Como a mi me gustan los retos y mas los que tienen a los dulces como protagonistas, encontré el otro día una cuenta de instagram , @cocinandosabores, que lanza un reto al mes consistente en subir un día determinado una elaboración con un hastag, de forma que la red se llene de maravillosas elaboraciones y todas sus variantes. El mes pasado fueron las magdalenas y el hastag #estosieslabuenamagdalena, y se vieron magdalenas para todos los gustos, pero con algo en común, todas caseras y con ingredientes de calidad y de verdad. Sin grasas saturadas de origen incierto, ni potenciadores de sabor, o sea, una magdalena de verdad.
Y este mes los protagonistas han sido los donuts, con el hastag #donutworrysescasero, y se han visto de todo tipo, con chocolate, rellenos, de colorines, veganos, etc. Y estos mios, que están hechos a mi manera, ya que en lugar de freírlos, los he horneado, con lo que reducimos las calorías de cada uno de ellos. Y no es por nada, pero me han salido la mar de ricos, tanto los donuts como sus agujeros.
Y ahora vemos a la receta, que no es muy complicada de hacer y que además cunde un montón.
Ingredientes:
10 semillas de cardamomo
pizca de nuez moscada
piel de naranja
80 ml leche
300 g harina
40 g mantequilla
30 g miel
ralladura de naranja
1 huevo
25 g levadura fresca
Elaboración:
Partimos las semillas de cardamomo y sacamos el interior. Ponemos este interior en un cazo con la piel de naranja y la pizca de nuez moscada y le añadimos la leche. Ponemos al fuego y cuando rompa a hervir, apagamos el fuego, tapamos y dejamos enfriar. Una vez este bien fría, colamos y reservamos.
En la maquina amasadora ponemos el resto de ingredientes y la leche aromatizada y amasamos unos 10 minutos a velocidad media.
Dejamos reposar unos 5 minutos y volvemos a amasar, esta vez a velocidad rápida otros 10 minutos.
Una vez lista la masa, pasamos a mesa, boleamos y ponemos en un bol engrasado y dejamos fermentar hasta que doble su tamaño.
Una vez haya doblado, la pasamos a la mesa y estiramos con un rodillo hasta dejar un grosor de unos 2 cm, y procedemos a cortar los donuts. Se pueden contar con un cortador especial, o con un cortapastas redondo y después con otro mas pequeño, se le hace el agujero del centro. Ponemos los donuts y los agujeros en una bandeja de horno y otra vez a fermentar hasta que doblen su tamaño.
En este punto, los donuts se suelen freír, así que si queréis los auténticos, una vez fermentados, se frien en aceite suave. Pero en mi caso los vamos a hornear, así que precalentamos el horno a 180ºC y ponemos los donuts unos 15-20 minutos hasta que estén doraditos.
Una vez fuera del horno, dejamos enfriar bien sobre una rejilla y vamos preparando la glasa.
Ponemos azúcar glas en un cuenco, y añadimos muy poca cantidad de agua y mezclamos bien hasta que obtengamos una pasta blanquecina. Ponemos los donuts en una rejilla con una bandeja debajo para recoger el sobrante y los pasamos por esta glasa y dejamos escurrir. Cuanto mas espesa sea la glasa, mejor se cubrirán los donuts, pero eso es a vuestra elección, yo la hice mas ligera, para no endulzarlos demasiado.
Y cuando se sequen, ya están listo para comer. Están deliciosos, muy esponjosos, no dulces en exceso y menos calóricos que los que van fritos.
Espero que os haya gustado esta receta, y que os animéis a hacerlos, son sencillos y el resultado es espectacular. Hasta la próxima.
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