con las elaboraciones nuevas de este año.

HUESILLOS EXTREMEÑOS

Estos dulces, que al igual que a mayoría que se comen en estas fechas, son fritos, tienen una masa muy parecida a los roscos, pero llevan matalauva entre sus ingredientes y además, tienen una forma alargada. Están muy ricos y son muy fáciles de hacer.

Ingredientes:
250 g harina
65 g azúcar
1 huevo
50 ml aceite oliva suave
50 ml leche
ralladura limón
5 g matalauva
4 g levadura química





Elaboración:

En primer lugar ponemos el aceite en un cazo y le añadimos una cáscara de limón y otra de naranja. Cuando esté caliente, apartamos del fuego y le añadimos la matalauva. Tapamos con un plato y dejamos que se enfrie.
Retiramos las cáscaras de los cítricos y reservamos.
En bol ponemos el huevo, el aceite con la matalauva y la leche, y mezclamos bien. Yo he hecho la masa a mano ya que era poca cantidad, pero podéis usar una batidora.
Añadimos la levadura, mezclamos e incorporamos la harina en dos veces y amasamos hasta que se nos quede una masa blanda, que no se pegue a las manos. Yo he usado 230 g de harina, por eso lo de añadirla en dos veces, para que la masa no se quede dura.
Pasamos a una mesa enharinada y dejamos reposar unos 10 minutos.
Una vez pasado ese tiempo, cortamos trocitos de 30 g cada uno, aproximadamente y hacemos una tira con ellos, ayudándonos de las palmas de las manos.
Los doblamos por la mitad en diagonal, ahora en la foto se vera mas claro, y volvemos a enrollar. Ponemos en la mesa enharinada y preparamos la sartén donde los vamos a freír.
Ponemos el aceite a calentar con una cáscara de naranja y cuando humee, la sacamos y bajamos el fuego. Junto a la hornilla preparamos un plato con papel absorbente donde pondremos los huesillos fritos para eliminar el exceso de aceite.
Freímos los huesillos, dándoles vueltas para dorarlos por ambas caras, teniendo la precaución de que el aceite esté a fuego medio, y vamos jugando con la temperatura de este, para que se vayan haciendo por dentro.
Una vez fritos, los pasamos por papel de cocina y templados, por azúcar, y los ponemos en una fuente para que se enfríen antes de guardarlos.





PESTIÑOS

Ingredientes:
250 g harina
3 g levadura fresca
125 ml vino blanco
10 g matalauva
65 ml aceite
cascara de limón y naranja







Elaboración:

En primer lugar ponemos el aceite en un cazo y le añadimos una cáscara de limón y otra de naranja. Cuando esté caliente, apartamos del fuego y le añadimos la matalauva. Tapamos con un plato y dejamos que se enfrie.
Retiramos las cáscaras de los cítricos y reservamos.
En bol ponemos el aceite, el vino y disolvemos la levadura fresca. Al igual que con la masa de los huesillos, he hecho la masa a mano ya que era poca cantidad, pero podéis usar una batidora.
Añadimos la harina en dos veces y amasamos hasta que se nos quede una masa blanda, que no se pegue a las manos. 
Pasamos a una mesa enharinada y dejamos reposar unos 30 minutos.
Una vez pasado ese tiempo, estiramos la masa con ayuda de un rodillo. Como debemos dejarla muy finita, yo lo hice en tres veces.
Una vez bien estirada, cortamos con un cuchillo en forma cuadrada y unimos las esquinas contrarias. En mi caso, salieron regulín, porque eran tan finos que a veces se rompían, pero cuanto mas finos, mejor. Y con cuidado, la mayoría salen bien.
Ponemos el aceite a calentar con una cascara de naranja y cuando humee, la sacamos y bajamos el fuego. Junto a la hornilla preparamos un plato con papel absorbente donde pondremos los pestiños fritos para eliminar el exceso de aceite.
Freímos los pestiños, dándoles vueltas para dorarlos por ambas caras, teniendo la precaución de que el aceite esté a fuego medio, y vamos jugando con la temperatura de este, para que se vayan haciendo potr dentro.
Una vez fritos, los pasamos por papel de cocina y templados, por azúcar, y los ponemos en una fuente para que se enfríen antes de guardarlos.





ROSCOS FRITOS

Ingredientes:
2 huevos
8 g levadura química
zumo de media naranja
8cucharadas de azúcar
6 cucharadas de aceite
10 cucharadas de leche
ralladura limón y naranja 
400-500 g harina





Elaboración:

En primer lugar ponemos el aceite en un cazo y le añadimos una cáscara de limón y otra de naranja. Cuando esté caliente, apartamos del fuego, tapamos con un plato y dejamos que se enfrie.
Retiramos las cáscaras de los cítricos y reservamos.
En bol ponemos los huevos, el aceite, la leche y el zumo, y mezclamos bien. Yo he hecho la masa a mano, pero podéis usar una batidora.
Añadimos la levadura y la ralladura de limón y de naranja, mezclamos e incorporamos la harina en dos o tres veces y amasamos hasta que se nos quede una masa blanda, que no se pegue a las manos. Yo he usado 450 g de harina, por eso lo de añadirla en dos o tres veces, para que la masa no se quede dura.
Pasamos a una mesa enharinada y dejamos reposar unos 10 minutos.
Una vez pasado ese tiempo, cortamos trocitos de 20 g cada uno, aproximadamente y hacemos una bolita con ellos, ayudandonos de las palmas de las manos.
Unimos dos bolas, y hacemos un agujero en el centro. Ponemos en la mesa enharinada y preparamos la sartén donde los vamos a freír. En la foto se verá mas claro.
Ponemos el aceite a calentar con una cascara de naranja y cuando humee, la sacamos y bajamos el fuego. Junto a la hornilla preparamos un plato con papel absorbente donde pondremos los roscos para eliminar el exceso de aceite.
Freímos los roscos, dándoles vueltas para dorarlos por ambas caras, teniendo la precaución de que el aceite esté a fuego medio, y vamos jugando con la temperatura de este, para que se vayan haciendo potr dentro. Con los roscos, se observa como se van hinchando conforme van haciéndose debido a la levadura.
Una vez fritos, los pasamos por papel de cocina y templados, por azúcar, y los ponemos en una fuente para que se enfríen antes de guardarlos.






Como veis, estas recetas cunden mucho, así que si os pasa como  mi que no os da pereza preparar
estos dulces, es mejor que los hagáis de poco en poco, sobre todo los roscos y los huesillos, que están mas ricos recién hechos, espero que este fin de semana lo aprovechéis para empezar vuestras elaboraciones de Semana Santa. Hasta la próxima.

domingo, 13 de marzo de 2016

Chocolat Vegan Cupcakes


Esta semana de nuevo hago otra incursión en el mundo vegano. Conforme voy mirando blogs en internet basados en este tipo de cocina, me doy cuenta que es un mundo apasionante, con recetas estupendas y fáciles de hacer que no tienen nada que envidiar a las tradicionales.
Hoy en día está muy en boga este tipo de alimentación. Aunque en casa no practicamos el veganismo, hay muchas recetas de blogs vegetarianos que hemos elaborado en casa y que hemos incorporado a nuestro recetario habitual, Y buscando y buscando, como este blog está mas enfocado a elaboraciones dulces, y me gusta dar un poco de vuelta a recetas tradicionales, aquí os traigo unos cupcakes o magdalenas de chocolate veganas, sin huevo ni leche. Aun no he empezado con las elaboraciones sin gluten, pero tengo echado el ojo a un par de recetas que pondré a prueba esta Semana Santa.
Y hablando de Semana Santa, este viernes haré un recopilatorio de recetas típicas de esta fecha del año y pondré alguna nueva para que empecéis con las elaboraciones, pero eso para un poco mas adelante.
Ahora vamos con la elaboración de hoy. Es una receta del blog My Little Bakery, con la que participó en el reto Alfabeto dulce del mes de febrero. En el enlace podréis encontrar un blog precioso, con un montón de recetas maravillosas. No dejéis de visitarlo.
Esta receta de hoy es mi particular versión de su Chocolat Vegan Cake #retoalafabetodulce.

Con estas cantidades, nos salen 16 unidades de unos 36 g cada unidad. Nos aportan 320 Kcal/100g de producto y 115 Kcal por unidad.

Ingredientes:
190 g harina
1 sobre impulsor químico
40 g cacao en polvo
170 g azúcar
5 ml vinagre
ralladura de naranja
75 ml aceite girasol
200 ml leche de soja





Elaboración:

Ponemos en un bol todos los líquidos y mezclamos bien con las varillas.
Añadimos el azúcar e integramos en la mezcla.
Añadimos la ralladura de naranja.
Tamizamos los sólidos con un colador y mezclamos con las varillas hasta que la batida sea homogénea.



Preparamos el horno, precalentando a 170ºC y ponemos en una bandeja de cupcakes las cápsulas para nuestros dulces. Dosificamos con ayuda de una cuchara de helado hasta 2/3 de su capacidad.


Horneamos 15 minutos a 170ºC y 5 minutos a 150ºC. Sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar. Dejamos  enfriar en una rejilla.


Quedan muy bonitas y están super jugosas y muy esponjosas, a pesar de no llevar huevo.







Como veis en las fotos, el aspecto es maravilloso. Espero que os gusten y os animéis a hacerlas. No solo son para veganos, los intolerantes al huevo y la lactosa también pueden tomarlas. Hasta la próxima.