Hoy os traigo la entrada mas clásica, un bizcocho de aceite de los de toda la vida, jugoso, esponjoso y delicioso para desayunar o merendar. Es una receta sacada de un libro de recetas muy antiguo que heredé de mi madre y que tiene unas recetas y consejos la mar de graciosos. Enseña tanto a recibir en casa como a aprovechar restos. El libro tendrá facilmente casi 50 años y me recuerda a las "1080 Recetas" de Simone Ortega, libro que debería estar en las cocinas casi por obligación.
Ya estoy casi terminando las prácticas y la verdad es que estoy muy contenta. Tengo ganas de terminar por los madrugones y por el cansancio acumulado durante el curso, pero ya queda menos y la experiencia ha sido buena. El ambiente de trabajo es serio, se trabaja con orden y disciplina y siguiendo un cuadrante según los pedidos de la semana.
Ahora vamos con la receta. Es verdad que casi todo el mundo tiene una receta de bizcocho casero que sale rico y jugoso, pero os invito a probar esta receta, que además la he adaptado a intolerantes a la lactosa y a los alérgicos a la proteína láctea, ya que he usado leche de soja. La verdad es que no altera el sabor pero permite que aquellos que no pueden tomar leche saboreen un buen bizcocho casero.
Ingredientes:
4 huevos
225 g azúcar
150 ml leche de soja
250 ml aceite (girasol u oliva suave)
25 g levadura royal
300 g harina
Elaboración:
En primer lugar, dos puntualizaciones La primera es que el aceite debe ser suave, da igual de oliva o de girasol, pero procurar que si es de oliva no tenga un sabor muy destacado, ya que si no, el bizcocho tendrá un sabor fuerte. La segunda es con referencia al tipo de leche, se puede usar cualquier leche como sustituta de la de vaca, pero que sea natural y no azucarada, ya que entonces el sabor final no sera el mismo. La leche de soja que utilizo es la de Mercadona, que no es dulce.
Ponemos en el vaso de la "marivi" los huevos y el azúcar y batimos hasta esponjar la mezcla.
Añadimos la leche y el aceite y seguimos batiendo hasta que se integren en el batido. En este punto podemos aromatizar con ralladura de naranja o limón o con vainilla. Yo no he añadido nada, de esta forma el bizcocho sabe solo a bizcocho. Quizás esto no sea muy entendible, pero seguro que entendéis lo del sabor solo a bizcocho.
Añadimos la harina y la levadura y batimos unos 5 minutos. Una vez bien homogénea la masa, reposamos unos 10 minutos. En este punto precalentamos el horno a 170ºC y preparamos un molde desmontable de 24-26 cm.
El molde que tengo es del Lidl y tiene la base de cristal templado y las paredes de silicona. Esta bastante bien y es económico. Se engrasa con mantequilla y se pone un papel de hornear en el fondo. Cuando pase el reposo, añadimos la masa.
Lo ponemos al horno a 170ºC hasta que suba (30-35 minutos) y después bajamos la temperatura a 140ºC para que se termine de cocer (20 minutos mas).
Una vez cocido, lo sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar. Ya en frío, adornamos con azúcar glas o dejamos tal cual, está bueno de cualquier manera.
Esta última foto es del bizcocho que le hice a mi sobrino Miguel por su cumple. A el no le gustan nada mas que los bizcochos normales y visto como quedó la bandeja, casi que se comieron hasta las migas.
Iba a hacerle una foto al corte, pero se me ha vuelto estropear la tablet y menos mal que he podido recuperar las fotos antes de llevarla de nuevo al servicio técnico. La verdad es que es mala suerte, pero al menos me ha durado esta vez unos dos meses y he podido terminar la décima temporada de "Anatomía de Grey". Pero es la tercera vez que la llevo y me ha dejado a la mitad del programa 5 de "Masterchef", ahora lo tendré que ver el PC, con lo cómoda que era usar la tablet para eso. Bueno, a ver que sucede esta vez. Ya os iré contando.
Hasta la próxima.
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