lunes, 30 de enero de 2017

Panecillos de requesón


En el post de esta semana seguimos con las masas levadas, y vaya una elección. Aquí, que casi no llueve, tocó un día especialmente lluvioso y gris cuando yo decido hacer estos panecillos, con lo que esto conlleva de tiempo de levado, pero que se le va a hacer. Al final, con paciencia y un poco de calor de horno, terminé estos bollitos justo para merendar. Ya que, aunque no son dulces, tampoco podemos considerarlos como salados, son mas unos bollitos para tomar tostados con un poco de mantequilla y mermelada al gusto. Lo dicho, para merendar en una tarde fría y lluviosa como la del pasado viernes.
Esta receta es un tuneo de unos panecillos con ricotta, pero elaborados con requesón de cabra que tiene mucho mas sabor que el elaborado con leche de vaca, lo que proporciona un añadido a estos bollitos. Si no encontráis requesón de cabra, yo lo suelo encontrar en Carrefour, podéis usar el de vaca o incluso, queso fresco. 
Y ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes:

400 g harina
250 g requesón d cabra
150 ml agua
7 g levadura seca (liofilizada)
1 huevo
5 g sal
10 g azúcar moreno



Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes en el bol de la amasadora con el gancho, y amasamos unos 10 minutos hasta que obtengamos una masa pegajosa, que dejaremos reposar en la máquina unos 30 minutos.



Transcurrido ese tiempo, pasamos a la mesa enharinada y amasamos brevemente, solo para dar forma de bola. Ponemos en un bol engrasado y dejamos fermentar en un lugar cálido hasta que doble de tamaño.


Pasamos de nevo a la mesa y desgasificamos. Hacemos porciones de unos 100 g y boleamos, colocando los bollitos sobre una bandeja de horno, dejando levar nuevamente.


Una vez doblado de tamaño, pincelamos con leche mientras se calienta el horno a 175ºC. Introducimos en el horno y horneamos unos 20-25 minutos, cuidando que no se nos queme la superficie.



Dejamos enfriar y ya podemos consumirlos. En un principio, cuando salen del horno, quedan como un poco crudos por dentro, pero es por la temperatura del requesón, ya que en cuanto se enfrían, se ve que están cocidos perfectamente. Además, podéis congelarlos, así podéis hacer mas cantidad y los tenéis para los desayunos y meriendas de toda la semana.




Están muy ricos y merece la pena el trabajo, que no es tanto, ya que no son muy difíciles de elaborar. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

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