domingo, 13 de abril de 2014

Borrachuelos


Con esta elaboración voy a dar por terminadas las recetas correspondientes a la Semana Santa, y tal como os dije en una de las últimas entradas, lo estoy haciendo antes del Domingo de Ramos. Obviamente quedan un montón de elaboraciones correspondientes a esta festividad, pero tendré que dejar algunas para el año que viene. Este blog nació en junio con intención de durar. Mientras yo tenga ganas e ideas, mi gente está dispuesta a ser mis conejillos de indias y vosotros me leáis, aquí seguiremos.
Esta receta la he sacado del libro "En la cocina con la drama-mama" de Amaya Asunce. Es un libro muy divertido sobre una autentica desastre en la cocina que intenta aprender de su madre. Este libro es una secuela de "Como no ser una drama-mama", un divertido ensayo de esas frases hechas que nos decían nuestras madres, que transcurridos los años, repetimos a nuestros hijos como si fuéramos una copia exacta.  a pesar de habernos prometido que jamás, jamás, seríamos como ellas. Que ilusas e inocentes éramos.
Bueno, pues concretando, la receta es una copia exacta de la del libro, con la salvedad de las cantidades, yo he usado como una veinteava parte. No era mi intención de hacer borrachuelos para el edificio entero, aunque una vez visto los resultados, quizás debería haber hecho mas.

Ingredientes:

60 mm vino blanco
60 mi aceite
6 ml anís
6 ml zumo de naranja
60 g azúcar
5 g matalauva
1 cáscara de naranja
200-250 g harina



Elaboración:

Poner el aceite a calentar con la cascara de naranja y cuando empiece a humear, apartar del fuego y añadir la matalauva. Tapar y dejar templar.
En un bol poner el vino, el anís, el zumo, el azúcar y el aceite con la matalauva pero sin la cáscara. Mezclar bien e ir añadiendo la harina de poco en poco hasta que tengamos una masa que no se nos pegue en los dedos. Os he puesto una cantidad de harina que oscila entre los 200 g y los 250 g, ya que según el tipo de harina, a veces se necesita mas o menos, y eso no se ve hasta que los hacéis. Podéis añadir de principio, unos 150 g y el resto de poco en poco.
Una vez tengamos la masa, hacer una bola y dejar reposar una mañana.


Estirar con ayuda de un rodillo sobre la mesa ligeramente enharinada y dejar muy fina la masa. Cortar en cuadrados, igualando las esquinas.



Unir las dos esquinas opuestas y disponer sobre una tabla para freírlas. 


En este caso es similar la preparación a la de los roscos. Ponemos la tabla con los borrachuelos para freír, una sartén con abundante aceite, un plato con papel absorbente y un cuenco con azúcar para rebozar.


Freír en abundante aceite caliente con cuidado de regular el fuego ya que se pueden quemar, sacar sobre papel absorbente y rebozar con azúcar.



Los he hecho esta tarde y ya quedan como la mitad, así que os recomiendo que los hagáis. Están crujientes y dulces, muy apetecibles y ligeros. Además, como son pequeñitos, seguro que casi no engordan.
Espero que os hayan gustado las elaboraciones relacionadas con las vacaciones que acabamos de empezar. Espero que las disfrutéis, que las intentéis hacer y que descanséis. Nos leemos en la próxima que ya será después de este periodo de descanso.
Buena Semana Santa.

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