Como preludio de la Semana Santa y antes de comenzar con roscos, pestiños y demás, os traigo un bizcocho llamado Cuarto Mallorquín, muy sencillo de hacer, muy esponjoso y además apto para celiacos e intolerantes a la lactosa. La receta original se elabora con fécula de patata, pero aquí no he podido encontrarla, por lo que he sustituido esta fécula por harina de maíz y de arroz. Es un bizcocho de sabor muy parecido a lo melindres o bizcochos de soletilla, cuya única dificultad está en la elaboración , ya que se requiere una batidor de varillas potente para montar tanto claras como yemas. Pero antes de dar mas pistas, vamos con la elaboración.
Ingredientes: (para un molde rectangular de 18 cm)
6 huevos
175 g azúcar
124 g harina de maíz y arroz (62+62)
Elaboración:
En primer lugar separamos claras de yemas y montamos las claras a punto de nieve fuerte. Podemos añadirle unas gotas de limón para que se queden mas firmes. Reservamos y precalentamos el horno a 170ºC.
Ponemos las yemas con el azúcar en la batidora y montamos hasta que casi triple su tamaño y se blanqueen las yemas. Esta operación nos llevará unos 10 minutos, ya que el secreto de la esponjosidad de este bizcocho está en el correcto punto de montaje de claras y yemas.
Una vez bien montadas las yemas, añadimos las harinas tamizadas y mezclamos bien, pero de forma suave con ayuda de una espátula. Debemos intentar que no se baje el volumen de yemas y que no nos queden grumos de harina.
Come veis, la mezcla sigue casi con el mismo volumen.
A continuación, incorporamos parte de las claras sobre la mezcla de yemas y vamos mezclando con movimientos envolventes hasta integrar las claras. Añadimos el resto de claras y repetimos la misma operación hasta que se nos quede una batida esponjosa y bien mezclada.
Preparamos un molde rectangular engrasado y forrado con papel de hornear para evitar que se nos pegue el cuarto. Añadimos la batida de bizcocho y alisamos la superficie con ayudadde una cuchara. En mi caso, con estas cantidades, me salió el bizcocho y 4 magdalenas grandes.
Horneamos unos 30 minutos a 170ºC, y comprobamos si esta bien cocido con ayuda de una aguja de hacer punto.
Sale muy subido en el molde, pero después se baja un poco. Hay que dejarlo en el molde hasta que este casi frío, ya que si lo queremos desmoldar caliente, se nos va a romper. En las paginas donde encontré esta receta, dicen que se arroja al suelo caliente y en el molde para asentarlo, pero yo no lo hice, no me fiaba😆.
Una vez desmoldado, se corta en porciones cuadradas y se espolvorea con azucar glas.
Es un bizcocho muy fino y super esponjoso. Tiene un paladar especial, debido al tipo de harinas que se uilizan en su elaboración y además no se pone duro, puedes conservarlo unos 4-5 días en una caja tapada y está casi como el primer día. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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