lunes, 4 de junio de 2018

Pan Hokkaido sin amasado


Esta receta de pan sin amasado os va a gustar un montón porque es muy sencilla de elaborar, no hay que tener especial cuidado con la masa, no se necesita una amasadora, se hace en un bol mezclando los ingredientes con ayuda de una cuchara y el resultado final es un pan no muy dulce, estilo pan de leche con poca grasa y con la única particularidad de que es necesario comenzarlo la noche anterior. 

Ingredientes:

25 g harina (masa de arranque)
180 ml leche (masa de arranque)
masa de arranque
150 ml leche
25 g levadura fresca
100 g azúcar
pizca de sal
450 g harina de fuerza
60 ml mantequilla fundida
1 huevo

Elaboración:

En primer lugar preparamos la masa de arranque mezclando los 25 g de harina con 180 ml de leche y poniendo al fuego hasta obtener una papilla con textura de crema pastelera. Apartamos en un bol y dejamos enfriar por completo antes de empezar con la elabración final.

Una vez bien fría pasamos a elaborar la masa de pan hokkaido. En un bol ponemos la leche con la levadura y la diluimos bien. A continuación añadimos la masa de arranque bien fría y el resto de ingredientes y mezclamos con una cuchara. Dejamos tapado que empiece a fermentar y entonces lo ponemos en la nevera de 12 a 24 horas.








Una vez pasado ese tiempo en frío, sacamos de la nevera y dejamos que se ponga a temperatura ambiente.
Pasamos a mesa enharinada y pesamos la masa.



Como veis, la mía pesaba 1 kg, así que como hay que partirla en tres trozos iguales, en mi caso fueron porciones de unos 333 g.


Boleamos cada pieza y estiramos con un rodillo lo mas rectangular posible. Doblamos los laterales y los bordes hacia dentro y enrollamos en un sentido, haciendo algo así como un brazo de gitano. 





Hacemos lo mismo con las otras dos piezas y ponemos en un molde rectangular. Y dejamos fermentar hasta que doble su tamaño.



Pintamos con huevo batido y precalentamos el horno a 230ºC. En mi caso, como me pasa casi siempre, el molde se me quedó pequeño. 
Lo ponemos al horno, 10  minutos a 230ºC (si se dora en exceso, cubrirlo con papel de aluminio), después bajamos el horno a 170ºC y horneamos unos 30  minutos más.
Cuando esté cocido, lo sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar, ya que está muy tierno.



Es un pan delicioso, no excesivamente dulce, muy apropiado para tostar en los desayunos o para usar como tosta en platos salados. Es muy parecido a las medias noches, que como sabéis están muy ricas tanto dulces como saladas. Además, se puede congelar y al sacarlo esta como recién hecho. Es un pan dulce tan fácil que casi cualquiera podría hacerlo aunque no tengáis mucha experiencia con masas levadas. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

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