Vuelvo a mis orígenes, las galletas. Es un mundo que me encanta, ya que es muy creativo y como son pequeñas y duran un montón sin estropearse, podéis hacerlas y guardarlas sin necesidad de comerlas casi de inmediato. Eso siempre lo agradece la línea.
Estas galletas son típicamente navideñas y originarias del norte de Europa. Están muy ricas, siempre que se tenga cuidado con la cantidad de jengibre, ya que si os pasáis con esta especia, las galletas estarán muy fuertes. Con la cantidad de esta receta, tienen un gusto muy suave a jengibre y canela. Si tenéis corta pastas, esta masa es ideal para hacer los muñequitos de jengibre de la peli Shrek. Yo las he adornado con glasa hecha con albumina de huevo ya que he regalado unas cuantas y no me gusta usar clara cruda cuando las van a consumir fuera de casa.
Ingredientes:
260 g harina
150 g mantequilla
100 g azúcar moreno
5 g levadura royal (opcional)
3 g jengibre
3 g canela en polvo
1 huevo
pizca de sal
Elaboración:
Poner a mantequilla a trocitos en la batidora con el azúcar y batir hasta esponjar. Ir añadiendo el resto de los ingredientes excepto la harina.
Tamizar la harina e ir integrándola en la masa de poco en poco hasta obtener una masa que este bien ligada.
Poner la masa en un papel vegetal y estirar con un rodillo. Yo pongo a ambos lados de la masa unos palillos de los chinos para que tenga el mismo grosor y estiro por encima. Una vez estirada, la envolvemos en el papel y sobre una tabla la pasamos a la nevera para que coja cuerpo. Antes, lo que hacia era enfriar toda la masa y luego la estiraba, pero no me salían los cortes de las galletas muy limpios. Haciéndolo de esta manera, como la masa está muy fría y dura, se corta de maravilla y se mantienen muy bien las formas.
Como veis quedan los cortes muy limpios y al estirarla con los palillos, también quedan con el mismo grosor.
Horneamos a 170ºC hasta que se doren un poco, unos 15 minutos y al sacarlas del horno, esperamos a que se templen para pasarlas a una bandeja.
Ya estarían listas para comer, pero podemos cubrirlas con glasa o fondant y para ello, tenemos que esperar que se enfríen del todo. Yo las hago un día y al siguiente las adorno.
Para hacer la glasa con clara de huevo las cantidades son, para una clara, 200 g de azúcar glas. Batimos la clara hasta punto de nieve y añadimos el azúcar de poco en poco para que no se nos baje. Al final nos queda un merengue muy denso que podéis tintar de colores para los adornos. Estos se hacen con ayuda de una manga, una boquilla lisa pequeña y un poco de imaginación. Quedan muy bonitas y para estas fechas, muy apropiadas.
Para el próximo post, os enseñare a hacer un Pan de Navidad. Es parecido al roscón de Reyes, por la masa, pero con distinta forma. Hasta la próxima entrada.
Muy buena receta, ahora que se viene otra vez la navidad, intentaré hacer estas galletas a ver que tal me quedan.
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Vendo Hornos de Microondas.