sábado, 16 de agosto de 2014

Pastel de queso


Hoy os traigo una nueva receta del Canal Cocina. Es del programa "La cocina fácil de Donna Hay". Es una cocinera australiana que hace unos platos sencillos pero muy resultones. De su programa saqué la idea para los vasitos de yogur. Como se vio en esa entrada, era un postre relativamente sencillo y muy refrescante y fácil de hacer. Vamos, un postre de verano.

Esta tarta es diferente a todas las de queso que he hecho con anterioridad. No lleva base de galletas ni harina en el relleno, se hace con requesón, lo que hace que tenga una textura granulosa muy rica. La base se hornea y lleva harina de almendras. Yo os recomiendo que la hagáis, está muy rica y aunque es un poco trabajosa, el resultado merece la pena.

Y ahora vamos con la receta. Las cantidades son para un molde desmontable de 18 cm. Al final os contaré mi nueva adquisición, una yogurtera del Lidl. Mi regalo de santo de parte de los niños.

Ingredientes (base):

100 g harina
40 g harina de almendra
35 g azúcar
60 g mantequilla







Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes en la amasadora (la mantequilla a temperatura ambiente) y mezclamos bien.


Se queda una masa como de migas.


Cubrimos con esa masa el fondo del molde desmontable, que previamente habíamos cubierto con papel vegetal, de forma uniforme. Lo podemos hacer con las manos porque es mas fácil para alisar la superficie.


Lo horneamos a 150ºC durante 15 minutos. Sacamos y reservamos hasta que se temple. Mientras se enfría, nos ponemos con el relleno.

Ingredientes (relleno):

400 g requesón
250 g queso untar
210 g azúcar
3 huevos
ralladura limón
zumo de limón





Elaboración:

Ponemos en la batidora todos los ingredientes y mezclamos bien hasta que se nos quede una crema de aspecto homogéneo. Vertemos sobre la base procurando que no tenga burbujas.



Horneamos a 150ºC durante unos 50 minutos. Transcurrido este tiempo, apagamos el horno y dejamos el pastel dentro una hora mas.
Una vez pasada la hora, pasamos el pastel, siempre sin desmoldar, a la nevera y lo mantendremos dentro otras dos horas.
Después de este tiempo, ya lo podemos desmoldar y saborear. Realmente no tengo muy claro el porque de esas tres horas. Supongo que la de dentro del horno apagado servirá para que se termine de hacer usando el calor residual, y las de frío, servirán para asentar el pastel. No lo tengo muy claro. Pero yo lo hice así y salió riquísima, y si no que le pregunten a Mar y a Edu, que llevan toda la semana desayunando pastel.






Bueno y ahora os voy a presentar mi último regalo para la cocina, una yogurtera. Yo tenia ganas de tenerla, aun me acuerdo de la que tenia mi madre en casa cuando eramos pequeñas. Y bueno, Lidl la ha traído de nuevo, antes no la compré por el espacio, y los niños me la han regalado. La he probado y los yogures están muy ricos. Ya en próximas entradas os contaré como me va. En principio, los yogures blancos si que están cremosos, así que cuando la maneje mejor, a elaborar yogures.



Hasta la próxima. Ya nos queda menos verano, me da una pena, pero espero que el tiempo de playa se alargue como poco hasta finales de septiembre. Nos vemos, o mejor, nos leemos.

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