Esta crema tiene varios usos dependiendo de su terminación. Es sencilla de realizar y se puede usar tanto como relleno o para decoración. Yo la suelo hacer usando nata para montar, ya que como va cocida tiene menos problemas a la hora de usarla y a la hora de conservarla.
Una vez hecha, si la montamos una vez esté bien fría, se convierte en la clásica trufa (nata montada chocolateada) que nos sirve tanto para rellenar tartas como para decorar. Si por el contrario, la dejamos templar sin montar, lo que obtenemos es una crema llamada ganache que puede usarse tanto como relleno como para napar una tarta por encima. Dependiendo de la cantidad de chocolate utilizada, sera mas o menos oscura. También podéis darle sabor con un poco de licor (solo si no la van a consumir niños).
Y ahora vamos a la elaboración.
Ingredientes:
500 ml nata para montar
250 g cobertura de chocolate
Elaboración:
Ponemos la nata en un cazo al fuego y la calentamos hasta casi que hierva, pero sin que lo haga. Apartamos del fuego y vertemos sobre el cuenco donde el chocolate estará cortado en trocitos. Removemos para que se funda el chocolate con el calor de la nata. Una vez fundido, tapamos y reservamos. Si la vamos a montar, ponemos en la nevera 24 horas, pero si es ganache, dejamos que se enfríe fuera de esta, aunque tarde. Es mejor para luego manejarla.
Es una receta muy fácil de hacer, incluso solo montada podría pasar por una falsa mouse de chocolate, así que imaginaros la de usos que podéis darle.
Hasta la próxima.
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