Con esta entrada llevo un poco de retraso ya que estas magdalenas están elaboradas sin gluten y mi idea inicial era haberlas subido el pasado 27 de mayo, día en que se recuerda especialmente aquellas personas que son celíacas y por tanto son intolerantes al gluten. Pero diferentes motivos hicieron que tuviera que posponer la entrada para hoy lunes. De todas formas, siempre estais a tiempo de elaborar estas deliciosas magdalenas, ya que los celíacos lo son todos los días del año, no solo el 27 de mayo.
Estas magdalenas están elaboradas con harina de arroz y harina de garbanzo, ambas sin gluten y fáciles de obtener en cualquier supermercado. Además de utilizar este tipo de harinas, debemos ser precavidos a la hora de usar el impulsor químico, ya que a veces este puede llevar gluten.
Y ahora sin mas rollo, vamos a las magdalenas. De sabor son mas finas y delicadas que las de harina de trigo, pero se ponen duras antes, así que debéis guardarlas bien cerradas y por 2 o 3 días como mucho, ya que se endurecen bastante. De todas formas, un poco duras están muy ricas mojadas con chocolate o como base de un pudding o pan de calatrava.
Ingredientes:
190 g harina de arroz
75 g harina de garbanzos
3 huevos
150 ml leche de soja
15 g impulsor químico
225 g azúcar
100 g mantequilla (o 75 g aceite suave)
Ralladura de limón
Elaboración:
En el bol de la batidora ponemos la mantequilla a temperatura ambiente junto al azúcar y batimos bien.
Incorporamos los huevos de uno en uno y vamos batiendo hasta que se integren. No os preocupeis si la mezcla está como cortada, es normal.
Añadimos la leche y las harinas tamizadas junto al impulsor.
Incorporamos la ralladura de limón y homogeneizamos la mezcla.
Preparamos una bandeja de magdalenas con sus cápsulas de papel y precalentamos el horno a 170ºC.
Ponemos una cucharada de la mezcla en cada cápsula y horneamos 15 minutos a 170ºC y 10 minutos a 150ºC.
Podemos poner un poco de azúcar antes de hornear para que la superficie quede mas dorada y crujiente.
Sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar.
En estas fotos se puede observar la superficie tostada y un poco caramelizada, gracias al azúcar que ponemos antes del horneado.
Tal como se observa en la foto inferior, el corte es muy esponjoso y apetecible.
Y ahora me despido, esperando que esta receta os guste tanto a celíacos como a aquellos que no lo son. Hasta la próxima.
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