Comenzamos con los preparativos de las navidades y como parece un poco pronto para las hojaldrinas y demás, me he atrevido con un dulce típico italiano, parecido al pannettone pero sin fruta. La verdad es que es un poco laboriosa su elaboración, pero el resultado ha merecido la pena y además, con poco menos de medio kilo de harina, me han salido dos pandoros como dos soles.
Al final de esta entrada os pondré los enlaces a las elaboraciones tradicionales que hice el año pasado, aunque como las tengo que volver a hacer, no os extrañe que después las vuelva a colgar con alguna modificación.
Y vamos ahora con la receta que como os comenté mas arriba, es laboriosa y además requiere tiempo, así que este fin de semana de puente, si os quedáis en casa, es un buen momento para elaborarla.
Ingredientes (prefermento):
60 ml agua
50 g harina
9 g levadura fresca (como 1/3 de la pastilla de Mercadona)
Elaboración:
Para hacer este fermento solo hay que mezclar los ingredientes y dejar reposar una noche a temperatura ambiente. A la mañana siguiente el resultado es una especie de masa pegajosa y con burbujas que tiene un olor ligeramente ácido.
Ingredientes (1ª masa):
Prefermento
15 g levadura fresca (el resto de la pastilla de Mercadona)
1 huevo
1 yema
35 g azúcar
200 g harina
30 g mantequilla a temperatura ambiente
Elaboración:
Mezclar todos los ingredientes en la amasadora excepto la mantequilla. Una vez obtenida la masa, añadir la mantequilla y amasar hasta obtener una masa lisa y que se despegue de las manos.
Pasar a mesa y trabajar un poco con las manos. Pasar a un bol engrasado y dejar fermentar hasta doblar. Es conveniente ponerla en un lugar cálido y cubierta con papel film para evitar que se reseque. Yo la pongo cerca de la ventana para que le de el calorcito del sol. Pero si tenéis prisa, (empecé a las 12 de la mañana y terminé a las 6 de la tarde), podéis ponerla en el horno a 45-50ºC hasta que doble.
Ingredientes (2ª masa):
1ª masa ya doblada
2 huevos
Esencia de vainilla
100 g azúcar
200 g harina
140 g mantequilla fría
Elaboración:
Como se ve en la foto, la primera masa creció un montón.
Mezclamos todos los ingredientes en la amasadora excepto la mantequilla. Amasamos bien hasta que la masa se despegue de las manos y pasamos a mesa. Trabajamos un poco y pasamos a un bol engrasado hasta que doble su tamaño.
Una vez doblado, pasamos a la mesa y estiramos con un rodillo en forma de cruz y ponemos la mantequilla en trocitos y fría, en el centro.
Envolvemos la mantequilla con la masa y golpeamos ligeramente con el rodillo para integrarla bien. De esta parte no tengo fotos porque estaba sola, pero os prometo que en cuanto lo repita, las hago y amplio la información.
Estiramos la masa con cuidado y volvemos a doblar, esta vez en forma de tríptico. Guardamos en la nevera como unos 20 minutos.
Sacamos, estiramos y doblamos igual que antes y volvemos a enfriar.
Sacamos de nuevo y estiramos otra vez. Estas dobleces hacen que la masa que entre brioche y croissant. Y hay que enfriarla porque si no la mantequilla se saldrá y no quedará bien.
Una vez la hayamos doblado por última vez, la partimos en dos, hacemos dos bolas y las pasamos a moldes altos y estrechos de base. Yo utilicé el del pannettone y uno de estrella del Ikea, que como es mas ancho, quedó el pandoro mas bajito.
Ponemos de nuevo a fermentar hasta que se salgan casi del molde y entonces horneamos. Los vamos a tener unos 15 minutos a 170ºC y cuando estén dorados, bajamos el horno a 140ºC hasta el final. Aproximadamente unos 40 minutos.
Sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar. Y cuando esté frío espolvoreamos con azúcar glas. Yo solo espolvoreé el de forma de estrella, el otro estaba tan alto y tan bonito, que he preferido dejarlo tal cual.
Es un dulce que está muy rico y esponjoso y con mucho sabor a mantequilla. Os dejo una foto del corte, que quedó espectacular.
Y mas fotos. La verdad es que estoy la mar de orgullosa, porque tiene trabajo, pero el resultado merece la pena.
Y ahora los enlaces a los dulces de Navidad. Como iré haciéndolos, os iré poniendo fotos de las de este año. Ya mismo caen las galletas de gengibre, que tienen que estar bien secas para comerlas.
Hasta la próxima.
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