Galletas rústicas

Para no variar, vuelvo a las galletas. La verdad es lo que mas me gusta, ya que son creativas y aguantan crujientes bien guardadas en una caja, con lo que puedo hacer y no tenemos que comerlas rápido ni congelarlas. Ademas si aparece alguien a tomar café, siempre habrá un dulce para la sobremesa. La semana pasada estuve con Noelia de compras en Roquetas y bueno, los chinos frente al Gran Plaza son alucinantes. Tienen de todo para repostería, casi no me caben los cortadores en el armario. Las próximas galletas serán personalizadas, que he comprado una imprenta pequeñita que es una monería. Voy a tener que hacer otra entrada de utensilios, para que veáis mis nuevos cortadores, marcadores y demás.

Pero vamos centrarnos. Ya hemos terminado el curso, la parte teórica, y ahora estamos a espera de destino, o lo que es lo mismo, esperando a ver donde haremos las practicas. En principio, nos lo dirán la próxima semana. A ver si tengo suerte y me las dan donde he pedido. Cruzaremos los dedos.

Las galletas que os traigo son muy parecidas a las campurrianas. Son mas rústicas y no hace falta usar el rodillo, ya que se forman con la mano. Son mas tostadas y están muy buenas y crujientes. La primera vez que las hice estaban mas tostadas y me las llevé a clase el día que estábamos preparando lo de "Tacones y Fogones", y como no pudimos salir a desayunar, vinieron de lujo, aunque cortas porque no llevé muchas. Ya al día siguiente, pude llevar mas y por lo que comentaron los compañeros, estaban muy ricas. Y ahora, la receta.

Ingredientes:

120 g mantequillla

120 g azúcar

1 huevo

200 g harina

50 g harina de almendra

5 g levadura royal

Elaboración:

Como en casi todas las elaboraciones de galletas, la elaboración es muy similar. Ponemos la mantequilla a temperatura ambiente en la batidora y esponjamos. A continuación, se añade el azúcar e integramos bien.
Añadimos el huevo y seguimos mezclando. A veces, al integrar el huevo, parece que la mezcla se corta un poco. No os preocupeis, al seguir añadiendo el resto de los ingredientes, la mezcla se vuelve homogénea.
Añadimos la harina de almendra y los otros sólidos tamizados. Mezclamos hasta obtener una masa que no se nos pegue en las manos.
Para formar las galletas, cojemos porciones de 25 g (las pesé), y hacemos bolitas. Las ponemos separadas en la bandeja del horno y las chapamos un poquito con la mano.

Podemos hornearlas sin refrigerar, pero yo prefiero dejarlas en frío un par de horas.
Precalentamos el horno a 180°C y las horneamos unos 15-20 minutos. Estas galletas se quedan mas doradas que otras, pero lo del tiempo, como siempre, es orientativo. Depende de lo hornos, del material de las bandejas, de lo fría que esté la masa, etc. Por eso en este paso, lo mejor es que estéis pendientes para evitar un desastre.
Espero que os guste y las hagáis. No son tan bonitas como las decoradas, pero están muy buenas.

En la próxima entrada pondré la foto del postre de mi examen práctico del martes. A falta de saber la nota que me pusieron las dos profesoras, los clientes me lo evaluaron con 9 y 10, y no los conocía (mi amigo Eduardo estaba en otra mesa y no lo llego a probar). Así que en el próximo ensayo del teatro toca tarta alsaciana de manzanas.
Hasta la siguiente.