Hoy comenzamos con las dulces típicos de estas fechas. Ya se acerca la Navidad y hay que empezar con las elaboraciones para que no se nos eche el tiempo encima. Yo suelo empezar pronto para poder probar aquellas recetas que he ido recopilando durante las últimas semanas. Empezamos con estas empanadillas que van rellenas de cabello de ángel, pero que pueden rellenarse de crema, pasta de almendras, dulce de yema, etc. Son unas empanadillas hojaldradas rellenas de dulce de cabello de ángel casero. El año pasado, mi cuñada me dio una cidra y con ella, elaboré este dulce. Hasta ahora no lo había usado, pero creo que con estas empanadillas y los almendrados, lo voy a consumir.
Si vosotros no tenéis oportunidad de elaborar este dulce, podéis comprarlo ya hecho. El comprado tiene buena calidad y es muy natural. Quizás un poco dulce para mi gusto, pero como la masa de estas empanadillas no lleva azúcar, de esa manera se compensa.
Ingredientes:
100 ml aceite oliva virgen extra
25 ml anís seco
25 ml agua
240 g harina
Corteza de naranja
Cabello de ángel
azúcar
Elaboración:
En primer lugar, ponemos el aceite en una sartén y lo calentamos con la cáscara de naranja. De esta manera, suavizaremos el sabor del aceite y lo aromatizaremos con la naranja. Ponemos usar limón, canela, matalauva, etc.
Reservamos hasta enfriar.
Mezclamos los líquidos y añadimos la harina, amasando a mano o en la amasadora hasta que obtengamos una masa que no se nos pegue a las manos.
Pasamos a una mesa y dejamos reposar unos 10-15 minutos.
Estiramos con ayuda de un rodillo entre dos papeles de hornear, procurando que quede una masa fina, para evitar un grosor excesivo en las empanadillas.
Cortamos con ayuda de un cortapasta redondo de unos 8-10 cm de diámetro, y si no tenemos, con un vaso.
Ponemos una pequeña cantidad de cabello en el centro y cerramos con ayuda de los dedos o de un tenedor.
Pasamos a una bandeja de horno cubierta de papel de hornear y ponemos en el horno, previamente calentado a 200ºC.
Mantenemos en el horno unos 25 minutos. Estas empanadillas apenas toman color, por lo que debemos dejarlas ese tiempo para asegurarnos de que están bien cocidas.
Una vez fuera del horno y antes de que se enfríen, las pasamos por azúcar y ponemos en una fuente de servir. Y ya solo queda esperar a que se enfríen del todo para comerlas. En caliente hay que manejarlas con mucho cuidado, ya que son muy frágiles y se rompen con facilidad.
Y ahora mas fotos de como quedaron estas primeras empanadillas. Han gustado tanto, que ya he repetido la receta. Con las cantidades que he dado, salieron 18 empanadillas.
Están muy ricas y son muy sencillas de hacer. Además, al ser horneadas, son mas sanas que las fritas y menos complicadas de hacer.
Sigo recopilando recetas y ya he hecho mi primera prueba de polvorones. Le falta una pequeña corrección, pero han pasado el corte, así que, una vez ajustada la receta, os la traeré. Hasta la próxima.
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