Esta semana os traigo un guiso de ternera, gulash. Es un plato que comimos cuando viajamos a Praga la pasada primavera y que desde entonces se ha convertido en uno de los favoritos de casa. No es un plato difícil de elaborar pero si lleva bastante tiempo. Lo bueno es que esta mejor de un día para otro y además, soporta bastante bien la congelación, así que podéis hacer mas cantidad y congeláis para otras ocasiones. En la República Checa lo suelen comer con un tipo de pan hervido, pero a mi particularmente no me gustaba demasiado y por eso no he buscado la receta para hacerlo como lo tomaban allí.
Ingredientes:
2 cebollas
pimentón dulce
harina
1 kg ternera para guisar
2 cervezas tipo checo (total 1 litro)
mantequilla
aceite
sal
Elaboración:
Cortamos las cebollas en juliana y las ponemos en la olla con aceite de oliva y un poco de mantequilla, y las dejamos hacer hasta que estén bastante blanditas. Hay que ponerlas a fuego lento con un poco de sal y moverlas de vez en cuando para evitar que se quemen.
Una vez bien pochada la cebolla, añadimos una cucharada de pimentón dulce y una cucharada de harina y mareamos a fuego lento para que no se nos queme el pimentón.
Incorporamos la carne y sellamos bien.
Añadimos las cervezas y dejamos que comience a hervir. Bajamos el fuego y dejamos hacer a fuego medio bajo de 2 y media a 3 horas, moviendo de vez en cuando. Si veis que se queda con poco liquido podemos añadir un poco de caldo.
Una vez que haya pasado ese tiempo, rectificamos de sal, y apartamos del fuego, dejando reposar de un día para otro para tomarlo.
La salsa se queda espesita y bastante trabada, y está muy bueno con puré de patatas, ya que vamos poniendo salsita en el puré y nos queda un plato de rechupete.
Espero que os haya gustado y os animéis a hacerlo, es muy fácil y esta de rechupete. Hasta la próxima.
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