Con esta entrada empezamos un nuevo año con Cooking the Chef, que espero venga lleno de grandes chefs y estupendas recetas. Para terminar este año, en el que ha habido de todo, desde chefs asequibles a algunos con los que me he tirado de los pelos, nos han sorprendido con un chef al que no conocía, peor que se va a quedar entre nuestros favoritos, ya que tiene unos platos muy vistosos y no muy complicados de elborar.
Yotam Ottolenghi naco y creció en Jerusalé en 1968, donde su padre ejercía como profesor universitario de química y su madre era maestra. Allí cursó estudios primarios y secundarios, pasando posteriormente por la universidad, donde estudió literatura. Se trasladó a Holanda, donde completó sus estudios en literatura y filosofía. A mediados de los años noventa, se trasladó a Londres, donde tenía intención de realizar su tesis doctoral, que quedó aparcada al realizar un curso de seis meses en Le Cordon Blue, lo que le descubrió su verdadera vocación.
A partir de ahí, y gracias al trabajo duro y una filosofía en la cocina, sin prejuicios y con la premisa de una mejora en la alimentación de sus compatriotras, ha escrito varios libros, realizado diferentes documentales y abierto varios establecimientos. Hoy en día es un cocinero muy involucrado en la defensa de los derechos humanos y firme defensor de las alianzas entre civilizaciones para lograr un mundo mejor.
Y ahora vamos con la receta, que en este caso, en lugar de hacerla tal cual la prepara Ottolenghi, me he basado en una suya, Mascarpone, cherries and grappa trifle, pero variando algunos de sus ingredientes, aunque pinchando aquí, teneis acceso a la receta original. Yo no he encontrado cerezas, ya que no es temporada, por lo que las he sustituido por frambuesas y la grappa por vino moscato blanco. Además, en lugar de hacer un bizcocho en plancha, he utilizado restos de bizcocho rojo de navidad.
Ingredientes:
Bizcocho ( pincha aquí para ver la elaboración)
Relleno de frambuesas:
165 g azúcar
330 g frambuesas
vainilla
Sirope de moscato:
200 ml almíbar de frambuesas
100 ml moscato
30 ml agua
Crema de mascarpone:
230 g mascarpone
250 g nata montada azucarada
Elaboración:
Preparamos en primer lugar el relleno de frambuesas poniendo el azúcar con un poco de agua al fuego hasta obtener un caramelo clarito y entonces, añadimos las frambuesas junto una cucharada de vainilla y removemos bien, dejando a fuego lento unos 15 minutos. A continuación, colamos las frambuesas y reservamos el almíbar y las frambuesas.
Para preparar el sirope de moscato, tomamos el almíbar de frambuesas y lo mezclamos con el moscato y el agua. Ponemos al fuego con cuidado, porque puede rebosar si está muy fuerte y dejamos reducir hasta la mitad aproximadamente. Dejamos enfriar.
La crema de mascarpone no tiene mucho misterio, solo tenemos que mezclar el queso con la nata montada y batir hasta que esté homogénea, reservando en frío hasta el momento de montar el postre.
Para montar el postre, en mi caso, lo he hecho en un bol de cristal grande, pero a la hora de cortarlo ha sido un poco guarrete, así que si vais a servirlo en alguna comida especial es preferible que lo hagáis en vasitos individuales. Este tipo de postres que van en fuentes de cristal y llevan varias capas se denominan trifles, y quedan muy bonitos ya que se ven las diferentes capas del postre en la fuente.
Y ahora vamos a montar el trifle.
En primer lugar cortamos el bizcocho en discos de unos 5mm con los que cubrimos el fondo de nuestra fuente. Calamos con el sirope de moscato y ponemos un par de cucharadas del relleno, extendiendo sobre la base. A continuación, ponemos una capa generosa de crema de queso y repetimos esta operación una vez mas, terminando con bizcocho y cubriendo con el resto de crema, adornando con unas frambuesas y espolvoreando con un poco de azúcar glas. Llevamos a la nevera unas 2-4 horas y ya está listo para servir.
Ha sido todo un descubrimiento, ya que lo hemos puesto para postre de Año Nuevo, y a pesar de las caras de escepticismo, todos han quedado encantados con la mezcla de sabores.
Aquí se pueden ver las diferentes capas del trifle.
Espero que os guste, y ya deseando que llegue el reto del mes de enero. Hasta la próxima.
Un vasito excelente!
ResponderEliminarNieves
Una versión muy acertada, con frambuesas que me encantan y ese vino que seguro que reemplaza perfectamente a la grappa :)
ResponderEliminarLástima no tener una cuchara a mano...
ResponderEliminarBss
Como dice Marga, una pena no tener una cuchara a mano...tendremos que aguantarnos un poco...una pinta estupenda que tiene esta receta. Me encanta el queso mascarpone, me encantan las frambuesas asi que para mí es el postre perfecto.
ResponderEliminarBesotes y Feliz Año Nuevo
Ummm, que delicia!! Me encanta conmo te ha quedado, en casa aplauden el cambio por frambuesas.. les encantan!!
ResponderEliminarSi está la mitad de bueno que la pinta que tiene, ya llega a la perfección absoluta....madreeee miaaaaaaa....babeando estoy!!
ResponderEliminarenhorabuena, besos!!
Tu versión me parece sensacional, deliciosa y muy colorida jeje, además que sea receta de aprovechamiento con el bizcocho navideño pues mejor
ResponderEliminarBesitos!!
Los triffles son unos postres británicos impresionantes de navidad...casi no habría que haber cenado ni comido para afrontar uno...y están tan ricos!!!!!! Este tuyo se ve delicioso. Gracias por participar y buen año!
ResponderEliminarQue pinta mas buena, me encanta con frambruesas y tomo nota para un finde felicidades
ResponderEliminarbess
Maribel